Sol Carreras
Socios de investidura de Pedro Sánchez como ERC o EH Bildu pedirán al presidente del Gobierno más políticas de izquierda durante el debate de la nación, que conciben como una ocasión para restablecer la confianza dañada tras crisis como la del espionaje con Pegasus y para hacer valer sus apoyos en lo que queda de legislatura.
La economía, con los precios de los alimentos y de la energía disparados, será uno de los ejes centrales del discurso que pronunciarán los socios de investidura de Sánchez en el debate sobre el estado de la nación, los días 12, 13 y 14 de julio en el Congreso de los Diputados.
El debate tendrá lugar antes del pleno extraordinario del 14 de julio, que votará entre otras iniciativas la prórroga del real decreto de medidas anticrisis, y antes de la reunión del 15 de julio entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, para tratar de reconducir la relación con Cataluña.
Y es que el espionaje político con el sistema Pegasus a varios líderes independentistas, entre ellos el propio Aragonès, tensó la relación con el Govern y con los socios parlamentarios de Sánchez, principalmente ERC.
Además, otros temas recientes han creado más desavenencias entre la parte socialista del Gobierno y sus socios, como el aumento del gasto en Defensa o las muertes de inmigrantes durante el salto a la valla en Melilla.
Todo ello en un momento en el que los socios no dejan de alertar a Sánchez de la necesidad de acometer políticas de izquierda para tratar de frenar a la derecha, sobre todo después del batacazo del PSOE en las elecciones autonómicas andaluzas.
En concreto, ERC espera en el debate sobre el estado de la nación hechos concretos por parte de Sánchez para “restablecer los lazos de confianza” rotos tras la “brecha enorme” que, según aseguran fuentes del grupo, ha supuesto la crisis de Pegasus o la reducción de las inversiones en Cataluña.
ERC también confía en que el Gobierno de Sánchez siga avanzando en cuestiones que considera “fundamentales”, como la ley de vivienda, el “conflicto con Cataluña” o medidas “estructurales” para hacer frente a la crisis económica, entre ellas una reforma fiscal.
“Hacen falta políticas de izquierda que sean percibidas por la gente, porque con cheques no arreglas nada”, señalan fuentes de ERC, que advierten de que “si el PSOE hace de PP” la gente va a votar a Alberto Núñez Feijóo en las próximas elecciones.
Además, ERC aprovechará el debate para hacer valer sus apoyos en lo queda de legislatura dentro de un Congreso muy fragmentado y donde ha ido ganando peso como socio prioritario EH Bildu, con quien el Gobierno acaba de pactar la ley de Memoria Democrática.
EH Bildu echará en cara a Sánchez durante el debate las decisiones “erróneas” que asegura que ha tomado con el Sáhara o Melilla y le reclamará que “deje a un lado la tentación de un giro a la derecha”.
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“Pediremos medidas que profundicen en políticas sociales de izquierda para dar una salida a la crisis en la que no paguen sus consecuencias los de siempre, los más vulnerables”, añaden fuentes de la formación.
Otro socio parlamentario clave para el Gobierno de Sánchez es el PNV, que no ha querido adelantar nada sobre la postura del debate, aunque su portavoz, Aitor Esteban, comentó hace unos días que convendría abordar el tema de Melilla.
El líder de Más País, Íñigo Errejón, avisó de que el debate será un “momento decisivo” para el Gobierno, ya que los ciudadanos deben quedarse con la idea de que “el Estado va a estar ahí” para solucionar problemas como la crisis económica.
Más optimista, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha dicho que el debate debe servir de “revulsivo” para “decir bien claro que con esta mayoría progresista se ha ganado en derechos y la gente vive mucho mejor que con una mayoría de derechas”, aunque cree que queda “mucho” por hacer.
Cataluña y la crisis económica serán los asuntos principales que abordarán en el debate otros grupos como PdeCAT, Junts y la CUP, cuya portavoz, Mireia Vehí, ha calificado de “maquillaje” las medidas aprobadas por el Gobierno para tratar de hacer frente a la inflación.
“O el Gobierno demuestra una tendencia a la izquierda o vamos a un otoño de conflictividad desmedida”, ha augurado.
En la misma línea, el BNG pedirá a Sánchez que tome medidas propias de un “Gobierno progresista”, porque de lo contrario opina que “abrirá la puerta a la derecha y la ultraderecha”, y que cumpla con sus compromisos de la investidura.
También lo reclamará Teruel Existe, que considera que las políticas sobre despoblación del Gobierno “son demasiado tímidas”, mientras que otros partidos regionalistas como PRC o Coalición Canarias demandarán acciones concretas en sus respectivas comunidades autónomas.
En concreto, la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas se quejará de temas que considera que “no van bien o están bloqueados”, como las ayudas a La Palma tras la erupción del volcán, y recordará a Sánchez que sus votos son “decisivos” para sacar adelante iniciativas en el Congreso.
Y UPN pondrá el foco en la “mala situación económica” y denunciará la “involución democrática” que, a su juicio, conlleva los pactos del Gobierno con socios como ERC y EH Bildu.