La zanahoria, cuya parte comestible es la raíz, muestra un color anaranjado, aunque las hay de otros colores: rojas, amarillas y moradas. Es altamente consumida y gustada por su sabor dulce que cautiva, es jugosa y crujiente al paladar. Incluirla en la dieta es una buena opción, porque es una excelente fuente de betacarotenos, que son los pigmentos antioxidantes, es rica en proteínas, carbohidratos, potasio, sodio, calcio, fósforo, azufre, yodo, sodio y hierro, así como vitaminas. Contiene carotina, pigmento primario de todos los vegetales de color anaranjado intenso.
A tomar en consideración: al escoger la zanahoria durante la compra, abundante por cierto en los mercados, debe estar limpia de tierra, con su piel firme, con un color brillante y parejo, sin manchas y brotes o manchas verdes que le aportarán un sabor amargo. Prefiera las más tiernas, porque de lo contrario tienen menos carotenos; se busca que sean parejas, es decir, con estrechamiento uniforme y sin raíces laterales. Si las compramos en los mercados, es posible que sí tengan hojas, las cuales deberán ser de color verde y frescas; estas hojas se pueden emplear en ensaladas, combinadas con otras hojas verdes o lechugas o para preparar licuados. Se conservan bien en refrigeración por un par de semanas.
Es fácil de preparar y está presente en un sinfín de recetas.
Es fácil de preparar y está presente en un sinfín de recetas, se consume cruda, en jugo, rallada, en rodajas o en cubos para las ensaladas o en bastones para acompañar un hummus o en dips, o cocida como guarnición, aportará sabor y colorido a los platillos. Es un elemento aromático de los fondos o sopas, prepare al vapor, su color lucirá intenso; también puede asarla, saltearla, agregarla a guisos o prepare salsas para acompañar carnes o vegetales, como por ejemplo un guiso de frijol blanco, espinaca y salsa de zanahoria o en puré sola o combinada con papa donde, al mezclarla, logrará que luzca marmoleada. Cabe mencionar que la zanahoria es una de las papillas preferidas de los bebés, para lo que deberá estar bien cocida, triturada y colada: resulta ser un alimento digerible. Asimismo, es un ingrediente más de la repostería, incluso como sustituto del azúcar por el mismo dulzor que aporta a las recetas.
La zanahoria permite diversos cortes según lo indique la receta, como la juliana, bastones, dados, etc. Combina de maravilla con arvejas, manzana, puerro, apio, espárragos, ejotes, jugo de naranja y frutos secos. Se recomienda consumir la zanahoria cocida, porque resulta más nutritiva, debido a que sus betacarotenos serán más asimilables. Procure servirla con un poco de grasa al saltearla o vierta un chorrito de aceite de oliva, y así el organismo absorberá de mejor manera el caroteno; en la medida de lo posible, consuma tan pronto la cocine, para que retenga sus propiedades nutritivas. Por tanto, disfrute de las bondades de la zanahoria en sus comidas, bebidas y postres, de una y mil maneras.