Marcella Wartenbergh es, desde 2019, la CEO de All We Wear Group (AWWG), el grupo integrado por las marcas Pepe Jeans, Hackett y Façonnable. Pero Marcella Wartenbergh es muchas cosas más. Una líder nata, una persona con ganas constantes de aprender, una apasionada de su trabajo y, para muchos expertos, una de las mujeres más poderosas de México.
Antes de llegar donde está, Wartenbergh ha pasado por multitud de puestos y equipos, aprendiendo desde abajo cómo funciona el negocio. Su secreto, asegura a MagasIN, ha sido “aceptar siempre todos los proyectos que me propusieran” sin temer al fracaso.
“Para mí personalmente es muy importante que la gente tome responsabilidad. ¿Quieres este proyecto? Pues toma. Es lo que hacía yo y gracias a eso aprendí y conocí mucha gente que me ha llenado de ideas y de consejos. Creo que hay que decir que sí, no hay que tener miedo”.
[Tziporah Salamon, icono ‘fashion’: “Una mujer con estilo es una mujer que toca su propio tambor”]
Wartenbergh nació en Canadá, hija de padre holandés y madre mexicana, pero se crio en el país centroamericano. Empezó su carrera en el mundo automotriz, concretamente en Volkswagen, y en 1996 decidió mudarse a Holanda animada por su “diversidad, su inclusión” y porque “había muchas oportunidades para las mujeres”.
“Yo quería explorar, quería el cambio”, afirma con emoción en los ojos. Llegó sin trabajo y, cuando se apuntó a una oferta de empleo, le dijeron que estaba sobrecualificada. A lo que ella contestó: “Me quiero quedar en este país y estoy dispuesta a servir café”.
Así empezó como capturista de datos de Tommy Hilfiger y, desde entonces, su ascenso en la industria de la moda no ha hecho sino crecer.
“Hice captura de datos, producción, sourcing, merchandising, ventas… Hice un poco de todo y a los pocos años me hicieron responsable de la colección de niños mundial. Después, la colección de mujer mundial…”. También trabajó mano a mano con Karl Lagerfeld y, después de muchos años, volvió a México como CEO de PVH en el país, antes de irse a Calvin Klein.
[Las musas de Karl Lagerfeld y los vestidos por los que será eternamente recordado]
“Crecí mucho horizontalmente, o sea, iba cambiando de un puesto a otro y luego hacia una promoción. Esto me hizo aprender mucho del negocio”, sostiene.
Además de su esfuerzo y empeño por crecer en el trabajo, Wartenbergh afirma que “las puertas en esta industria son de las más fáciles para que la mujer crezca cuando quiere”. La cuestión es que hay que tener una “flexibilidad” porque “exige mucho, tiene horarios muy difíciles y muchos viajes”.
“Es un sector en el que hay muchas mujeres, pero es verdad que en cierto momento de sus vidas muchas eligen, por cuestiones personales, pausar un poco más sus carreras. Esa adaptabilidad es importante”.
El reto de AWWG
En 2019 le ofrecieron dirigir All We Wear Group desde Madrid y no se lo pensó demasiado. “Estoy enganchada a los retos, a los cambios, pero sobre todo al querer ser mejor, el seguir creciendo. Creo que como seres humanos nunca debemos hacernos conformistas, tenemos que aprender y aceptar que no sabemos todo”.
Su pasión por el cambio le ha hecho destacar en la transformación de los negocios, que es justamente el objetivo que le ha traído hasta AWWG. “Para mí, el reto está en poder transformar estas tres marcas que son espectaculares, Pepe Jeans, Hackett y Façonnable, cada una con su estilo. PVH es una empresa que me dio muchísimo y fui muy feliz en ella, pero si estás en tu zona de confort dejas de tener miedo y de ser innovador”.
Para transformar AWWG, lo primero que hizo fue, justamente, cambiar el nombre del grupo. “Cuando llegué pensé que era muy importante que todos tuviéramos una sintonía. Tenemos marcas muy potentes, pero nadie reconoce al grupo. Por eso lo primero era que cada una puede tener su propio nombre, pero todas van a tener el mismo apellido: All We Wear Group. Creo que la unión y la colaboración era la parte más importante para poder empezar la transformación”.
Con esa visión conjunta, Marcella Wartenbergh y su equipo desarrollaron un plan basado en cinco pilares: “Producto y marca; el consumidor, centrado en el concepto de engagement; distribución, pensar en todos los canales; la digitalización; y por último, nuestra comunidad, nuestra gente”. Para Wartenbergh, su gente, su equipo, al que no deja de alabar durante la entrevista, es “el elemento más importante”.
“Puedes tener una marca, un producto, pero los resultados los va a dar la gente”, subraya.
La sostenibilidad como prioridad
Todo ello, con la sostenibilidad como eje principal, un tema que apasiona a Wartenbergh y que considera completamente necesario. “Ser sostenibles es una responsabilidad, no es una obligación. Estoy de acuerdo y me encanta que los gobiernos nos estén empujando a tomar ciertas decisiones más rápido y que nos estén apoyando. Es una transformación que requiere gente, inversión, un mindset… Hay que entrenar a la gente para que piensen distinto”.
Al igual que su plan de transformación, el camino a la sostenibilidad de la empresa se basa en cuatro valores o cuatro ‘P’:
“El primero es el producto. Aquí hablamos de emplear materiales sustentables, de eliminar la mayoría de los químicos. Ya no tenemos ningún químico que pueda dañar al planeta, ninguno. Todos nuestros jeans tienen cero químicos dañinos. Actualmente tres de cada cuatro jeans que salen de esta empresa, se fabrican materiales sustentables. Además, ahorramos muchísima agua. Antes utilizábamos hasta 25 litros por unos lavados y ahora lo hacemos con una taza. Estamos muy orgullosos de eso”.
La segunda p se refiere a los partners con los que trabaja AWWG. “Queremos que sean éticamente transparentes, que apoyen la diversidad, que sean empresas que realmente apoyen también a los retos de sostenibilidad en emisiones, energía… En definitiva, que nuestros partners piensen como nosotros”.
Después estaría places (lugares). “Tenemos también una responsabilidad en nuestras oficinas, en nuestras tiendas, en nuestros almacenes. Porque si tenemos un producto muy sustentable, pero luego gastamos todo el agua en nuestro almacén, ¿de qué sirve? O nuestro packaging de e-commerce, que ahora es totalmente reciclado”.
Como último valor está, de nuevo, la gente (p de people). “Para ser una empresa sostenible tenemos que pensar en nuestra gente y en su calidad de vida. Pasamos muchas horas en las oficinas y por eso es importante poder tener aire fresco, un horario flexible de entrada y de salida, horas de remoto…”.
Pandemia y oportunidad
La llegada de la Covid en 2020 les obligó a modificar su plan, aunque sin perder de vista ese objetivo final. Es más, Wartenbergh vio la pandemia como otra oportunidad para innovar y pensar todo de forma distinta. “Como empresa, identificamos muchísimas áreas de oportunidad. A veces necesitamos como un shake (una sacudida o revulsivo) en la vida para poder decir: lo afrontamos y vamos hacia delante”.
“La pandemia nos cambió como seres humanos, en la forma de trabajar, de hacer negocios… Y también nos ayudó a quitarnos ciertos miedos. Nos obligó a tomar ciertos riesgos en los procesos, cosas que pensabas que eran inimaginables como el trabajo de remoto para todos. Creo que nos mostró que podíamos trabajar muy bien digitalmente, estando más unidos que nunca”.
Unas semanas antes habían empezado a implementar su programa “Reset” y, con la llegada de la pandemia, se hicieron la siguiente pregunta: ¿cómo la podemos utilizar? Así, mantuvieron ese plan de cinco prioridades, pero focalizándose en la digitalización y el desarrollo del e-commerce (comercio digital) y las redes sociales.
“También lo aprovechamos en la parte de producto para reencontrarnos con el ADN de nuestras marcas y con el consumidor. Nos reorganizamos, reestructuramos las funciones…”.
Esa transformación, en unas circunstancias tan complicadas como las de la pandemia, fue todo un reto, pero Wartenbergh se siente muy orgullosa del esfuerzo realizado. “Somos más de 4.000 empleados y cuando tienes un equipo y todos juntos tenemos que salir adelante, te digo que 4.000 familias salimos adelante. Se pueden sentir muy orgullosos”.
Además, todo ello ha traído consigo muy buenos resultados y la CEO espera seguir esa senda. “Desde el punto de vista financiero, seguiremos creciendo. Recientemente, hemos entregado los informes y hemos hecho un 175% del ebitda superior al previo a la Covid. Me siento muy orgullosa porque fue un resultado que costó mucho para toda la gente, pero hoy la empresa es más fuerte”.
Para el futuro, Wartenberh declara que seguirán con su plan de transformación, dando otro aire a cada una de sus marcas, aunque manteniendo su esencia, y anuncia además, que Hackett dará “muchas sorpresas”.
“Hackett siempre se ha posicionado como una marca de hombre muy clásica, pero moderna. Pero en los próximos meses lanzaremos la parte de mujer porque también existe una mujer de negocios, una mujer que quiere vestir profesionalmente”.