Uno de los mayores retos que enfrenta la industria de la generación eólica a escala global es la gestión de los residuos de la industria, sobre todo en un contexto donde muchos parques se acercan al final de su vida útil.
En México una empresa propone la reutilización de las palas o su reciclaje para así dar coherencia al objetivo de las energías renovables.
Grupo Sasti se dedica a brindar servicio a los aerogeneradores como cambio de aceite, reparación estéticas de palas o blades cuando llegan a sitio o fueron lastimadas en el transporte, inspecciones de control y más recientemente están en la línea de negocio del scrap o del reciclaje y reutilización de palas.
El propietario de la empresa, Edgar Serrano, mencionó en entrevista con MILENIO que esta es una problemática mundial, y particularmente en Europa es algo que se tuvo que haber resuelto ya hace ‘tres días atrás”, por lo que en México la intención del trabajo que han realizado en los últimos dos años es crear conciencia entre todas las partes del sector y buscar soluciones para las palas en desuso, cuya vida útil concluyó.
De acuerdo con la Unión Española Fotovoltaica (Unef), el costo promedio del reciclaje es de 200 euros por tonelada y en Europa, entre 2022 y 2027 la generación anual será de unas 10 mil toneladas, según el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).
Primer parque
El diseño de un aerogenerador tiene una vida útil estimada de entre 20 y 30 años, dependiendo de factores externos y el mantenimiento o “en algún momento también llegan palas que no eran para el lugar adecuado”.
México instaló su primer parque de generación eólica en 1994, por lo que para 2024 se alcanzará el fin de la vida útil de los equipos y entonces enfrentaremos por primera vez el problema de qué hacer con las palas de los aerogeneradores que necesitan ser gestionadas.
“En el país estamos por entrar en esta etapa en unos pocos años, y por eso es que ya tenemos que tomar soluciones”, planteó el empresario.
Sasti tiene en proyecto dos temas fundamentalmente: uno tiene que ver con la reutilización de estas palas, que pueden ser usadas para la fabricación de paradas de autobuses tanto urbanas como rurales, y de las cuales hay una gran necesidad en México, por lo que es una muy buena solución.
El otro contempla usarlas en estaciones de carga para autos eléctricos, fachadas para puentes —donde también hay una necesidad— tanto peatonales como vehiculares, esto basado en un plan que ya está funcionando en Dinamarca que son refugios para bicicletas, motocicletas u otro tipo de vehículos.
Serrano explicó que en el tema de reciclaje existe un proyecto basado en España donde mediante una trituradora especial se recupera la fibra de vidrio de las palas y se mezcla con otros componentes para la construcción de carreteras, teniendo resultados favorables como mayor durabilidad y resistencia a temperaturas extremas.
“Hay un científico en Estados Unidos de la Universidad de Tennessee que está desarrollando un procedimiento térmico en el que se puede recuperar la fibra de vidrio, con hasta casi ciento por ciento de calidad que puede ser reutilizada para hacer partes automotrices, tableros, bateas de las camionetas, hasta para fabricar embarcaciones”, detalló Serrano.
Señaló que estos son solo unos ejemplos de lo que se puede hacer con las palas porque hay una variedad muy amplia, y aunque tienen una mala reputación, quizá un poco inmerecida por los componentes difíciles de separar, cada vez se va haciendo menos complejo.
Detractores
Un medio estadunidense público fotografías de un vertedero de palas de los aerogeneradores en ese país, lo que puso en el ojo de la opinión pública el problema y sirvió como argumento a favor de los detractores de esta tecnología.
De acuerdo con datos de enero de 2021 de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee), en nuestro país hay 70 parques eólicos en operación en 14 estados, que representan 8.69 por ciento de la capacidad instalada y 3 mil 201 turbinas o aerogeneradores.
Sasti realiza un trabajo que consta en el correcto cortado y seccionado de las palas dependiendo de lo que se vaya a hacer con ellas, ya sea reutilizarlas o reciclarlas. Y aunque este proceso parezca sencillo, se tiene que ser ambientalmente amigable para no liberal partículas en el aire.
“Utilizamos un cortador con agua y necesitamos una cadena especial que es de diamante, con lo que se evita serruchar mucho tiempo y eso impide la liberación de muchas partículas; tratamos de aislar la parte que estamos cortando para que desde ese momento el proceso sea limpio”.
El empresario dijo que en 2021 hicieron un proyecto con cinco palas con un cliente en la región del Istmo y están a la espera de otro proyecto.
Pero para que exista un mayor impulso afirmó que se necesita de un esfuerzo conjunto entre clientes y una parte también del gobierno, aunque sea solo haciendo concesiones de espacios públicos. “En un inicio se tiene que hacer una inversión un poco más con enfoque de responsabilidad social, pero tiene sentido financieramente si se alcanza una escala grande”.
Hoy el sector es pequeño y Serrano cree que son la única empresa que puede ofrecer esas soluciones. “No es caer en el egoísmo, seguramente vendrán más que se unan a esto y bienvenidos, siempre y cuando tengamos este compromiso ambiental y social, pero se necesitará el compromiso de todo el sector.
Dijo que hasta hace poco tiempo, de una pala se recuperaba entre 85 y 90 por ciento de los materiales para ser reciclados, y aunque es aventurado decir que se va a reutilizar o reciclar más de 90 por ciento porque apenas se está en un proceso inicial en México, hay grandes expectativas sumadas a los esfuerzos del sector y fabricantes.
“Están dedicando mucho dinero en investigación a escala mundial para que los materiales de los que se fabrican las palas cada vez sean menos contaminantes, eso también tiene que ser un esfuerzo paralelo para que crear el círculo virtuoso del sector eólico”, explicó.
Insistió en que cada vez lo buscan más del área de responsabilidad social de las empresas, porque hay interés y ganas de hacer algo para resolver el problema
“Tenemos que unir esfuerzos y si hacemos este proyecto hablando específicamente del concreto, tenemos una cementera, entonces creo que para ellos sería también un súper escalón empezar a hacer carreteras con fibras recuperadas, es un ganar ganar”, finalizó.
AA