Toda la sociedad ha sido afectada por la pandemia, pero los niños representan un sector que merece atención especial. Así lo sugiere un reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que detalla una variedad de problemas que los jovencitos confrontan. Particularmente, niños de minorías raciales y étnicas.
El reporte de la CDC se basa en una encuesta que fue administrada a más de 7,000 estudiantes de escuelas secundarias. Y las respuestas indican que 44% se han sentido tristes o desesperanzados y un 9% hasta consideró el suicidio.
Entre los que llegaron a esta decisión extrema había más niños del sexo femenino y jóvenes que se identifican LGBTQ+. Por otro lado, muchos niños de descendencia asiática reportaron ser víctimas de actos racistas. Afroamericanos y nativo-americanos reportaron haber experimentado hambre y problemas económicos.
Para explorar este tema, Ethnic Media Services organizó una conferencia de prensa con profesionales del sector que incluyó a Angela Vásquez, al Dr. Ilan Shapiro, al Dr. Myo Thwin Myint y a Sydney McKinney.
Angela Vásquez, directora de políticas de salud mental en The Children’s Partnership, resaltó que si bien los niños confrontan todo tipo de problemas, por otro lado, muchos no reciben la asistencia necesaria en estos momentos de crisis.
Vázquez hizo énfasis en que lo que los niños actualmente confrontan es parte de un proceso que ya existía y que con la pandemia se ha agravado.
Antes de la pandemia, de acuerdo a información de The Children´s Partnership, casi la mitad de los niños que sufrían depresión no tuvieron ningún tipo de tratamiento. Y cuando se controla por grupos raciales, los niños afroamericanos y latinos tienen un 14% de menor probabilidad que los blancos de recibir atención profesional.
Otra información indica que las niñas de escuelas secundarias, de todas las razas, intentaron suicidarse con mayor frecuencia que los niños. Y para los jovencitos nativo-americanos, el suicidio es la segunda causa más frecuente de muerte.
Para los niños y jóvenes latinos, una preocupación recurrente es el tema de la inmigración. Por eso no sorprende, como indicó Vázquez, que más de la mitad de las niñas latinas tienen temor de que un amigo o familiar sea deportado.
“La separación familiar perjudica la salud mental y física de los niños; los hijos de padres indocumentados corren el riesgo de tener problemas de conducta”, dijo Vázquez. “El clima de miedo restringe aún más el acceso de los niños a la educación, los beneficios públicos y otros servicios”.
La experiencia de estos niños también se ve complicada al estar expuestos, en muchos casos, a episodios de violencia policial, incluida la de agentes de inmigración. Esta experiencia puede llevar a un estrés que afecta la salud mental de los jovencitos. Alrededor de 61% de jóvenes afroamericanos y 51% de latinos han estado expuestos a este tipo de violencia.
Vázquez concluyó su presentación haciendo énfasis en la importancia de promover experiencias positivas que contribuyan a reforzar la estabilidad física y mental de los niños.
El Dr. Ilan Shapiro, pediatra y director de asuntos médicos de los centros de salud calificados a nivel federal de Altamed Los Ángeles, mencionó lo importante que es hablar sobre los niños, un grupo que si bien se quiere ayudar muchas veces es dejado de lado de muchas conversaciones.
El Dr. Shapiro compartió las experiencias que ha tenido con sus pacientes durante la pandemia. Particularmente, las dificultades que confrontan los latinos.
“Al menos el 50% de los pacientes que atiendo fueron tocados directamente por el COVID-19: A qué me refiero: a que estaban enfermos, tenían un familiar cercano que murió o sufrieron consecuencias por la pandemia”.
Aparte, el Dr. Shapiro resaltó los limitados recursos de algunos de sus pacientes que evidentemente complicaron su calidad de vida y experiencias durante la pandemia.
“Hay algo que se llama internet que la mayoría de mis pacientes no tienen…”, dijo el Dr. Shapiro. “Estuvieron un año en casa sin hacer nada, comiendo cualquier cosa, se sentían deprimidos, ansiosos sin moverse…”
El doctor enfatizó la necesidad de proveer los recursos necesarios que ayuden a resolver los problemas causados por la pandemia, particularmente entre los niños, y a abrir un diálogo honesto con los medios de comunicación y los proveedores de atención médica.
El Dr. Myo Thwin Myint, profesor asistente de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane y miembro del Comité de Capacitación y Educación de la Academia Estadounidense de Niños y Adolescentes (AACAP), en Nueva Orleans, Luisiana, entre otros temas, habló sobre los niños de la comunidad LGBTQ+.
“Existe disparidad en términos de grupos minoritarios raciales, así como grupos minoritarios de género y sexuales. En particular, nuestros niños LGBTQ+ y trans sufren de manera desproporcionada los desafíos de salud mental”, dijo el Dr. Myint. “En todo el país, muchas legislaturas estatales están discutiendo la aprobación de leyes que agregan estrés adicional a la obtención de atención adecuada”.
El médico instó a que el gobierno federal incremente su inversión en la salud mental de los jóvenes. También propuso que se explore alternativas más creativas para ayudar a proveer servicios para resolver los problemas de salud de la comunidad.
“Debemos ir hacia los jóvenes donde están ocurriendo los desafíos en lugar de esperar en nuestra clínica y torres de marfil donde sabemos que hay desafíos sistémicos como el transporte. Necesitamos pensar de manera muy creativa cómo vamos a brindar atención”.
Sydney McKinney, PhD, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Justicia para Mujeres Negras con sede en Brooklyn, resaltó la importancia de trabajar para proteger la salud mental de las niñas y mujeres afroamericanas para así reducir la posibilidad de que terminen afectadas por el sistema de justicia criminal.
“Cerca de 2 millones de jóvenes son arrestados por la policía cada año. Y los datos muestran que el 75% de ellos han experimentado una victimización traumática en su vida…”, explicó la Dra. McKinney. “Las niñas afroamericanas representan el 43% de las niñas que están en detención juvenil”.
Después de dos años de Covid, la situación se ha complicado aún más.
“La pandemia ha exacerbado las necesidades de salud mental de las niñas negras y los jóvenes de género expansivo que se ven directamente afectados por el cuidado de crianza, el sistema de bienestar infantil y el sistema legal juvenil”, dijo la Dra. McKinney.
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