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La vida de Liz Mara Camacho cambió por completo cuando se puso una visera rosada y abrió perfiles en todas las redes sociales para promocionar su trabajo como limpiadora de viviendas en Puerto Rico. Las fotografías y vídeos que iba compartiendo La chica de la gorra rosa antes y después de su paso por todo tipo de hogares consiguieron catapultarla a la fama viral y convertirla en una auténtica influencer de la limpieza doméstica. Ahora, las imágenes de su último trabajo en una casa llena de basura están dando la vuelta al mundo.
Ha reconocido ella misma que fue el trabajo más duro al que se tuvo que enfrentar durante este año como profesional. La propietaria del inmueble contrató su servicio a distancia, porque está en Estados Unidos, así que “me mandó las llaves y quiso que ambas viéramos la residencia a la vez”, con lo que el vídeo que ha trascendido forma parte de esa videollamada con la dueña, que se tuvo que quedar de piedra al ver el desastre.
Acumulación de basura en cada rincón de la casa, muebles en mal estado y un abandono absoluto reinaban en el espacio, que parecía el escenario de una película de miedo: “No quiero ver más”, se le escucha decir a la dueña, indignada con las imágenes. La limpiadora se topó también con comida podrida en el frigorífico, rodeada del bicherío que se alimenta de productos en descomposición, y con paredes manchadas de excrementos. Una pesadilla.
Tres años sin inquilinos
Las últimas personas que habían vivido en la casa oficialmente la dejaron hace tres años y en este tiempo la dueña la mantuvo cerrada o eso creía, porque todo apunta a que alguien ha estado viviendo allí durante este tiempo. Sea como fuere, la limpiadora y su equipo estuvieron dos días enteros dedicándose primero a quitar toda la basura y los muebles, y después a frotar hasta que los azulejos volvieron a brillar: