La Cumbre de las Américas, el encuentro de más alto nivel político en el hemisferio occidental, se vio empañada tras la decisión de Estados Unidos de excluir de la invitación a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
A juicio de algunos presidentes latinoamericanos, la Cumbre del 6 de junio en Los Ángeles, perdió valor, incluso para de aquellos países con diferentes ideologías políticas.
La situación escaló a tal grado de que países como Mexico, Argentina, Bolivia, Guatemala y Honduras hasta hace unas horas continuaban con el argumento de que, si no hay inclusión, ellos no asistirían al evento en Los Ángeles.
En el sur de California, algunos activistas comunitarios ya ven la cumbre como un evento fallido, pero no para Biden o los presidentes que se rehúsan a asistir, sino para la comunidad inmigrante en Estados Unidos, y la gente de esos países que enfrenta la pobreza y el crimen organizado.
Estos activistas le piden a los presidentes invitados a asistir enfatizando que el tema de la inmigración es importante.
Francisco Moreno, activista del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM) en el sur de California, dijo que cree que el presidente “Biden no pierde ni simpatía ni votos porque solo se aferra a sus políticas antidemocráticas y antiautoritarias.
“La comunidad inmigrante en Estados Unidos y en muchos otros países de Latinoamérica siempre han apoyado a Biden porque es nuestro aliado en el tema de la inmigración”, dijo Moreno.
“La cumbre debe seguir por lo menos con los cancilleres representantes de los presidentes que se rehúsan a asistir. Esta es una oportunidad para abordar el tema de inmigración, la inflación, la pobreza y la recesión en Estados Unidos y otros países.”, dijo Moreno.
Más de la mitad (53%) de inmigrantes en California son ciudadanos norteamericanos naturalizados, y otro 25% tiene algún estatus legal (incluyendo tarjetas de residente y visas). Según el Centro de Estudios de Migración (Center for Migration Studies) https://www.ppic.org/wp-content/uploads/jtf-immigrants-in-california-spanish.pdf , cerca del 22% de inmigrantes en California son indocumentados.
Rosa Posadas, presidenta de la Unión de Guatemaltecos Migrantes, dijo que su punto de vista la cumbre no tiene trascendencia a largo tiempo, porque el evento es solo una oportunidad de fotografía.
Sin embargo, la activista destacó que la comunidad inmigrante espera más de sus presidentes que berrinches ante más de cinco años de olas inmigrantes a Estados Unidos.
“Estos eventos son simbólicos. En realidad, lo que a muchos inmigrantes nos gustaría ver, es que nuestros presidentes pidan visitas individuales, sentarse en la mesa con Biden y realmente encontrar soluciones a la inmigración, la pobreza, el narcotráfico y muchos temas más de forma individual y con hechos”, dijo Posadas.
La administración de Biden ha sido criticada por no poner fin al Título 42, una política que hace que los migrantes esperen en la frontera para solicitar asilo debido a preocupaciones por el COVID-19.
A pesar de que los CDC intentaron poner fin a la política en mayo, pero un juez federal en Luisiana dictaminó que tenía que continuar.
De acuerdo con la activista, los países del Triángulo Norte de Centroamérica, el nombre con el que se conoce a los tres países centroamericanos de Guatemala, Honduras y El Salvador por su integración económica, son los que deberían estar mas interesados en asistir en persona.
“En el caso de Guatemala, cuyo presidente se niega a asistir, la comunidad quiere ver resultados positivos en cuanto a inmigración y no berrinches”, dijo Posadas.
“Los activistas de inmigración queremos dejar de ver masas saliendo de nuestros países, varados, extraviados y hasta muertos en países ajenos tratando de pisar tierra estadounidense”, dijo.
Angela Sanbrano, codirectora ejecutiva de la Red Nacional de Jornaleros y presidenta de la mesa directiva del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), sostuvo que en esta cumbre los que tienen mucho que perder son los presidentes invitados que escogen no asistir.
“La ausencia de estos presidentes, aun si envían a sus cancilleres, limita capacidad de presionar a Biden, sobre todo en tema de inmigración.
“Biden resulta ileso porque está bien posicionado con la comunidad inmigrante, y le es fácil culpar a los republicanos por no avanzar en una reforma migratoria como la prometió en su candidatura. Biden no se siente presionado. Los perdedores son los inmigrantes que llevan décadas sin reforma”, dijo.
Tanto activistas como expertos estân de acuerdo en un punto, en qui Biden es el que pierde menos en esta Cumbre, aunque algunos no vean mal.
David R. Ayón, investigador asociado y profesor en el Instituto de Estudios Gubernamentales de UC Berkeley, estuvo de acuerdo con los activistas en que Biden resulta ileso.
Ayón añadió que los países que decidan faltar no resultarán muy lastimados tampoco.
“Las democracias en retroceso (aquellos países que deciden no asistir) tienen poco o nada que perder porque no temen que Biden las señale para atacarlas, como lo haría y lo hizo Trump”, dijo Ayón.
Por ejemplo, el presidente de Mexico, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), está en una posición política dominante en casa. Al igual que su antecesor inmediato, AMLO temía el daño que Trump hizo y podría hacer con su retórica y amenazas antimexicanas, por lo que tanto el último régimen del PRI como la administración de Morena buscaron apaciguar a Trump.
“Pero en esa ocasión AMLO sabe que Biden no intentará lastimar a México, por lo que es literalmente barato para él, básicamente sin costo alguno, desafiar a Biden”, dijo Ayón.
El profesor cree que un presidente latinoamericano fuerte con credenciales democráticas incuestionables podría haber tratado de redefinir el tema principal y el propósito de la Cumbre en términos económicos. Asimismo, la región podría y probablemente se beneficiará de los esfuerzos de Estados Unidos para reducir su exposición económica a China.
Sin embargo, “los países latinoamericanos se benefician de la competencia entre Estados Unidos y China por lazos más estrechos e influencia en la región. Pero no existe un liderazgo regional real que pueda involucrar a Estados Unidos con este fin, especialmente con el presidente Bolsonaro al frente de Brasil y AMLO en el poder en México”, dijo.
Por otra parte, aquellos países que no fueron invitados solo podrían verse significativamente perjudicados si la Cumbre fuera un claro éxito, especialmente en lo que respecta a la afirmación de los valores democráticos, dijo el profesor.
“Es poco probable que ese sea el caso. Los regímenes autoritarios prosperan con la apariencia de un conflicto con Estados Unidos agradecen la oportunidad de adoptar una pose de desafío”, sostuvo.
El profesor cree que finalmente Biden escogió su postura de eliminar de la cumbre a algunos países, porque el nivel de apoyo político interno de los regímenes autoritarios es difícil de medir.
“Si tuvieran mucha confianza en su nivel de apoyo popular, no necesitarían actuar de manera tan autoritaria: reprimir la disidencia, encarcelar a los opositores, prohibir los medios independientes y la organización de la oposición. La ‘aceptación’ de un gobierno autoritario no es lo mismo que un apoyo democrático creíble. Los regímenes más dictatoriales son capaces de organizar impresionantes marchas y desfiles. Corea del Norte es el mejor ejemplo”, dijo.
En cuanto cómo cree que esta posición afecta a Biden ante los republicanos y demócratas, el experto indicó que el público estadounidense “principal” está, con muy raras excepciones, desinteresado en América Latina y las relaciones de Estados Unidos con la región.
“Una cumbre fallida obviamente no ayudará a Biden con nadie, pero las noticias avanzarán muy rápido”, dijo.
Al final, Ayón dijo que es muy difícil imaginar cómo la Cumbre, como quiera que sea, puede afectar la posición de Biden entre los votantes demócratas.
“Cuando se organizó y llevó a cabo la primera Cumbre en Miami, durante el primer mandato del presidente Bill Clinton, estaba claro que tenía la intención de ganarse el favor de los votantes latinos en Florida. Aunque Obama ganó dos veces en Florida, el estado está fuera del alcance de Biden o de cualquier posible candidato presidencial demócrata”, dijo.
Al no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre, la acción a Biden ante el mundo depende en última instancia de la lente de sus propias posiciones y actitudes con respecto a la democracia y el autoritarismo en el mundo de hoy, dijo Ayón.
El profesor estuvo de acuerdo en que Biden será afectado en lo mínimo, porque a su punto de vista, el público estadounidense “principal” está, con muy raras excepciones, desinteresado en América Latina y las relaciones de Estados Unidos con la región.