La adopción de Bitcoin no tiene a todos contentos en El Salvador, y una buena cantidad de salvadoreños difieren de la estrategia del gobierno en torno a esta criptomoneda.
Mario Gómez es un tecnólogo salvadoreño que de alguna forma lidera desde las redes sociales la disidencia política contra Nayib Bukele y la adopción de Bitcoin, aunque a ciencia cierta, Gómez no está en contra de este protocolo y denominada criptomoneda.
Sin embargo, es difícil precisar a primera vista de qué lado está Mario Gómez en toda esta historia. Su figura aparece representada en una ilustración que finalmente no fue utilizada, pero que en principio se planteó como portada de una edición de la revista Bitcoin Magazine.
De esta manera, Gómez se ha labrado la reputación de ser, si se quiere, el villano o el agente del caos en esta película, posición que no se arrepiente de asumir y parece disfrutar.
Sus comentarios incisivos y provocadores buscan precisamente esto, sembrar el caos y la discordia en el espacio tuitero, donde sus miles de seguidores le hacen barra y enfilan sus armas contra sus contrincantes en arduos y extensos intercambios de opiniones e insultos.
Mario Gómez es un disidente político, y como tal, también se ha enfrentado al hostigamiento de las fuerzas de seguridad salvadoreñas, en un evento que según su testimonio le obligó a huir del país centroamericano y exiliarse en los Estados Unidos.
Desde allí se entrevistó con CriptoNoticias para explicar su posición en torno a Bitcoin y El Salvador, en términos más cordiales y menos volátiles que sus mensajes de Twitter.
Todas las tecnologías no son completamente neutrales. Siempre se desarrollan en un contexto, bajo una serie de principios, y eso te dice que ya tiene una ideología detrás aunque no sea evidente, y obviamente cuando interactúas con las personas, cuando se trata de toma de decisiones, de participación, ya tiene que ver la política.
Leyenda: Mario Gomez con el Luis Esparragoza y Emilio Semerene de CriptoNoticias
Gómez, el «Señor del Caos», el Gato de Soyapango, señala que a mucha gente no le gusta decirlo, pero en su opinión, la misma forma en que Bitcoin se autorregula a nivel técnico y de desarrollo es un tema político.
Esto se traslada al hecho de que realmente no se saben cuántos bitcoins ha comprado el gobierno de El Salvador, como tampoco cuántos se han minado en la central geotérmica de Berlín.
El problema es que ahorita en El Salvador no existen mecanismos para que los ciudadanos, como personas interesadas en que se haga buen uso de los fondos públicos, realmente podamos verificar lo que está pasando alrededor de esto, y la experiencia nos ha enseñado que cuando esto ha pasado en el país [la falta de transparencia], esencialmente es porque hay algunos intereses detrás.
Mario Gómez, tecnólogo salvadoreño.
La Bitcoin Conference transcurrió sin mayores anuncios de parte de gobiernos, a diferencia del año pasado cuando Bukele anunció que presentaría la Ley Bitcoin ante el congreso del país.
De hecho, este año se esperaba que se diera el lanzamiento oficial de los denominados «Bonos Volcán» de El Salvador, los bonos estatales basados en Bitcoin, pero dicha noticia no llegó: el presidente canceló su asistencia a la conferencia.
Gómez seguirá residiendo en Estados Unidos, pero atento a los acontecimientos en El Salvador, que actualmente está bajo un régimen de excepción para combatir el problema endémico de las pandillas.
De él podremos seguir esperando más comentarios incendiarios en Twitter respecto a la implementación de Bitcoin por parte del gobierno de El Salvador, un experimento único y del que queda mucho por desarrollar.