Representantes de siete cámaras afiliadas al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), confirmaron que no existe ningún tipo de acercamiento entre sus organizaciones y el Gobierno de Daniel Ortega, como no sea para gestionar permisos o licencias, “igual que un ciudadano que tenga problemas con Enacal, se acercaría a hablar con alguien de Enacal”, ilustró el gerente de la Comisión Nacional de Productores de Azúcar, (CNPA), Mario Amador.
César Zamora, presidente del Cosep, generó revuelo este martes 21, cuando declaró a Noticias 12, que las cámaras tienen, hoy, diálogos con las autoridades, y está en sus agendas ir resolviendo esos temas. Parte de la discusión con el BCIE, es ver esos temas de manera corporativa”, dijo asegurando que el Banco Centroamericano de Integración Económica opera como “facilitador”.
El común denominador de los empresarios y gerentes consultados, es que, antes de sentarse a hablar de temas políticos con el Gobierno, debe darse la liberación de todos los presos políticos.
Amador destacó que “lo que más ha causado ‘ruido’, es que se diga que hay un diálogo, pero eso no es como en 2018, sino comunicación entre empresarios y entidades de Gobierno para poder operar. Todo empresario requiere hablar con el Gobierno, las alcaldías, la DGI, el MTI, el Mitrab, o la Empresa Nacional de Puertos, pero una mesa como la de 2018, no la hay. Eso no existe”, aseguró categórico.
Explicó que sí hubo una reunión que se generó a partir de una invitación que hizo el BCIE a algunas cámaras afiliadas al Cosep, a la que acudieron tres altos funcionarios del Gobierno (el presidente del Banco Central, Ovidio Reyes; el ministro de Hacienda, Iván Acosta, y el Superintendente de Bancos, Luis Ángel Montenegro), “pero fue para esos temas específicos”, reiteró.
Consultada al respecto, la presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), Carmen Hilleprandt, detalló que “cuando nuestros socios tienen un tema que debe ser tratado con cualquier entidad como Hacienda, DGI, Aduanas, o Mific, buscamos cómo ser un facilitador, para que ellos puedan seguir haciendo negocios. Buscamos cómo apoyar a nuestra membresía, al socio de la Cámara de Comercio, tratando de resolver la problemática que puedan tener, haciendo las propuestas que consideremos pertinentes”.
¿Diálogo? Libérenlos primero
Otros cinco hombres de negocios que expresaron sus puntos de vista con la condición de que no se revelaran sus nombres, reiteraron que no hay ningún tipo de acercamiento con la cúpula del Gobierno, ni existe interés por algo como eso, en las condiciones actuales.
El presidente de una entidad gremial que apoya la actividad productiva, adelantó que el día que haya una invitación formal para un diálogo con el Gobierno, van a llamar a asamblea, para que sea el pleno quien decida si deben atender o no, “una invitación que al día de hoy, no hemos recibido, y de la que ni siquiera hay señales”.
“¿Cómo vamos a ver aspectos de la vida nacional, si los representantes del sector privado siguen en la cárcel, recibiendo tratos crueles, y cumpliendo condena injustas?”, cuestionó.
Amador recuerda que “el Cosep ha dicho que cualquier diálogo político, pasa por la liberación de los presos políticos. Hay voces dicen que no dialoguemos con el Gobierno, pero casi no hay conflictos que no hayan terminado por medio de un diálogo. Eventualmente, tenés que hablar, porque si no, no vas a llegar a ningún lado”, señaló.
Pero el gerente de una cámara que presta servicios a las empresas, opina que una nueva propuesta gubernamental de ‘diálogo’ suscitaría una enorme discusión, siendo que hay empresarios que tienen grandes intereses, “a los que no les quedaría más que aceptar”, y otros que son más independientes, y no quieren saber nada de El Carmen.
En todo caso, observa, “a estas alturas, los empresarios tienen mucho que perder, y más que antes, porque las ganancias se les están yendo en pagar impuestos”, recordó.
Otra de las fuentes -que presidió una cámara del sector servicios- no ve posible atender un hipotético llamado a diálogo, porque los representantes del sector privado sabrían que los están invitando “con una pistola en la cabeza, y por eso mismo es difícil decir que no, pero ¿qué vas a ‘armonizar’ si el otro te apunta con una pistola?”, cuestionó.
Finalmente, un economista que presta servicios a otra cámara empresarial, dijo que ellos tienen reuniones con el Gobierno, para resolver los problemas que enfrentan sus agremiados, hostigados por el cobro de impuestos y las trabas aduaneras, y convencidos de que “esto no abona al clima de negocios, y ocurre como una forma de presión y hostigamiento para imponer la voluntad del gobernante”.
Reiteró que “en Cosep hay consenso de que la salida a la crisis requiere de negociación”, aunque no hay un acuerdo sobre la agenda, porque mientras algunos proponen enfocarse solo en lo económico, otros opinan que debe haber un enfoque más integral, y hay otros que siguen teniendo una relación ‘normal’, que no se alteró ni siquiera durante la Rebelión de Abril de 2018.
“La única reunión donde hubo una rama de olivo, fue durante la cita a la que invitó el BCIE, porque ahí estaban tres funcionarios de Gobierno, y eso es político, pero no se discutió nada político”, reiteró.
Gestiones, nada más
“Nosotros no fuimos invitados [a la cita con el BCIE], así que no asistimos, y si nos hubieran invitado, no hubiéramos asistido, porque eso iba a propiciar una amable componenda que pudo haberse malinterpretado, en la situación que estamos viviendo”, dijo el presidente de la entidad gremial que apoya la actividad productiva.
“No conozco que el sector privado esté ‘en reuniones’, pero si nos tocara atender un tema regulatorio, de Aduana, trámites, permisos, para nuestro trabajo diario, eso sí se tiene que dar porque si no, se paralizan las empresas, pero no tenemos un canal de comunicación con el sector público. No sé a qué se refiere César”, indicó.
Por su parte, el expresidente de la gremial agrícola, dijo que ellos no han tenido ninguna reunión con el Gobierno, pero “tendremos que hacerlo cuando haya que gestionar algún permiso o licencia. Con el BCIE, solo nos vimos la vez que ellos convocaron a su nuevo edificio, pero eso fue del dominio público, porque salió en todos los medios”.
Hilleprandt, de la Cámara de Comercio, reconoció que los representantes de varias cámaras se han reunido con el BCIE, y que ellos en particular recibieron la visita de funcionarios de esa entidad regional “para presentarnos sus proyectos, y ver cómo pueden beneficiarse nuestros socios, en las condiciones en que se ofrecen. Ellos andan ‘socializando’ para que tengamos la información, y que sepamos cómo se puede acceder a los bancos”.
El gerente de la cámara que presta servicios a las empresas, aseguró que “no se nos ocurre reunirnos con el BCIE, y si se trata del Gobierno, solo con mi ente regulador, al que tenemos que visitar para presentar un informe o pedir una carta, pero no para hablar de nada político”.
La fuente que presidió la cámara del sector servicios, aseveró que ellos tampoco tienen contactos, ni con el Gobierno, ni con el banco regional. “El que giró la invitación fue el BCIE, pero a través de un pequeño grupo de confianza de César Zamora, para controlar el tono de la reunión, y los temas”, aseveró.
Finalmente, un economista que presta servicios a otra cámara empresarial, señaló que si uno de sus socios atendió la invitación del BCIE, fue “a título personal, no institucional”, y aprovechó para plantear las trabas y obstáculos que hay que superar para acceder a los recursos de los que el Banco dispone para financiar a las pequeñas empresas. “No sabíamos si iba a estar el Gobierno, pero se sospechaba que sí”, y tenían razón.
En las semanas posteriores, están a la espera de poder reunirse con representantes del BCIE, para que los socios de la cámara a la que pertenece conozcan su oferta de recursos, y determinar si pueden acceder a los mismos.
Acerca de las supuestas reuniones con el Gobierno, dijo que lo único que hay, son las gestiones que tienen que hacer para obtener la carta de cumplimiento que les permite seguir operando; y los contactos con los técnicos de entidades como la DGA, el IPSA, o diversas comisiones gubernamentales, lo que es válido para sectores como energía, banca, zonas francas y minas, que son regulados y deben interactuar con el Gobierno.