Los cabildos canarios consideran sorprendente que se sigan cometiendo los mismos errores en la gestión de la inmigración, entre ellos la falta de coordinación entre administraciones y especialmente en el “sangrante” problema de los menores, por lo que reclaman “que no nos ahoguen más”.
Así lo expresó ayer en nombre de todas las corporaciones insulares ante la comisión parlamentaria que estudia la situación de la inmigración en el archipiélago el consejero de Igualdad, Políticas Sociales y Recursos Humanos del Cabildo de Fuerteventura, Adargoma Hernández.
Cuando llegó al cargo, hace aproximadamente año y medio, ni siquiera disponía de la cifra de cuántos inmigrantes había en la Isla y lo que no puede ser, lamentó el majorero, es que una institución se entere a golpe de titulares de que se abre un nuevo recurso para estas personas o que se va a producir un traslado.
En una alocución notable que logró estar a la altura de la gravedad del tema, que ha convertido las aguas de las Islas en un auténtico cementerio donde perecieron ahogados -como mínimo- más de mil personas solo durante 2021, Adargoma Hernández sostuvo que tanto el Gobierno de Canarias como el del Estado van a tener a los cabildos de la mano, “pero no nos ahoguen más” con improvisaciones, porque las pateras no se planifican “y debemos estar preparados” para atender este fenómeno. El consejero insular recordó que la población inmigrante no se reparte de manera homogénea, lo que ocasiona mayor presión demográfica en un territorio fragmentado y se suma a la incidencia del turismo y de la población flotante que habita en Canarias, y lleva a los cabildos a realizar esfuerzos económicos, técnicos y humanos para mejorar la calidad de vida de las personas que entran en las islas de forma irregular.
Hernández reiteró que también llegan inmigrantes por puertos y aeropuertos, lo que también supone un gran esfuerzo sobre todo para los ayuntamientos, por lo que pidió regularizar los protocolos en Sanidad, pues se pasa factura a estas personas cuando son atendidas en Urgencias por no residir legalmente en el país.
“Los cabildos no tenemos demasiadas competencias según las leyes pero sí tenemos competencias morales, aunque a veces no se nos ha tenido en cuenta”, sentenció Hernández, sorprendido de “que sigamos cometiendo los mismos errores y exigiendo lo mismo, más medios, más agilidad en las devoluciones, más infraestructuras para acoger a inmigrantes que no atenten contra los derechos humanos en toda Canarias, porque lo primero es ser solidarios entre nosotros y no enfocar hacia las Islas que tienen una llegada masiva de inmigración, y cuyos servicios no se encuentran preparados para ello”.
Todos los cabildos tienen el mismo problema, el de la atención a los menores inmigrantes no acompañados, que es “sangrante” porque se está atendiendo a niños y niñas en espacios “que se pueden mejorar muchísimo”, subrayó.