A principios del siglo XX la Argentina era el país de los inmigrantes. En los últimos 50 años la novedad es que los argentinos, muchos hijos de aquellos originales inmigrantes europeos, se van del país por distintos motivos. Cada tanto aparece una nueva ola de quienes buscan un lugar mejor afuera. En 2002 fue por la crisis económica, hoy el tema dominante es la falta de un futuro previsible que explica por qué, por ejemplo, en los últimos dos años más de 20 mil argentinos solicitaron su residencia en Uruguay. De todas maneras, los destinos más buscados siguen siendo España y Estados Unidos.
-¿Estamos frente a una nueva ola de argentinos que se van a vivir al exterior?
Sí, claramente. Hay un descontento generalizado, que se refleja en las encuestas y que se expresa en la idea de emigrar. La encuesta de marzo de la consultora Taquión es desoladora: el 65% de los argentinos y el 85% de los argentinos menores de 25 años dijeron que si pudieran se irían a vivir a otro país. La incertidumbre y la falta de perspectivas de futuro parecen ser los principales motivos que impulsan las ilusiones y las decisiones de emigrar. En los años 60 hubo una emigración calificada importante de científicos, ingenieros y técnicos, sobre todo hacia Estados Unidos. Durante la última dictadura se exiliaron muchos argentinos por razones políticas sobre todo en España y América latina. Desde fines de la década de 1980 la emigración creció mucho por una combinación entre las crisis económicas propias y el atractivo de conseguir trabajo en países con bajo crecimiento demográfico. La crisis de 1997-2002 produjo un cambio drástico de escala: la cantidad de argentinos en el exterior aumentó un 70% entre 2000 y 2010. Solamente en el 2002, los residentes en España crecieron un 60%.
-¿Qué características tiene hoy esa emigración argentina?
Desde principios de siglo creció la importancia de la emigración hacia Europa, en particular hacia España. En el último lustro la emigración argentina volvió a crecer después de unos años de estancamiento que podemos asociar a la crisis de 2008. Los datos más recientes sobre la emigración hacia España muestran un crecimiento muy significativo. Llama la atención el aumento de los menores de 10 años dentro de la población de emigrantes, lo que indica que hay un flujo importante de salida de familias con hijos pequeños. También crece la cantidad de emigrantes jóvenes, de 20 a 35 años. Los destinos dentro de España más buscados son Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares. En el año y medio de confinamiento la emigración hacia España se detuvo pero la de argentina fue una excepción: siguió creciendo. Otro fenómeno novedoso es la radicación en países vecinos de nuestra región -como el caso de Uruguay- donde van argentinos con poder adquisitivo que piensan que la Argentina es un lugar poco propicio para proyectarse. Buscan mejores condiciones de vida, seguridad y tranquilidad. Pero también es importante el crecimiento de la emigración argentina a Chile y llamativo el aumento de las solicitudes de visas empresariales para los Estados Unidos.
-¿Se sabe cuántos argentinos viven fuera del país?
De acuerdo con las estadísticas de Naciones Unidas, hacia 2010 cerca de 940.000 mil argentinos residían en el exterior. En la actualidad esa cifra se puede estimar en cerca de un millón cien mil. Cuando se terminen de procesar los censos de la ronda 2020 tendremos un panorama más preciso. El porcentaje de argentinos en el exterior es de alrededor de un 2.5%, menor que el promedio mundial pero con un crecimiento notable en las últimas décadas.
-¿Cómo se arman las estadísticas? ¿Son creíbles?
Las fuentes principales son los censos y las encuestas de hogares de los países de destino, que son de buena calidad. En el caso argentino, tenemos la ventaja de que los dos principales destinos son España y Estados Unidos, donde hay estadísticas más actualizadas. Por ejemplo, España reporta alrededor de 320.000 argentinos y los Estados Unidos unos 220.000. El crecimiento de la emigración a los Estados Unidos no tiene grandes altibajos; en cambio, la que se dirige hacia España y Europa ha sido más sensible a los ciclos económicos. Desde la crisis del 2008, la cantidad de argentinos en España disminuyó significativamente de la mano del aumento del desempleo. A partir de 2015, cuando la crisis pasó, retomó la tendencia de la primera década del siglo, con una aceleración desde 2018. Puesto en números, en 2015 había cerca de 250.000 argentinos en España y a julio de 2021 ese número era de alrededor de 320.000. Veremos qué datos surgen de las estadísticas del segundo semestre 2021, que están en proceso.
-Ahora que se va normalizando la vida a partir del levantamiento de barreras sanitarias y de medidas restrictivas por el Covid, ¿podrá haber una nueva ola de emigrantes impulsados por la crisis económica?
Hay señales de que un número importante de argentinos está transitando desde la idea general de irse del país a la decisión concreta de hacerlo. El aumento de la emigración de argentinos es una tendencia que enciende alarmas. En los dos últimos dos años hay un crecimiento significativo de pedidos de certificados para tramitar ciudadanía en países europeos. A su vez, el registro de la Dirección Nacional de Migraciones, que solicita a los viajeros que salen del país una declaración jurada en la que tienen que manifestar el motivo de su viaje al exterior, muestra que entre septiembre de 2020 y octubre de 2021 más de 50 mil argentinos informaron que el motivo de su salida del país era la mudanza. Es una cifra muy importante, son en promedio 3.500 por mes, un número comprable a lo ocurrido en 2003.
-¿El Censo Nacional aportará alguna información sobre los movimientos movimientos migratorios de los argentinos?
Los censos, aquí y en todas partes del mundo, proporcionan Información sobre los residentes y entre ellos los inmigrantes, es decir sobre los que vienen y no los que se fueron. En este sentido hay varios fenómenos para mirar con atención como el aumento de la inmigración venezolana y la disminución de la chilena. Para conocer la magnitud y composición de la emigración argentina hay que mirar los censos de los países de destino. Lo que el Censo Nacional nos va a dar es información precisa sobre la real situación económica-social de los argentinos después de más de una década; tendremos evidencia estadística del retroceso del país que ha contribuido a que miles de argentinos se fueran al extranjero en los últimos años.
Señas particulares
Lucas Luchilo es profesor de historia y magíster en política y gestión de la ciencia y la tecnología por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña actualmente como director de la Escuela de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires. Se especializó en el estudio de la movilidad y migración de personal altamente calificado, en particular de investigadores argentinos. Publicó el libro “Más allá de la fuga de cerebros” (EUDEBA, 2011). Es integrante de la Fundación Alem.