Expertos de todo el mundo se han dado cita en la URJC para abordar la lucha contra los delitos en el mundo del arte.
Rosa Márquez de la Orden
En tiempos de crisis muchos inversores se refugian en el mercado del arte. Sectores como el de la numismática o las joyas antiguas, donde se utilizan metales preciosos, crecen e incluso aumentan de precio con respecto a las épocas de bonanza. Sin embargo los delitos de falsificación y tráfico ilícito de piezas artísticas también han aumentado y han dado lugar a una criminalidad organizada que requiere de especialistas para combatirla. La universidad Rey Juan Carlos ha reunido a expertos de todo el mundo para abordar esta compleja problemática en el curso de verano ‘El mercado del Arte y los bienes de colección: otro agente en la lucha contra el tráfico ilícito y las falsificaciones’. “Han venido ponentes de primer orden, como el jefe mundial de Interpol, máximos representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil o miembros del Ministerio de Cultura”, explica Ana Vico, coordinadora del curso y directora del máster universitario en Gestión del Mercado del Arte de la URJC.
Entre los temas que se han tratado está la protección del patrimonio cultural, para evitar expolios como los que ha sufrido España a lo largo de su historia. En la actualidad, comenta Vico, el peligro está en países como Ucrania o Siria, vulnerables por culpa de la guerra, en este último la venta de piezas arqueológicas se ha utilizado además para la financiación de grupos terroristas. “En lo que más se ha insistido durante el curso es en la trazabilidad de las obras, que podamos remontarnos a la historia de la pieza, conocer a los anteriores coleccionistas para comprobar que tiene un origen lícito y la colaboración de todos los agentes que formamos parte del mercado del arte para dar a conocer enseguida las obras robadas o falsificadas”.
Criptoarte
Las nuevas tecnologías y la creación digital también se han incorporado al mundo del arte. Es el caso de los famosos NFT (Non Fungible Tokens), que aseguran la autoría del artista para que la obra pueda ser copiada y difundida, pero el original siempre siga en manos del coleccionista que tenga el certificado digital. “Son productos dirigidos a un público muy innovador que en realidad se hacen a medida del mercado por lo que la oferta va creciendo, al contrario que el de las antigüedades, que decrece porque no se puede pedir a un romano que fabrique más obras. En el mercado del arte siempre hay modas y burbujas y esta es una de ellas”.
Al curso, que se ha impartido en la Casa de la Moneda, ha asistido un público muy variado compuesto por directores de museos, responsables del Ministerio de Cultura y estudiantes del entorno de las artes y la cultura.