Thierry Stern no necesita rendir cuentas a nadie. Es presidente y cuarta generacin de Patek Philippe, la firma ms prestigiosa del mercado. As lo atestiguan los miles de coleccionistas que cada ao intentan hacerse con uno de sus relojes.
La ltima edicin de Watches & Wonders hace buena la tan manida cita lampedusiana que dice que “es preciso que todo cambie para que todo siga igual”. Porque esta es la primera sensacin que nos viene a la cabeza cuando nos encontramos en sus pasillos con el inmenso stand de Patek Philippe. Una mole de tres pisos, 1.500 metros cuadrados y 125 toneladas de peso; resulta muy familiar para todos aquellos que la hemos visitado en las pasadas ediciones de Baselworld, con la salvedad de estar ahora en Ginebra. Mismo edificio, pero a 250 kilmetros de su ubicacin original.
Esta impresin se repite cuando, una vez dentro, nos encontramos con su presidente. ltimamente hemos tenido la oportunidad de conversar varias veces con l, aunque siempre a travs de una pantalla. Es la primera vez que nos vemos en persona desde el lejano 2019. Y a Thierry Stern (Suiza, 9 de julio de 1970) se le nota encantado de retomar el contacto humano. Desmiente as la extendida idea dentro del sector de su alergia a las entrevistas. “No es verdad que no me guste hablar con periodistas”, nos responde sonriente. “Cuando era ms joven s que tena ms aprensin a hablar con los medios, pero la experiencia me ha aportado tranquilidad porque s perfectamente lo que tengo que decir. Adems, siempre recuerdo a mi equipo que somos unos afortunados. No sabe la cantidad de firmas que estaran encantadas con la cobertura que hemos recibido”.
No es para menos: Patek Philippe estuvo en primera lnea de la prensa mundial durante todo el ao pasado, y no solo la especializada. Incluso el New York Times fij su atencin en la prestigiosa firma suiza. La razn no fue otra que la expectacin creada a raz de la descatalogacin del modelo Nautilus 5711. Una decisin meditada desde hace tiempo por Stern y que se tradujo en un increble repunte de los precios del reloj en el mercado de segunda mano.
PREGUNTA. Es usted consciente de la vorgine que se ha organizado en torno al Nautilus 5711?
Respuesta. Claro que lo soy, pero es algo que no podemos evitar. Partamos de un hecho muy ilustrador: un cliente acuda a un punto de venta a comprar un reloj [Nautilus], pagaba por l unos 40.000 euros y cuando sala de la tienda saba que lo poda vender por una cifra 10 veces superior. Qu podamos hacer nosotros para evitar esa situacin? No poda fabricar ms Nautilus porque no tenemos capacidad para hacerlo [la produccin de Patek Philippe est estimada en alrededor de 66.000 relojes al ao]. Tampoco quiero convertir Patek Philippe en una monomarca del reloj. Sera algo peligroso para el negocio y, adems, es algo muy poco creativo.
P. Pero este afn por ver los relojes de la marca Patek Philippe como una inversin no es algo nuevo para ustedes.
R. No es nuevo, pero la diferencia es que antes el concepto de inversin estaba limitado a muy pocas piezas. Eran grandes complicaciones como el repeticin de minutos o algn reloj de bolsillo. Hoy en da se ha extendido a toda la coleccin. El Nautilus, por supuesto, pero tambin el Aquanaut y el Calatrava. Es una cuestin difcil de manejar, pero la tenemos que asumir como una consecuencia del xito de la firma.
En cualquier caso, la decisin de retirar el Nautilus del mercado es el mejor indicio de la singularidad de Patek Philippe, algo que el propio Thierry Stern no duda en recalcar durante toda la entrevista. A diferencia de la mayora de grandes nombres del mercado, la firma ginebrina luce con orgullo su condicin de marca independiente y familiar. As ha sido desde que en 1932 la familia Stern se hizo con esta casa fundada en 1839. Thierry Stern representa la cuarta generacin a los mandos de la nave. As es desde 2009, ao en el que sucedi a su padre Philippe como presidente de la empresa. Y, por lo que parece, no ser el ltimo Stern en llevar las riendas de Patek Philippe. “Mis hijos an estn estudiando. Tienen 19 y 20 aos. Llegar un momento en el que se incorporarn a la compaa, quizs viajando o quizs trabajando en la manufactura. Eso ya lo decidirn ellos. Todos nosotros slo somos una pequea parte de la historia de Patek Philippe. Llegar el momento en el que me retire y otro tomar el relevo. Esta situacin me hace tener claro que lo mejor es disfrutar de cada momento, que es algo que hago a diario”, dice.
P. Cul ser el legado que deje a sus hijos cuando llegue el momento de retirarse?
R. Por suerte an est lejos ese momento [Thierry Stern cumplir 52 aos el prximo mes de julio], pero creo que mi principal xito habr sido mantener la independencia de Patek Philippe. Antes me habr encargado de transmitirles toda la informacin necesaria para que sepan continuar la tradicin de la firma. Es un conocimiento de la casa que incluye la experiencia acumulada con los distribuidores y el uso de los archivos histricos, pero tambin la creacin de nuevos modelos. Existe toda una estrategia ya planificada para los siguientes aos.
Esta visin a largo plazo es, en palabras del propio Stern, lo que ms diferencia a Patek Philippe del resto de nombres del mercado y que tiene su reflejo, entre otras cosas, en la decisin de mantener separado el negocio de la fabricacin de relojes de su venta. A diferencia de otras casas, que han decidido vender directamente sus relojes en boutiques propias, Patek Philippe prefiere mantener el tradicional sistema de detallistas autorizados (16 en nuestro pas actualmente). “Soy relojero y me dedico a fabricarlos. La venta es un negocio completamente diferente. Comenzar tu propia red de distribucin supone un enorme gasto de tiempo y esfuerzo. Yo necesito este tiempo para centrarme en la produccin de las piezas. Nos esforzamos en hacer los mejores relojes del mundo y el trabajo de los distribuidores es venderlos del mejor modo que sepan”. Y este trabajo incluye, segn el propio Stern, una apuesta firme por el cliente local. “Creo que sta ha sido una de las cosas que mejor hemos hecho en los ltimos aos. Claro que el turista siempre es bienvenido, pero los detallistas deben tener muy claro su apoyo en el cliente local. A un turista puedes venderle un Twenty~4 o un Calatrava, pero si tienes la oportunidad de vender un reloj por el que llevas esperando dos aos, aprovecha para que vaya a una persona con el que llevas trabajando desde hace tiempo. Y la pandemia nos ha demostrado que esta estrategia era la adecuada. Muchos detallistas han venido despus a agradecernos el apoyo a esta clientela local, porque ha sido la que ha sustentado sus negocios en los peores momentos de la crisis sanitaria”.
P. Entonces, no veremos de momento una boutique de Patek Philippe?
R. Por ahora es un proyecto que no me interesa nada. Adems, no olvide que somos independientes. No tengo que responder a ningn inversor ni conseguir la mayor cantidad de dinero posible, lo cual es una de las razones que ha movido a muchas compaas a controlar su propia red de ventas. No es mi prioridad, la ma es la permanencia en el tiempo. Muchas firmas estn corriendo una carrera de cien metros y yo estoy en un maratn. Esa es la diferencia.
Llegados a este momento de la conversacin, nos queda claro Thierry Stern no es una persona que se ande por las ramas. Aborda todos los temas con franqueza e incluso no duda en apuntar alguna crtica a la competencia si piensa que as lo merecen. As ocurre cuando sale el tema de la evolucin de las tendencias del mercado. “La evolucin es algo inherente a la relojera”, recalca. “No puedes pretender ser relojero y fabricar las piezas como se haca hace 100 aos. La industria ha evolucionado mucho en cuestin de precisin o en el uso de nuevos materiales. La clave es encontrar el equilibrio exacto entre tradicin y evolucin. Slo yo tengo la responsabilidad de saber definir ese lmite entre lo moderno y lo clsico. Antes la tuvo mi padre, y la tendrn mis hijos en el futuro. Es una decisin muy complicada, pero es parte de mi trabajo”.
Para conseguir ese equilibrio, Stern cuenta con la experiencia acumulada durante todos estos aos. Y el uso del tourbillon es un buen ejemplo de cmo la firma afronta la evolucin de la relojera. “Hace 20 aos recuperamos el tourbillon para nuestro catlogo. En aquel modelo [Referencia 5101] decidimos no exponerlo en la esfera del modelo. Es verdad que el diseo era as ms elegante y discreto, pero la principal razn por la que decidimos esconder el tourbillon en el fondo del reloj era que los lubricantes que usbamos en aquel momento perdan eficacia cuando les daba la luz solar. Se resecaban antes y el movimiento perda precisin. Ahora este problema ya se ha solucionado y podemos hacer piezas donde el tourbillon se vea en la esfera del reloj. De todos modos, no est de ms recordar que el tourbillon es una complicacin poco til en los modelos de pulsera.
P. Es curioso, porque esta afirmacin choca con la gran cantidad de relojes con tourbillon que hay ahora mismo en el mercado.
R. Es una simple cuestin de eficiencia. Un tourbillon responde a un criterio de precisin. Con l puedes conseguir una desviacin de apenas -1/+2 segundos al da. Pero hoy en da es fcil lograr esta misma precisin sin recurrir a l, as que ya no tiene mucho sentido usarlo. Ya nos dimos cuenta hace aos cuando una firma [Thierry Stern cita su nombre, aunque nosotros preferimos omitirlo] decidi sacar un tourbillon tan barato que acab destruyendo el mercado que haba con esta complicacin. En ese momento perdimos el inters por seguir fabricndolos.
P. Existe el riesgo de que esta “degradacin” que ha sufrido el tourbillon se d con otras complicaciones relojeras del mercado?
R. No es que exista el riesgo de que ocurra, es que ya ha ocurrido. As lo hemos visto con los relojes de tipo esqueleto y est pasando tambin con los repeticin de minutos. Hay algunos modelos que han desvirtuado completamente la exclusividad que esta complicacin tena antes. Algo muy parecido ha ocurrido con los esmaltes. Hoy en da puedes encontrar en el mercado relojes que se anuncian como esmalte y, en realidad, son simples pinturas en miniatura despus recubiertas con un barniz transparente. Esto no tiene nada que ver con la tradicin de los esmaltes que nosotros utilizamos. Y estas diferencias es algo de lo que nosotros nos preocupamos mucho en explicar a nuestros coleccionistas.
El futuro de Patek Philippe
“No he ido a ninguna escuela de diseo, pero llevo toda mi vida entre relojes, as que tengo una idea muy clara de cmo hacerlos”. El sello personal del presidente se ha trasladado al catlogo en las referencias que han ido incorporndose en los ltimos aos. Su visin, tanto tcnica como esttica, de cmo deben ser los relojes de Patek Philippe es cada vez ms evidente en piezas como el reciente Calatrava 5326G; un reloj que, sin perder de vista la herencia histrica de la firma, apunta a las generaciones ms jvenes de coleccionistas. Stern habla con entusiasmo de la nueva pieza, lo que nos demuestra que la creacin de relojes es, con diferencia, la tarea que ms le apasiona de todas las que implica su cargo. “Es la primera vez que combinamos las funciones de calendario anual (un calendario que requiere de una sola correccin al ao) y Travel Time (segundo huso horario) en un mecanismo. Es original, pero tambin tremendamente funcional. Es un reloj pensado para ser usado a diario, entre otras cosas porque es muy fcil de leer y ajustar: todas las operaciones se realizan a travs de la corona”.
Realizado en oro blanco y con un dimetro de 41 mm, el Calatrava 5326G representa como ningn otro modelo la imagen ms contempornea de Patek Philippe. Lo es por su componente prctico, aunque tambin por su sutil evolucin esttica, bien representada por una curiosa esfera texturizada en color antracita con degradado en negro. Su precio es de 66.780 euros. Misma esfera encontramos en el tambin reciente Calatrava
5226G, que se diferencia por llevar un movimiento ms sencillo de tres agujas y fecha. Tambin de oro blanco, su precio baja a 33.900 euros.
“S que es mucho dinero”, apunta Thierry Stern, “pero tambin hay que ser conscientes del trabajo que hay detrs de estos relojes. En cualquier caso, s que sern un xito”, concluye.