La firma de consultoría empresarial contrata a JPMorgan y Goldman para estudiar una posible fragmentación que, de realizarse, significaría ganancias inesperadas para los socios.
Una fragmentación dejaría en libertad al negocio de asesoría empresarial para trabajar con las empresas auditadas por EY.
El grupo analiza una salida a la bolsa o una venta parcial de su negocio global de asesoramiento como parte de la transformación más profunda de la firma contable en 20 años, según personas cercanas a la negociación. Cualquiera de las dos opciones aumentaría la posibilidad de una importancia ganancia para los actuales socios de EY, algo parecido a lo que ocurrió con la Oferta Pública Inicial (OPI) de Goldman Sachs en 1999 y Accenture en 2001.
La firma, que junto con Deloitte, KPMG y PwC domina el negocio contable (las famosas Big Four), está analizando una partición histórica como solución a los conflictos de interés que vienen acosando a la profesión y que tanto atraen el escrutinio regulatorio. El negocio de asesoría de EY, que ofrece consejos sobre impuestos y operaciones, generó ingresos por US$ 26.000 millones el año pasado y emplea a 166.000 asesores. El negocio de auditoría de EY, que generó ingresos por US$ 14.000 millones el año pasado, podría quedar como una sociedad luego de cualquier fragmentación. Algunos asesores pasarían al sector de auditoría para sostener su trabajo en áreas como impuestos, según personas cercanas a los detalles.
El nuevo negocio independiente de asesoría tendría la posibilidad de incorporarse como compañía, lo que le permitiría tomar financiamiento externo mediante una venta o una OPI. La nueva inversión podría ayudarle a crecer y competir con los grandes negocios de consultoría como Accenture, que reportó ingresos por US$51.000 millones el año pasado y está valuada en unos US$ 200.000 millones en la Bolsa de Nueva York.
Una fragmentación, además, permitiría al negocio de asesoría de EY conseguir trabajo en las compañías auditadas por EY, lo que le abriría una cantidad de nuievos clientes que actualmente no le están permitidos por las reglas de independencia. A EY la asesoran en esta planificación JPMorgan y Goldman Sachs, ambas con conocimiento en estas cuestiones. Los bancos no han hecho comentarios.
Los socios senior de la firma aun no han hecho una propuesta firme al resto de los socios sobre si proceder con una reestructuración y qué forma tendría. La venta de parte del negocio a accionistas externos significaría un cambio profundo. Un socio senior de otra firma dijo que vender parte del negocio y entregar la ganancia a los socios alteraría de manera importante la estructura actual, donde “uno entra desnudo y sale desnudo”·y el capital dl negocio se preserva para la próxima generación.
Las Big Four están estructuradas como redes de firmas miembro legalmente separadas que pagan una anualidad por recibir asesoramiento en tecnología, sistemas y branding. Esta estructura les ha impedido recibir inversiones externas o realizar transformaciones profundas porque requieren amplio consenso de todo el negocio.
Sin embargo, EY es considerada por muchos contadores como la mejor ubicada entre las Big Four para implementar cambios importantes porque sus jefes globales tienen más influencia que sus competidoras, donde los socios rasos tienen más poder.
Los socios en EY igualmente tendrán la oportunidad de votar cualquier cambio. Interrogada sobre si EY podría buscar la aprobación de los inversores antes de ir a votación, una persona familiarizada con el tema dijo: Estamos analizando esas opciones. Analizaremos cuál es el verdadero interés de todos los inversores”. EY y otras firmas de servicios profesionales reciben todo l tiempo llamadas de firmas de capital privado que buscan invertir en partes de sus negocios, dijo la misma persona.
Una OPI sería más difícil de llevar adelante que una venta privada de participación, agregó el vocero. Una fragmentación en EY obligaría a sus rivales a decidir si la imitan. El viernes, PwC, Deloitte y KPMG dijeron que crecían en los beneficios de tener bajo el mismo techo sus negocios de auditoría y consultoría. PwC dijo que “no tiene planes de cambiar de curso” mientras Deloitte dijo que “están comprometidos con el actual modelo de negocios”.
KPMG dijo que un modelo multidisciplinario “tiene una cantidad de beneficios”. Una fragmentación probablemente generaría desacuerdos de algunos de los socios. Auditar siempre ha tenido menos márgenes de ganancias y podría tener dificultades para reclutar y retener personal, especialmente los socios expertos que ganan la mayor parte de sus ingresos con la consultoría pero brindan experiencia vital en áreas como impuestos, dijeron socios de las Big Four. EY no hizo comentarios sobre la posibilidad de vender una participación o ir a una OPI. Luego de la noticia de su plan de fragmentación , el CEO global Carmine Di Sibio dijo al personal en un correo electrónico que “todavía no se ha tomado ninguna decisión”.