El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió este 7 de junio dejar atrás el escándalo del ‘Partygate’, que lo tuvo al borde de ser revocado y que superó con el voto de confianza del gobernante Partido Conservador. El político pidió a sus ministros centrarse en las labores gubernamentales, pero la votación demostró que el respaldo al interior de su bancada –y su liderazgo– se encuentra debilitado.
Boris Johnson trata de reimpulsar su mandato e imagen con los conservadores divididos tras sobrevivir a la moción de censura.
El primer ministro británico prometió este martes 7 de junio “seguir adelante con el trabajo” y centrarse en “lo que le importa al pueblo británico”, definido por él como la economía, la atención médica y el crimen, después de que los ‘tories’ depositaran 211 votos a favor y 148 en contra sobre su continuidad en el cargo.
“Ahora podemos trazar una línea sobre los temas de los que nuestros oponentes quieren hablar” y “hacer avanzar al país”, afirmó el dirigente político ante su equipo de Gobierno.
This is a government that delivers on what the people of this country care about most.
We are focused on uniting and levelling up across the country and unleashing the potential of the whole United Kingdom. pic.twitter.com/r85ZrFhJNc
— Boris Johnson (@BorisJohnson) June 7, 2022
Johnson agradeció a los ministros del gabinete por su apoyo y los instó a impulsar reformas para reducir los costos para los consumidores y las empresas.
“Ahora podemos trazar una línea sobre los temas de los que nuestros oponentes quieren hablar, y podemos seguir hablando sobre lo que creo que la gente de este país quiere que hagamos”, dijo el líder británico.
Su primer desafío es convencer a sus aliados de más alto rango, algunos de los cuales probablemente se habrían postulado para reemplazarlo si lo hubieran expulsado, de que podrá superar los cuestionamientos sobre su autoridad para continuar en el cargo.
Las dudas se ciernen sobre el liderazgo de Johnson
Con la votación del lunes 6 de junio, el premier sobrevivió políticamente, pero con más de la cuarta parte de su movimiento que sufragó en su contra, quedan al descubierto profundas divisiones al interior del Partido Conservador.
El panorama abre serias dudas sobre cuánto tiempo puede permanecer Johnson en el cargo.
Según las reglas del partido, Johnson queda libre de otro voto de confianza por un año. Sin embargo, los primeros ministros que lo antecedieron y se han enfrentado a votos de censura han sufrido un daño profundo e irreparable.
Un número creciente de legisladores conservadores teme que la imagen de Johnson se haya deteriorado por el escándalo de ética del caso conocido como ‘Partygate’ y se haya convertido en un lastre para los votantes conservadores.
Para muchos, las fiestas con alcohol en las que el líder del Gobierno participó justo cuando el territorio británico atravesada por un estricto confinamiento debido a la pandemia del Covid-19, planteó serias dudas sobre su capacidad para gobernar, más aun en un momento de creciente tensión económica y social.
Britain’s embattled PM Boris Johnson vowed on Tuesday to plough on with policy priorities a day after fending off a no-confidence vote, but was urged by Conservative predecessor William Hague to quit and save the nation from further “agonies” https://t.co/aEEWmSmEVn pic.twitter.com/baK8EsZk8N
— AFP News Agency (@AFP) June 7, 2022
El exlíder conservador William Hague pidió a Johnson que renunciara y dijo que “el daño causado a su cargo de primer ministro es grave”.
“Se han dicho palabras que no se pueden retractar, se han publicado informes que no se pueden borrar y se han emitido votos que muestran un mayor nivel de rechazo que el que cualquier líder ‘tory’ ha soportado y sobrevivido”, escribió Hague en un artículo de opinión para ‘The Times‘, cuyas palabras fueron reproducidas por los medios británicos.
Y el legislador Philip Dunne, que votó en contra de Johnson, remarcó los desafíos a los que se enfrenta el dirigente cuando señaló que “esto no ha terminado”.
Johnson necesitaba el respaldo de 180 de los 359 legisladores conservadores para permanecer en el poder. Obtuvo 211 apoyos, más de ese límite, pero pese a que describió la victoria como “convincente”, la rebelión ha sido mayor de lo que algunos expertos habían pronosticado: 148 votos en contra que pesan al primer ministro y a su partido.
El margen fue incluso más estrecho que el que obtuvo su predecesora, Theresa May, en una moción de censura de 2018. A pesar de superarla, las presiones y cuestionamientos sobre su liderazgo frente al Brexit continuaron y la líder se vio obligada a dimitir seis meses después.
“Vendrá como un gran golpe. Y creo que les preocupará que esta historia aún no haya terminado (…) La realidad es que estos concursos tienen la costumbre de exponer cuán débil es la autoridad de un primer ministro”, indicó sobre la situación que podría enfrentar Johnson, Tim Bale, profesor de política en la Universidad Queen Mary de Londres.
Los votos en contra desde su bancada también son una señal de profundas divisiones entre los conservadores, menos de tres años después de que Johnson llevara al partido a su mayor victoria electoral en décadas.
La mayoría de los diarios y tabloides locales coinciden en que el resultado en todo caso representa malas noticias para un líder que siempre ha mostrado una habilidad poco común para ignorar los escándalos.
‘The Daily Telegraph’, con tendencia a apoyar a los ‘tories’, anunció que “la victoria hueca destroza a los conservadores”, mientras que ‘The Times’ llamó a Johnson “un vencedor herido” y ‘The Daily Mirror’, de tendencia izquierdista, publicó sin rodeos: “Se acabó la fiesta, Boris”.
“Se ganó clara y decisivamente”
Por encima de la evaluación de la posición en la que queda el primer ministro, sus partidarios acérrimos se aferran a destacar que superó la votación.
El viceprimer ministro Dominic Raab aseguró que el partido debería “trazar una línea en la arena después de esta votación”. Raab subrayó que “se ganó clara y decisivamente”.
La votación siguió a meses de creciente descontento por la falta de ética y juicio del primer ministro, que se centró en las revelaciones de los infractores de la ley en la oficina del político mientras el resto del país vivía en aislamiento. Por esos días, miles de ciudadanos morían por la emergencia sanitaria y muchos estuvieron impedidos de visitar a familiares moribundos justamente por las reglas impuestas desde la Administración de Johnson.
En un informe del mes pasado sobre el escándalo del ‘Partygate’, la investigadora del servicio civil Sue Gray afirmó que el premier, junto a los funcionarios que organizaron esos encuentros en Downing Street entre 2020 y 2021, deben asumir la responsabilidad por las “fallas de liderazgo y juicio” que crearon una cultura de incumplimiento de las reglas en el Gobierno.
Los analistas destacan que Johnson probablemente “contraatacaría” con recortes de impuestos y otras políticas diseñadas para atraer a la base de votantes de tendencia derechista de su partido.
Pero la situación ya ha trascendido durante meses y ha elevado el descontento ciudadano. Las encuestas le dan al opositor Partido Laborista, de centro-izquierda, una ventaja a nivel nacional, y Johnson enfrentará más presión si los conservadores pierden las elecciones especiales a finales de este mes para dos distritos parlamentarios, convocadas también luego de que algunos legisladores conservadores en ejercicio fueron expulsados por escándalos sexuales.
Con Reuters, AP y medios locales