Dio inicio la reunión entre el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en Washington. Previo a la sesión privada, el funcionario de Estados Unidos señaló que ambos países trabajan de manera estricta para hacer frente a lo que es un reto migratorio sin precedentes en todo nuestro hemisferio.
Por parte del funcionario norteamericano recordó que este año 2022 Estados Unidos y México cumplen 200 años de relaciones diplomáticas y también aprovechó para calificar como absolutamente vital la colaboración de México, sobre todo en materia migratoria.
“También es vital para construir, ayudar a construir un mejor futuro y mejores oportunidades para las personas en todo el continente americano, lo que en última instancia tendrá el mayor impacto en la migración a largo plazo”.
El funcionario dijo que de seguridad energética hasta el tema ambiental, y generar una “fuerte competitividad económica en América del Norte”, México y Estados Unidos trabajan de la mano cada día.
¿De qué trató la reunión?
La reunión es para hablar de los preparativos de la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en junio en Los Ángeles, California. Estados Unidos, dijo, trabajará con México “para dar forma y compartir con todos nuestros socios una sólida agenda que, en última instancia, tiene el objetivo de demostrar que nuestras democracias pueden cumplir efectivamente con nuestros pueblos“.
Durante su turno, Ebrard dijo que la cumbre es un encuentro muy positivo para compartir esos puntos de vista sobre el futuro, y para empezar a trabajar juntos no sólo con América del Norte, que ya tenemos unos lazos muy estrechos, y estamos trabajando juntos; sino con el resto de América, con todos en las Américas.
El pasado 29 de abril, el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que no excluya a Cuba de la cumbre, aunque el lunes la administración estadounidense confirmó que el gobierno de la isla, como tampoco el de Nicaragua o Venezuela, serán convocados.
MV