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Vox lleva un año y medio en el Parlamento de Cataluña, ¿qué balance hace?
Vox ha abierto el baúl en el cual todos los partidos habían lanzado una serie de temas sobre los que no se podía hablar, pero preocupan a los catalanes, aunque sean incómodos, como la inseguridad, la inmigración ilegal, la falta de alternativa social, que la educación ya no es el principal ascensor social… Por fin hay una oposición real y frontal al separatismo y a la izquierda.
En sus intervenciones en el Parlamento de Cataluña, su discurso no siempre fiscaliza al Govern, a menudo es contra el PSC, ¿es una estrategia o algo coyuntural?
El separatismo y el PSC son lo mismo. En cada sesión de control al Govern vemos a Salvador Illa (PSC) ofreciendo pactos a Pere Aragonès.
Illa ha renunciado al liderazgo de la oposición y yo asumo el testigo. Una de nuestras labores es desenmascarar al PSC, pues es la muleta y es cómplice del separatismo. En Cataluña no hay libertad económica, política y social y es por culpa, también, del PSC.
¿Y el balance del Govern?
Aragonès habla mucho de grandes transformaciones, pero no son más que fuegos de artificio que lo único que hacen es dejar a un lado los verdaderos problemas de los catalanes. ERC y Junts se han limitado a pactar cargos para repartirse el poder. Y en estos pactos ha estado el PSC. El Govern anuncia que abre seis ’embajadas’ mientras recorta 55 millones de euros en dependencia. Este es su proyecto.
En las últimas semanas, Vox ha pactado con Cs y el PP acudir juntos al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) por el tema de la ley de lenguas, ¿veremos más acuerdos entre los tres partidos?
Hemos propuesto pactar con Cs y el PP en otras materias, como en inmigración ilegal y en seguridad, pero no han salido adelante porque no han querido. El pacto sobre la ley de lenguas fue excepcional.
En la final de la Champions League, disputada en París, en los alrededores del estadio de fútbol se vivieron robos y agresiones. Usted defiende que aquella situación se puede dar en Cataluña, ¿no cree que es algo exagerado?
No. Sin duda alguna, se puede dar en Cataluña. En la campaña electoral de 2021 dije que Cataluña es Francia con diez años de retraso, en este tema. Pero ahora creo que no son diez años, son cinco. Cataluña lidera la clasificación de detenciones yihadistas. Hay lugares en los que se vive en una sociedad paralela. El otro día, una mujer que tiene un comercio en uno de estos lugares me decía que, pese a ser independentista de toda la vida, ahora votaba a Vox, por la situación que estaba viviendo en su barrio, que es ya insostenible. Espero que el resto de partidos tomen conciencia. Si no quieren, que no nos den la razón, que utilicen el eufemismo que les dé la gana, pero que reconozcan un problema que ya es inabarcable y podría llegar a ser inasumible.
¿Por qué cree que nos pareceremos a Francia y no a Alemania, con un índice de inmigración mayor que en España y sin tantos problemas?
No sé los datos de delincuentes extranjeros en las cárceles de Alemania, pero aquí tenemos un nivel muy alto. El 81 por ciento de los jóvenes que están en las cárceles catalanas son extranjeros. Esto es fruto del efecto llamada irresponsable del separatismo y la izquierda, que además han convertido el Mediterráneo en un cementerio. Hay que proteger las fronteras, cumplir las leyes de extranjería y no permitir la reincidencia. La inmigración ilegal lleva consigo más delincuencia e inseguridad. Es un tema dramático.
Ustedes defienden mejorar las infraestructuras de Cataluña. En este asunto, ¿coinciden con el Govern?
Distancia infinita con el Govern y Aragonès. Los queremos fuera del tablero político. Los queremos ilegalizar. Pero es evidente que tenemos un problema en cuanto a las infraestructuras. Sin embargo, hay que recordar que la Generalitat gestiona una gran cantidad de infraestructuras y no se pone el foco en ello. Lo primero que tiene que hacer el Govern es cumplir con sus competencias y luego veremos qué se exige al Gobierno para que cumpla lo previsto.
¿Qué balance hace de las elecciones andaluzas?
El balance es positivo porque a Sánchez le queda menos tiempo en La Moncloa. Los andaluces se han dado cuenta de lo que suponen las políticas de izquierdas. Es una buena noticia para España que la izquierda no gobierne en Andalucía, aunque no es la mejor noticia para Vox, que es un instrumento de servicio a España, por lo que estamos contentos con el resultado.
Pero Vox no ha cumplido con el objetivo…
El objetivo era evitar que la izquierda gobernara en Andalucía. Es verdad que no hemos obtenido los resultados que queríamos porque nos presentamos a unas elecciones para presidir San Telmo, y no se ha conseguido.
¿Se ha visto a Macarena Olona como paracaidista?
No. Cualquier español puede presentarse en cualquier rincón de España. Olona ha hecho una campaña potente. Liderará la oposición para construir la alternativa.
Andalucía, Castilla y León, Comunidad de Madrid y Cataluña, parece que Vox tiene un techo que en las elecciones generales no se manifiesta, al menos en las encuestas.
La partida acaba de empezar. Vox es un partido que está creciendo, se está formando. Necesitamos perseverancia.
Según las encuestas, el PP de Alberto Núñez Feijóo sube más que con Pablo Casado y frena el crecimiento de Vox. ¿Feijóo perjudica a Vox?
No veo al PP o a Feijóo como un problema para Vox. El problema es Sánchez. Con el PP hemos de lograr sumar lo suficiente para desalojar a Sánchez. Este es el objetivo.
¿Qué perspectivas tiene para las elecciones municipales del año que viene?
Muy buenas. Entraremos en las capitales de provincia.
¿Ya tienen candidato para Barcelona?
No lo tenemos decidido.
¿Puede ser Josep Bou, actual líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona?
No. Seguro. Bou no será nuestro candidato. Tenemos a militantes y cuadros magníficos en Barcelona como para tener que fichar de otro partido político.
