Rueda la pelota y en la cancha financiera se activan negocios aparejados con el deporte. Ventas de pases, préstamos, derechos de transmisión, gastos de formación. Un terreno sin un lenguaje financiero común, con muchos “vacíos”. Hasta ayer.
Esos vacíos motivaron a la Superintendencia de Sociedades a lanzar la Guía de Orientación Contable para los clubes de fútbol, que, al final, son empresas.
Establece pautas en materia de reconocimiento, medición, presentación y revelación de información financiera para los equipos. Normas que hacían falta, según el superintendente Billy Escobar, diseñadas para aportar transparencia a un deporte que mueve pasiones y millones no solo en los estadios.
El documento incluye orientaciones para el manejo de la información financiera y también fija estándares sobre la gestión de “activos intangibles”, tema que fue objeto de discusión en el pasado. “Esta guía tiene que ver con todo el manejo de las empresas del fútbol, que antiguamente eran fundaciones sin ánimos de lucro, pero que hoy en día deben estar regidas por todos los parámetros fiscales que acogen a las empresas, determinando patrimonio real de los clubes, ingresos por transmisiones en televisión y hasta los tipos de préstamos y traspasos de los jugadores”, explicó Escobar.
El objetivo es prevenir y orientar a los clubes sobre los “vacíos o incumplimientos” que se han presentado, o se pueden presentar en un futuro; lo que conllevaría a penalizaciones por parte de la entidad de vigilancia y control. En otras palabras, para que no estén por fuera de lugar.
La guía imparte bases y establece conceptos. Por ejemplo, que los llamados “costos de formación incurridos en la formación del jugador, corresponden a erogaciones de investigación, por lo tanto, se afectarán directamente al gasto en el estado de resultados”. Los inventarios también entran en la guía; estos activos poseídos para ser vendidos, conformados por mercancías alusivas al club comercializadas a través de tiendas propias u otros distribuidores, deben realizarse por el menor valor entre el costo y el valor neto realizable.
La guía está orientada para que todos los asuntos contables queden registrados; hace énfasis en los intangibles, de los que resalta los permisos de las federaciones para operar como clubes, ya que esto tiene un valor financiero, al igual que los derechos de los jugadores cuando son prestados o los transfieren a otros clubes. Fija ejemplos y ejercicios como modelos para negociación de derechos de transmisión, y definiciones sobre canteranos.
En transferencias aclara que solo podrán reconocerse si han sido producto de una adquisición efectiva, pues además de que se adquiere dicho intangible con la expectativa de poder obtener sus beneficios futuros, esta será la única manera de obtener una medición precisa de un activo único y particular.
La guía apunta, según el superintendente, a llenar los vacíos para poder hablar de juego limpio en el terreno financiero.
Junior y Nacional, los dos equipos con mayores ingresos operacionales
La Superintendencia de Sociedades presentó el año pasado el informe sobre el comportamiento financiero de 34 clubes de fútbol colombiano, específicamente el estado de resultados integral y el estado de situación financiera de los equipos de las categorías A y B. En términos de peso en sus ingresos operacionales, los 10 equipos más grandes en 2020 fueron: Junior, Nacional, Cali, Deportivo Independiente Medellín, América, Millonarios, Santa Fe, Tolima, Envigado y La Equidad. El equipo con mayores ingresos fue Junior.