Andrés Manuel López Obrador ha salido en defensa del activista Julian Assange, el fundador de Wikileaks, y ha pedido que las autoridades estadounidenses le entreguen un indulto. “Si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan a pena máxima y a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la estatua de la libertad”, ha sugerido el presidente de México en su conferencia de prensa de este lunes. El mandatario ha agregado que tratará el tema con su homólogo, Joe Biden, en su próxima visita a Washington el 12 de julio.
Los comentarios de López Obrador se han producido después de que fuera cuestionado por un desplegado publicado este fin de semana por el diario The Washington Post y la organización Reporteros Sin Fronteras. La publicación criticaba la situación de inseguridad y violencia que viven los miembros de los medios de comunicación en México. Doce periodistas han sido asesinados en el país en lo que va de año, a un ritmo de dos asesinatos cada mes. “Es la campaña de desprestigio en contra del Gobierno de México”, ha asegurado el presidente.
Condenar a Assange, ha comentado López Obrador, implicaría que el monumento en Nueva York “ya no es símbolo de libertad”. El mandatario mexicano dijo que ya había tocado el tema con el expresidente Donald Trump y que le hizo llegar un escrito para solicitar que no sea perseguido. “No puede haber silencio”, ha agregado. El presidente ha reclamado que la Casa Blanca financie a varias organizaciones civiles que han sido críticas de su Gobierno, en especial asociaciones de derechos humanos, y ha revirado con el caso de Assange, que estuvo asilado en la Embajada de Ecuador en Reino Unido entre 2012 y 2019.
Wikileaks estuvo detrás de una filtración masiva de cientos de miles de documentos confidenciales y cables diplomáticos del Gobierno de Estados Unidos, y sus revelaciones cimbraron a varios países a principios de la década pasada. “Cuando se dio a conocer esta información participaron varios medios, se pusieron de acuerdo en el mundo para dar a conocer toda la información porque consideraron que era un aporte a la defensa de los derechos humanos, a la libertad de expresión, para no continuar con el doble discurso, con las mentiras, con el estar declarando una cosa y estar haciendo otra”, dijo López Obrador.
Assange enfrentó una orden de extradición en Suecia por delitos sexuales, pero la causa por violación se cerró en 2017, y es uno de los objetivos principales de la justicia estadounidense por filtrar información sensible. El activista australiano acusa una persecución política desde hace varios años. El Gobierno británico firmó su extradición a Estados Unidos el pasado 17 de junio. Desde que Ecuador retiró el asilo a Assange, la Administración de López Obrador barajó ofrecer protección diplomática al fundador de Wikileaks y hubo contactos entre los abogados que lo representan y la Secretaría de Relaciones Exteriores. El presidente refrendó la oferta en mayo y junio pasados, pero hasta ahora no se ha concretado el asilo. “Es un acto vergonzoso”, dijo entonces el mandatario sobre el caso contra Assange.
López Obrador fue invitado a Washington después de que anunciara que no iba a participar en la Cumbre de las Américas que organizó el Gobierno de Biden a principios del mes pasado, en protesta por que no se convocara a Nicolás Maduro de Venezuela, Miguel Díaz-Canel de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua. La semana pasada se anunció que la seguridad fronteriza y los asuntos migratorios iban a dominar la agenda bilateral, así como la integración económica y un plan conjunto para hacer frente a la inflación. No fue hasta este lunes que se dio a conocer que la delegación mexicana iba a traer a la mesa la posible extradición de Assange a Estados Unidos.
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