Al menos 18 niños y tres adultos fueron asesinados este martes por un adolescente en una escuela primaria de Uvalde, Texas, en un hecho que sumió nuevamente a EE. UU. en la pesadilla recurrente de los tiroteos escolares.
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El sospechoso, Salvador Romas, un joven de 18 años, mató a varios niños y a un maestro “de una manera atroz y sin sentido”, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una conferencia de prensa.
Romas también murió, agregó, señalando que “se cree que los agentes que respondieron lo mataron”. La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden fue informado del tema. “Sus oraciones están con las familias afectadas por este terrible evento y hablará esta noche cuando regrese” de su viaje a Asia, dijo su portavoz.
Los motivos del ataque se desconocen por el momento. Más temprano, el Hospital Uvalde Memorial había dicho en Facebook que había atendido a “13 niños”, y agregó que dos personas “habían muerto” cuando llegaron, sin especificar sus edades.
Una mujer de 66 años también se encuentra en “estado crítico”, anunció otro hospital, el University Health, ubicado en la cercana ciudad de San Antonio, Texas, que dijo haber recibido “dos pacientes”, un adulto y un niño.
El tiroteo ocurrió en la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas, una localidad ubicada entre San Antonio y la frontera con México. Más de 500 niños estaban inscritos en ese centro educativo durante el año escolar 2020-2021, según datos estatales.
La policía local había dicho previamente que un sospechoso había sido detenido luego del tiroteo, que comenzó sobre el mediodía. La escuela, a donde asisten alumnos de segundo a cuarto grado, pidió a los padres que no recogieran a sus hijos hasta tanto no se hubieran contabilizado todos.
“Por favor, no recojan a los estudiantes en este momento. Los estudiantes deben ser contabilizados antes de que sean entregados a su cargo. Se les notificará para que recoja a los estudiantes una vez que todos estén contabilizados”, señaló en su sitio web.
Ted Cruz, un senador estadounidense de Texas, tuiteó que él y su esposa estaban rezando por los niños y las familias “en el horrible tiroteo en Uvalde”. “Gracias a las heroicas fuerzas del orden público y a los socorristas por actuar con tanta rapidez”, agregó el legislador republicano.
Piden regulación frente a las armas
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, señaló que los dirigentes del país deben tener el coraje de actuar para poner fin a los tiroteos, tras el tiroteo en la escuela de Texas.
“Basta ya, como nación debemos tener el coraje de actuar y comprender el nexo de lo que constituye una política pública razonable y sensata”, dijo Harris en una intervención durante la gala anual del Instituto Estadounidense del Pacífico Asiático para Estudios del Congreso.
Visiblemente afectada, Harris apuntó que cada vez que pasa una tragedia como esta es descorazonador, pero —subrayó— no se compara con el trance que pasan las familias de las víctimas. “Y, aun así, continúa ocurriendo”, lamentó la vicepresidenta.
Basta ya, como nación debemos tener el coraje de actuar y comprender el nexo de lo que constituye una política pública razonable y sensata
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó que las banderas del país ondeen a media asta por el tiroteo.
Biden, quien está regresando a su país tras su gira por Asia, ordenó que la bandera de Estados Unidos ondee a media asta en la Casa Blanca, así como en todos los edificios oficiales, instalaciones militares y buques de guerra hasta la puesta de sol del próximo 28 de mayo.
En un comunicado, anunció que tomó esta decisión como “muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido perpetrados el 24 de mayo de 2022 por un tirador en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas”.
Se espera que el presidente dé un discurso a la nación este martes alrededor de las 20:15 hora local (00.15 GMT del miércoles) al llegar a la Casa Blanca.
Una problemática nacional
La violencia mortal en esta escuela de Texas tiene lugar luego de otros tiroteos masivos en Estados Unidos este mes.
El 14 de mayo, un joven de 18 años mató a tiros a 10 personas en una tienda de comestibles de Buffalo, Nueva York. Con un chaleco antibalas pesado y un rifle AR-15, el autoproclamado supremacista blanco supuestamente transmitió en vivo su ataque.
(Lea los detalles de este crimen: Tiroteo por ‘motivos raciales’ deja 10 muertos en un supermercado de EE. UU.)
Según los informes, lo planeó durante meses, apuntando a la tienda debido a la gran población afroestadounidense que la rodea. Al día siguiente, un hombre bloqueó la puerta de una iglesia en Laguna Woods, California y abrió fuego contra su congregación taiwanesa-estadounidense, matando a una persona e hiriendo a cinco.
El tirador, que trabajaba como guardia de seguridad en Las Vegas, atacó a la gente por “odio motivado políticamente… (y) estaba molesto por las tensiones políticas entre China y Taiwán”, según el alguacil del condado de Orange, Don Barnes.
A pesar de los tiroteos masivos recurrentes y una ola nacional de violencia armada, múltiples iniciativas para reformar las regulaciones sobre armas han fracasado en el Congreso de Estados Unidos, dejando que los estados y los consejos locales promulguen sus propias restricciones.
Estados Unidos registró 19.350 homicidios con armas de fuego en 2020, casi un 35 por ciento más que en 2019, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia de salud pública estadounidense.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información de Efe y AFP
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