Todo sea por ganar votos. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no piensa ceder en la segunda vuelta ante la ultraderechista Marine Le Pen, y por ello ya dijo estar dispuesto a modificar una de sus reformas más emblemáticas y que no ha podido concretar en sus cinco años de gestión: el plan de jubilación.
Desde su programa electoral del 2017, Macron había planteado elevar de forma progresiva la edad de jubilación de 62 años a 65, para poder seguir sosteniendo el sistema de pensiones. Sin embargo, miles de personas salieron a las calles a fines del 2019 contra el proyecto de ley que buscaba fusionar en uno solo los 42 regímenes de pensiones que tiene Francia actualmente.
Luego de las manifestaciones sobrevino la pandemia y la reforma quedó encarpetada.
Para la actual campaña, persistió en su promesa, aunque con algunas variaciones. Sin embargo, tras el resultado ajustado de la primera vuelta –Macron ganó con el 28% mientras Le Pen consiguió 23%- el presidente señaló esta semana que podría bajar la edad de jubilación a los 64 años, y que la reforma se hará a un ritmo más lento.
“Si no se retrasa la edad, no se puede financiar una pensión mínima de 1.100 euros y no se pueden indexar las pensiones”, dijo este martes en un acto de campaña en Mulhouse, ciudad donde ganó el candidato izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que quedó tercero en los comicios y cuyos siete millones de votantes son ahora claves para inclinar la balanza.
Un tema espinoso
“Voté por usted, pero lo lamento, usted no ama a los jubilados”, le dijo una mujer al presidente en Denain, al norte de Francia, una de las ciudades más pobres del país.
Su emblemática promesa de reformar las pensiones se volvió en un búmeran para Macron, que ahora intenta ponerle parches para no perder votos. Sin embargo, durante varios años los expertos han señalado la necesidad de algunos cambios.
“Los últimos gobiernos de Francia se han enfrentado a déficits en el sistema de pensiones, pero han sido incapaces de aprobar reformas integrales. Los trabajadores pagan una parte de sus ingresos para financiar las pensiones de los jubilados, pero a medida que la población francesa sigue envejeciendo, hay menos contribuyentes disponibles, lo que pone en peligro todo el sistema”, explica a este Diario Alexandra Kellert, analista senior en Control Risks, consultora en riesgos globales.
Macron ha señalado que su objetivo es aumentar progresivamente la edad de jubilación a partir del 2023 hasta alcanzar los 65 años en 2032. Así, la primera generación en jubilarse a esa edad sería la nacida en 1969.
“Aunque los candidatos de la derecha, como Le Pen, han tratado de imponer la inmigración y la seguridad como temas clave, no han tenido tanto eco entre los votantes como las cuestiones económicas”, añade Kellert. “Esto hace que una posible reforma de las pensiones sea un tema clave para la segunda vuelta. Macron se ha anticipado a ello y, tras los resultados de la primera vuelta, dijo que estaba abierto al debate sobre el tema. Quiere suavizar su postura, pero es probable que su idea de retrasar la edad de jubilación a los 65 años siga asustando a muchos votantes potenciales”.
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Pero no solo se trata de jubilados asustados por lo que pueda pasar, sino de muchos sindicatos que tampoco quieren perder beneficios.
“Los trabajadores vinculados a las empresas estatales y antiguas empresas estatales (de ferrocarriles, gas, electricidad, etc.) conservan sistemas de pensiones especialmente atractivos, financiados por fondos específicos. Macron quiere eliminar estos ‘regímenes especiales’, mientras que Le Pen se opone a su fin”, explica Kellert.
Entonces, poner fin a esos regímenes especiales puede provocar huelgas y manifestaciones, como ya ocurrió en el 2019. “Se trata de una situación compleja para cualquier gobierno, por ello Macron renunció a finales del año pasado a proponer un nuevo sistema antes de las elecciones”.
Lo que ofrece Le Pen
La ultraderechista Marine Le Pen prometió durante muchos años -esta es su tercera elección presidencial- volver a bajar la edad mínima de jubilación a los 60 años, pero para estos comicios optó por establecer la marca en 62 años. No obstante, se permitirá el retiro a los 60 años para aquellos que empezaron a trabajar antes de los 20 y han aportado al sistema al menos por cuatro décadas.
“No confío en Macron, nada, y mucho menos a diez días de la segunda vuelta”, dijo la candidata de Agrupación Nacional en la radio France Inter, para quien con esta “maniobra” sobre la reforma de la edad de jubilación, Macron busca atraer a los electores de izquierda, según refiere la agencia EFE.
Le Pen también está a la caza de los votantes de Mélenchon, pese a que están en espectros ideológicos opuestos. Sin embargo, puede aprovecharse del descontento y la cólera que estos electores sienten hacia Macron, a quien siguen apodando el ‘presidente de los ricos’.