José Antonio Senz de Broto fue durante 36 años presidente de la Federación Aragonesa de Tenis, un cargo que compaginó más de una década con el de vicepresidente de la Federación Europea de Tenis y representante de la Federación Española en las asambleas internacionales. Por ello, era la persona a la que se le había encomendado en abril de 2018 viajar a Orlando (EEUU) para votar en la Asamblea General Anual en la que se debía decidir sobre el cambio de la Copa Davis promovido por una empresa del futbolista Gerard Piqué. Sin embargo, en el último momento el presidente de la Federación Española, Miguel Díaz Román, decidió cambiar al delegado español que debía votar en Orlando por otro: por el vicepresidente segundo de la Federación, Tomàs Carbonell. Este directivo fue el que viajó en el avión privado fletado por Piqué. Para Senz de Broto esta decisión del presidente de la Federación fue un desaire, por lo que nada más regresar a España presentó su dimisión irrevocable.
¿Usted era el representante internacional de la Federación Española de Tenis y por tanto era el que tenía el voto delegado del presidente en la Asamblea de Orlando?
Correcto. Así es. El presidente me dijo que tenía que ir allí y que ya estaríamos en contacto.
¿Por qué dimitió tras la votación de Orlando?
Yo llevaba en la Federación Internacional muchos años, y lo que se hizo en ese momento ha significado la desaparición de la Copa Davis tal y como era entonces. Ahora se sigue llamando Copa Davis pero es todo pura fantasía.
Ustedes celebraron una Junta Directiva virtual de la Federación en la que decidieron apoyar el proyecto de Piqué, ¿pero primero se había votado que no?
En esa Junta se votó y se acordó en cierto modo ir un poco en la línea en la que iban otros países. Pero todo empezó cuando España se tuvo que enfrentar en abril de 2018 con Alemania en la Copa Davis en Valencia. Varias veces el presidente de la Federación alemana, que yo conocía bastante, quiso entrevistarse y hablar de este tema con el presidente español [Miguel Díaz Román]. Mire que lo que le estoy diciendo es fuerte, quiso entrevistarse y hablar de este tema con el presidente de la Federación Española cuando se enteró de que España iba a votar a favor de Kosmos [la empresa de Piqué]. Me pidió que lograra una entrevista entre los dos presidentes. Intenté organizarla, pero el presidente de la Federación Española se negó totalmente a entrevistarse con el alemán, incluso utilizando excusas. El caso es que esa entrevista no se celebró. A mí eso me hizo tener las primeras sospechas.
¿La Federación rechazaba el cambio de formato?
[El presidente] manejaba las cosas un poco al margen de la voluntad de la Federación. El grupo de Kosmos, y me estoy refiriendo al jugador del FC Barcelona, Josep Piqué, empezó a mover todos los hilos para tratar de que España también entrara en esto. Que entrara en el grupo de quienes apoyaban que la Copa Davis pasara a manos de Kosmos. Bueno, al final en Valencia no hubo ninguna reunión y cuando llegó el momento de que votaran todos los países del mundo sobre si se cambiaba la Copa Davis, si seguía igual o si se hacía otra cosa parecida, en ese momento, la Federación Española en una reunión se decidió de una manera que yo calificaría de muy ligera que España votaría al final lo que fuera más conveniente para el tenis internacional. Yo era el representante de la Federación Española en la Federación Internacional y era el que tenía los contactos con los presidentes de las federaciones de otros países. Yo estuve hablando con varios de ellos, como por ejemplo el de Inglaterra y el francés, pero también los de Croacia, Serbia y Rusia. Y no estaban en esta línea. Es importante decir que un año antes se había producido un cambio en la Federación Internacional de Tenis. Había sido elegido un nuevo presidente, David Haggerty. Este hombre no había estado en los organismos internacionales. Y ese presidente fue el que al final cayó en las manos de Kosmos, que consiguió de la manera que fuera convencer a Haggerty, quien lideró el cambio en la Copa Davis.
¿Pero cuando se va a Orlando ya se había celebrado una Junta Directiva en la que la Federación española decidió apoyar el cambio de la Davis?
Cuando yo me marché de España quedaba un acuerdo en el cual sí se había dicho que España debía apoyar el nuevo formato. Que se apoyaba a Haggerty y a Kosmos en ese sentido. Entonces yo vuelo a Orlando y cuando estoy allí empiezan a llegar llamadas telefónicas y mensajes desde la Federación española explicándome cómo hay que hacer y cuál es el voto que yo tengo que hacer. A quién tengo que dar el voto. Entonces el presidente me dice que hay que dar el voto al proyecto de Kosmos. Y yo tengo que obedecer al presidente porque es a quien yo represento.
¿Pero ya se había votado en la Junta Directiva en ese sentido?
Sí, ya se había votado en ese sentido, pero ellos no se fiaban de mi voto, porque yo en la Junta Directiva voté en contra de eso. Voté para un cambio en la Copa Davis, pero no para que la Copa Davis pasara a manos de Kosmos.
No se fiaban de usted…
No se fiaban, ellos encontraron que yo fui allí, que yo era el representante que estaba acreditado ante la Federación Internacional, pero cuando Tomàs Carbonell, que me conoce a mí mucho desde la época en que era tenista, porque hemos viajado por muchos sitios, cuando se entera que estoy yo allí, dice, no nos podemos fiar. Esto es porque consideraba que aunque el presidente le haya dicho [a Senz de Broto] lo que sea, él votará con los otros. Eso quiere decir que no me conocía a mí en absoluto, porque yo, aunque no me guste, tengo que votar lo que diga el presidente, porque es mi compromiso. Total, que me llama el presidente y me dice: oye José Antonio, que va a ir a votar Tomàs Carbonell, y yo le digo: ¿Cómo que va a votar Tomàs Carbonell? Yo soy el que está acreditado para esto. Y dice sí, pero ya he hablado yo con Tomàs Carbonell y he dado órdenes, así fue el asunto. Yo me enteré así, pues me dijo: ya he dado órdenes a la Federación Internacional para que en la reunión que se celebra ahora en Orlando (EEUU) se reconozca a Tomàs Carbonell como representante mío.
¿Y eso se puede hacer de esa forma?
Ese es un asunto muy discutible, porque claro, el presidente es el que tiene la máxima autoridad. Igual que me nombra como representante de relaciones internacionales, pues también me destituye. La Federación Internacional no quería problemas, y por eso me llaman y me dicen que el señor Carbonell va a venir a representar a la Federación. Y claro, yo me quedo un poco así… aunque ya lo sabía porque varios miembros de la Junta de la Federación Española, que no estaban de acuerdo con esa decisión, me llaman y me dicen: José Antonio, ten cuidado. Y llega el día de la votación final y yo me entero de que a Orlando ha llegado un avión, que ellos dijeron que era de Piqué, de Kosmos, y que en ese mismo avión han venido Tomàs Carbonell, Piqué, etc. Y para que vea cómo funcionan estas cosas de la Federación Internacional; Piqué en realidad no era nadie allí, porque era únicamente el representante de Kosmos y eso era una reunión en la cual solo estábamos habilitados para poder estar allí los representantes de las ciento y pico federaciones internacionales del mundo.
¿Y qué pasó después?
Llega la reunión final, donde hay que votar y aparece, antes de empezar la reunión, por la sala del pleno, Piqué con un director general de Kosmos, que había entonces, cuyo nombre no recuerdo; y también Tomàs Carbonell. Y ya sabemos que cuando en el mundo del deporte aparece un futbolista famoso, todo el mundo se cae de los asientos y entonces Piqué echó un discurso allí, sin venir a cuento, diciendo que él, o sea que Kosmos iba a transformar la Copa Davis, que iba a ser maravilloso, etc. Hace su discurso y luego hay un descanso y viene el momento de hacer la votación, y cuando yo voy a votar me encuentro que mi zona hay dos asientos. Es entonces cuando ya lo veo todo claro. Y efectivamente, al cabo de un momento, aparece Tomàs Carbonell y me saluda. Y me asegura que él representaba a la Federación Española. Entonces yo, automáticamente, me voy a dónde estaba el despacho central del congreso. Al llegar allí, uno se me acerca y me dice: José Antonio, te íbamos a llamar ahora para decirte que han revocado tu voto. Y me preguntan qué había pasado, pues habían recibido del presidente un mandato de revocación del voto y que iba a representar a la Federación otra persona, que es Tomàs Carbonell.
¿A usted le comunicaron por escrito que le revocaban el voto?
No, nada. Yo luego vuelvo a mi mesa e intento utilizar los mandos del voto por correo y veo que ya no funcionan. Me habían anulado el aparato para poder votar. Y al lado había otro aparato, que ese sí funcionaba, en la mesa en la que estaba situado Tomàs Carbonell.
¿Y qué hizo después?
Yo después de todo lo que pasó volví a España y tuve unas palabras muy fuertes con el presidente. Y me marché de la Federación y ya es cuando Tomàs Carbonell ha ocupado mi puesto.
¿Carbonell le reconoció que había volado con Piqué?
No, no me lo dijo, pero yo estaba allí y cuando llegaron venían del avión porque llegaron en la misma mañana, una hora antes de que empezara la reunión para votar. Al volver de Orlando no volví a asistir a ninguna Junta Directiva de la Federación y mi única relación fue con el presidente al que le dije que yo no jugaba a esos planes y que me iba. Además, yo llevo muchos años que he estado en el comité olímpico de la sección internacional, en el comité de tenis femenino, etc. Eso quiere decir que me conocen en todo el mundo del tenis, y a todo el mundo le extrañó que yo no… que apareciera un señor nuevo, porque a Tomàs Carbonell, salvo algunos que habían sido tenistas en su época, no le conocía nadie.
¿Cómo supo que Carbonell y Piqué habían viajado en el mismo avión?
Porque cuando me enteré de que venía a reemplazarme en el voto llamé a la Federación Española para saber cuando venía y me dijeron que iba en el mismo avión de Piqué. Y luego llegaron los dos en el mismo coche al hotel. Venían los dos pues supongo que venían del aeropuerto, pero es que no solo vino sino que también se marchó en el avión con él. Eso lo saben incluso el resto de miembros de la Junta Directiva, porque es algo de lo que se habló.
¿Cómo decidió la Junta Directiva de la Federación apoyar a Kosmos? ¿Fue vía telefónica?
Creo que fue presencial, algo puede ser que se votara nuevamente otra vez por teléfono. La decisión de apoyar a un grupo de federaciones o a un proyecto de Kosmos la tomó la Junta Directiva.
¿Pero cómo es posible que la Junta Directiva dijera previamente que la nueva Davis era un mal negocio para la Federación y después se votara por el cambio en un voto telemático?
Yo del voto telemático en un chat no sé nada, pero a mí me da la impresión de que eso es una historia para tratar de salvar la cara. En el tenis europeo fue algo muy sorprendente, yo creo que fueron consiguiendo los votos, es decir, hay federaciones a las que les ofrecieron 300.000 dólares por el voto.
¿A la Federación española se le llegó a ofrecer dinero a cambio de su apoyo?
No, yo de eso no sé nada. Eso no lo había oído. Pero no me extraña porque iban buscando apoyos. Aquello fue algo verdaderamente vergonzoso. Era un mercado y venían y te ofrecían una cosa. En aquellos momentos fue vergonzoso como se manejó todo.
¿Es verdad que el voto de España era decisivo pues podría arrastrar a varios países que estaban esperando la decisión española? ¿Hubiera salido el sí a Kosmos de votar la Federación española que no?
Pues no lo sé. Al final la votación no fue ajustada. Hay cantidad de federaciones como las de Marruecos y Nigeria que lo único que quieren es que la Davis les de dinero a ellos, porque viven de ella. En España yo he estado en cuatro juntas directivas con cuatro presidentes, y la Copa Davis nos salvaba las cuentas a la Federación. La Copa Davis, si da ingresos, es interesante, si no los da, no. Por ejemplo, y vuelvo a hablar de federaciones minoritarias cuyos representantes me decían a mí que, claro, porque aquí en España tenemos la imagen de que cuando la Davis se organiza en Madrid, en Valencia o en Barcelona pues se llena una plaza de toros de 15.000 o 20.000 espectadores, y eso es mucho dinero. Pero en esos países una Copa Davis no da dinero. Les cuesta a ellos pagar a los jugadores y por eso si te ofrecen 100.000 dólares, pues yo voto a quien haya que votar.
¿Usted sigue vinculado a la Federación de Tenis?
Yo he sido 36 años presidente de la Federación de Tenis de Aragón y le han puesto nombre a las instalaciones que yo construí. Ahora soy presidente honorario. He estado en todas las federaciones españolas excepto en una, en la que no quise estar: la de José Luis Escañuela. También he sido vicepresidente de la Federación Europea durante más de diez años, y cuando me marché me hicieron un homenaje en Lyon (Francia).