El retorno voluntario es una herramienta presente en las leyes migratorias de muchos países, entre ellos está Panamá que durante los meses de enero y febrero de este año autorizó el retorno voluntario de 513 extranjeros con estadía vencida.
Esta medida aplicada por el Sistema Nacional de Migración (SNM) de Panamá fue tramitada mayormente a venezolanos (215), seguidos por los colombianos (195), nicaragüenses (35), salvadoreños (34), dominicanos (9), hondureños (8) y otros países (17).
Pocas opciones en Panamá y mejoras en Venezuela
El elemento clave de los retornos voluntarios de los migrantes venezolanos en Panamá pudiera estar en las circunstancias agobiantes que padecen debido a la ilegalidad de su estatus migratorio como en las pocas opciones de crecimiento que les ofrece este país.
Así lo considera Juan Carlos Tanus, activista de los derechos humanos y de los derechos de los migrados, quien además pone sobre el escenario del retorno voluntario de los venezolanos en Panamá un componente motivacional asociado con la leve recuperación de la curva de crecimiento de la economía local.
“No es que la gente decida me voy porque hay plenitud allá (Venezuela), no; pero se vienen porque hay una mejoría de la economía», señala.
Sanción menos culposa
Además apunta que cuando los extranjeros deciden salir de manera voluntaria de un país, en su mayoría, es porque han sido detenidos, tienen un régimen de presentación ante la autoridad migratoria o presentan procesos penales por su condición irregular.
Tanus explica que el retorno voluntario es una sanción menos culposa frente a la deportación o expulsión, pues pasado el tiempo de sanción para ingresar al país los extranjeros pueden solicitar visa y entrar de nuevo.
“A estos escenarios se le suma el hecho de que en Panamá se persigue a la inmigración, porque al restringir el acceso de venezolanos sin visado a territorio panameño les obligó (Gobierno de Panamá) sin duda alguna a consolidar un proceso interno de persecución que los grandes medios en Panamá no lo están hoy señalando”, denuncia.
Tratos crueles
Indica que en el derecho migratorio es normal que se contemple la posibilidad de que ciudadanos que hayan ingresado al país decidan hacer un retorno voluntario, pero “la norma se violenta en los tratos crueles, inhumanos que le ocasiona la autoridad panameña (a los migrantes) en los centros de internación, de reclusión y algunos incluso pagan cárcel por eso”.
A esta situación el activista de los derechos humanos de los migrantes le agrega otra realidad relacionada con el endurecimiento de las políticas de movilidad que han aplicado los gobiernos desde Panamá hacia arriba en donde los costos por ingreso irregular son muy onerosos, apunta.
Procesos para desocupar
Tanus no descarta la posibilidad de que debido a todas estas circunstancias de los extranjeros en Panamá, la autoridad migratoria de este país haya iniciado un proceso de información para el tema migratorio de los venezolanos “para desocupar y hacer que ellos de manera autónoma e independiente decidan retornar a sus países”.
En cuanto a la sanción de prohibición de entrada a Panamá por cinco años que el SNM les impone a los extranjeros que aplican al retorno voluntario, dice: “si el retorno voluntario implica que no regresan en cinco años, calculen usted cuál va a ser la pena de los procesos de expulsión. Esos implican mayor sanción”.
El Decreto Ley del año 2008 que crea el SNM de Panamá establece en el artículo 69 que el extranjero que haya sido deportado no podrá ingresar al país en un lapso de cinco a diez años y que pasado este tiempo, la persona puede solicitar se levante el impedimento de entrada y ésta será aprobada o desaprobada por el SNM.
En el caso de expulsión la ley de migración panameña en el artículo 72 señala que el extranjero que sea expulsado no podrá regresar al país.
Xenofobia
Panamá fue el primer país de la región en promover actos de xenofobia contra los venezolanos en el año 2016 con la manifestación “No más arepas, no más tequeños, Panamá es para los panameños” y luego con la convocatoria a golpear a los venezolanos y obtener descuentos en bares.
Así como estos hechos hay infinidad de historias en medios y redes sociales de venezolanos que han sido víctimas de la complicidad del gobierno panameño en casos de xenofobia.
Uno de los sucesos que conmovió a la comunidad venezolana en Panamá a comienzos del 2020 fue el suicidio de Verónica Sánchez, una periodista venezolana víctima de violencia psicológica, quien denunció el secuestro de sus hijos por parte de su esposo y fue ignorada por las autoridades de este país.
Sin contar los frecuentes ataques de la diputada panameña Zulay Rodríguez, quien realiza declaraciones y acciones que promueven el odio en contra de la comunidad de migrantes venezolanos a los que responsabiliza de las fallas del sistema panameño.