“Perseverancia” y “transparencia” son los dos elementos clave para bajar la inflación en Uruguay a largo plazo, según indicó ayer el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat.
De acuerdo con el jerarca, si bien la aceleración de la suba de precios en Uruguay responde a factores “que claramente tienen que ver con el exterior”, señaló que la inflación actual está “bastante por fuera de lo que quisiéramos” y adelantó que este año “seguirá así”.
En los 12 meses cerrados a abril, la inflación se ubicó en 9,4%, por fuera del rango meta del BCU de entre el 3% y el 7% hasta septiembre de este año, luego el techo de ese rango bajará un punto hasta el 6%.
“Nos habíamos planteado objetivos muy ambiciosos” para fines de 2024, admitió Labat en referencia al deseo de reducir la inflación, por lo que “seguramente la convergencia a esos objetivos sea bastante más lenta de lo que quisiéramos”, indicó el jerarca ayer, al participar de un almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM).
El objetivo del BCU es que la inflación ingrese al 6% -el techo del rango meta- hacia el primer trimestre de 2024. Sin embargo, las expectativas de analistas y agentes económicos consultados por el Central, proyectan una inflación de 6,8% para el horizonte de política monetaria del BCU a 24 meses (de mayo de este año a abril de 2024).
De acuerdo con Labat, pese al contexto internacional actual, el Central no se puede olvidar del objetivo de largo plazo de bajar la inflación. A su entender esa es “la mejor contribución” que puede hacer el BCU a la economía uruguaya.
“Quiero recalcar y manifestar mi compromiso de seguir avanzando hacia ese lugar y ese objetivo de largo plazo”, remarcó el jerarca.
La reflexión de Labat se da un día después de que el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU anunciara una nueva suba de tasas de interés de referencia, al pasar de 8,5% a 9,25%, con el objetivo claro de contener la inflación. Además, el comité anunció dos subas adicionales de 50 puntos básicos para las próximas reuniones.
“Estamos entrando en terreno contractivo” y con la decisión de ayer “dejamos claro” que la política monetaria “va a seguir actuando lo que tenga que actuar”, remarcó Labat.
No obstante, el presidente señaló que aunque desde el BCU esperan que la inflación siga por encima del 9% en los próximos meses, prevén que a partir del segundo semestre comience a desacelerarse.
“No hay contradicción”
Al ser consultado respecto al cuestionamiento hecho por algunos economistas y empresarios, quienes entienden que la suba de la tasa de interés del BCU es contradictoria con las medidas de recuperación de salarios y jubilaciones, el presidente del regulador respondió que “no hay ninguna contradicción”.
En este sentido, argumentó que la política monetaria “tiene un objetivo” sobre el cual actúa, mientras que las medidas tomadas por el gobierno cumplen con otros objetivos.
Los economistas “lo han mencionado pero nadie da mucho argumento. No hay ninguna contradicción (…) realmente me cuesta ver dónde está”, defendió Labat.
“Falso conformismo”
Para el jerarca del BCU, si bien no es una “excusa”, lo que está detrás del alza de la inflación en Uruguay actualmente son las “presiones externas”.
En este sentido, repasó que a nivel mundial en el año 2019 eran “muy pocos” los países que tenían su inflación por fuera del rango meta y Uruguay era uno de ellos. A fines de 2021 tras el impacto de la pandemia del covid-19 ya “hubo muchos más” que no cumplieron con ese rango y en 2022 “ni las economías más avanzadas” cumplen con sus rangos inflacionarios, indicó.
De igual modo pero a nivel regional, Labat repasó que a fines de 2020 Uruguay tenía una inflación “bastante más arriba” que países como Brasil, Chile, Colombia o Perú, pero indicó que esa situación se revirtió a fines de 2021 cuando esos países registraron suba de precios mayores a las de Uruguay.
“Una lectura que no me gusta pero que puede ser conformista es: mal de muchos consuelo de tontos. Es decir, antes teníamos inflación alta respecto a los países de la región y ahora estamos en el montón. Uno podría ser optimista y decir que la inflación acá subió menos que en otros lados pero eso sería un falso conformismo”, explicó Labat.
A su entender, estos países “han ido reaccionando” a la situación inflacionaria actual, por lo cual el “nudo central de la cuestión hoy es preguntarse ¿qué va a ocurrir cuando esta ola pase? ¿Uruguay se va a volver a quedar arriba (del grupo de países con alta inflación) o va a acompañar con políticas y decisiones serias? Ese es el nudo. Esa es la pregunta central que nos tenemos que hacer”, indicó el presidente.
Por último, Labat dijo que “se acabó” la política monetaria expansiva y señaló que la suba de tasas que está implementando el BCU va en la misma línea que las acciones de otros bancos centrales, principalmente la Reserva Federal de Estados Unidos. “Ahora llegó el momento de empezar a retraer”, dijo el jerarca y señaló que desde el regulador “queremos ser serios y estar entre los mejores de la clase”. En este sentido, indicó que el BCU ha hecho “todos los deberes” aunque admitió que aún falta uno: bajar la inflación.
Un sistema financiero que tiene “enormes oportunidades”
Además del objetivo central de bajar la inflación, Diego Labat remarcó que el otro deseo de las autoridades del BCU es la de desarrollar un sistema financiero que sea “sólido, innovador y accesible”. Según indicó el jerarca, así como una baja inflación es “absolutamente central” para el crecimiento económico del país, también lo es el poder tener un sistema financiero desarrollado. “El país tiene enormes oportunidades en el sistema financiero pero muchas veces es un tema tabú”, indicó Labat.
A su entender, hay un “punto controvertido” en el que en los últimos años “Uruguay ha perdido foco” y refiere al hecho de que el país “necesariamente tiene que mirar para afuera” en términos del desarrollo del sistema financiero, “así como en muchos otros aspectos de la economía”, dijo el presidente. Sobre este punto, Labat manifestó que el país tiene “muchas ventajas comparativas” para ofrecer sus servicios financieros a la región y el mundo, por lo que “no puede quedarse solo en el mercado interno”.
En el contexto financiero actual un debate que se plantea, según Labat, es el de estabilidad versus desarrollo. Modernizar el sistema financiero “nos plantea un desafío y un dilema” que refiere a que si bien Uruguay ya tiene un sistema sólido “¿nos podemos quedar quietos o hay espacio para mucho más?”, cuestionó el jerarca y reconoció que a su entender, estabilidad y desarrollo “no son objetivos opuestos”.
Posteriormente, Labat realizó un repaso de la agenda del BCU en términos de la modernización del sistema financiero y habló sobre el “buen trabajo” conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para promover y desarrollar el mercado de valores. También destacó los avances en términos regulatorios de criptoactivos, modernización del sistema de pago y finanzas sostenibles.
“Con las debidas normas hay mucho espacio para que el país mejore su crecimiento y desarrollo a partir de esto”, concluyó.
La barrera psicológica de la inflación
El presidente del BCU fue consultado por la audiencia sobre cuáles son las herramientas que el regulador prevé implementar en caso de que la inflación trepe a la barrera psicológica del 10%. Sobre esto, Labat respondió que en el BCU “no vemos un escenario” en el cual la inflación se dispare a ese nivel. “Nosotros hoy planteamos un escenario en el cual vemos una inflación por encima del 9% pero no vemos que se dispare más allá de eso. Probabilidades puede haber pero no está en el horizonte”, remarcó.