En el refranero popular dice que “el hábito no hace al monje”. Adaptado a los tiempos y el tema que nos ocupa, bien podríamos decir que “los estudios no hacen al buen jefe”, al menos en determinados ámbitos. Así lo asegura un estudio reciente de la Oficina Nacional de Estudios Económicos de Estados Unidos, que ha concluido que los ejecutivos con un máster en dirección de empresas (MBA, por sus siglas en inglés) tienden a bajar el sueldo medio de la empresa hasta un 6% en sus primeros cinco años en la compañía, con o sin motivo, pero no mejoran ni el rendimiento ni las ventas.
Los investigadores explican que para llegar a estas conclusiones han cruzado datos públicos de diferentes organismos estatales estadounidenses relativos a la evolución de los sueldos de los trabajadores e información de las distintas escuelas de negocio de Estados Unidos sobre sus alumnos y egresados. Y encontraron que, de forma mayoritaria, aquellos ejecutivos que habían conseguido un título de máster en administración de empresas entre 1980 y 2020 tienden a reducir el sueldo de sus empleados. Por contra, los jefes sin estos estudios superiores son más propensos a repartir las ganancias.
“Nuestra evidencia sugiere que los ejecutivos con MBA no son más productivos que los que no lo tienen: no generan más ventas, ni más productividad, ni más inversión, ni consiguen aumentar el número de empleados. Además, los que tienen estos estudios no comparten las ganancias con sus trabajadores, mientras que los que no los tienen sí lo hacen”, señala el estudio.
Los autores de la investigación consideran que estas evidencias responden al cambio impulsado por las escuelas de negocios desde los años 70 siguiendo los preceptos de Milton Friedman, por los que se prioriza el beneficio de los accionistas por encima de todo lo demás.
El estudio se llevó a cabo con empresas de Estados Unidos, primero, y luego con empresas de Dinamarca, y los autores señalan que, a pesar de las diferencias en política laboral de ambos países, los resultados son muy parecidos. También explican que es necesario extender la investigación a otros países para averiguar si se trata de un fenómeno que se da en todo Occidente o, incluso, en todo el mundo.
“Sería valioso investigar los efectos de la educación empresarial sobre los salarios y los resultados del mercado laboral en otros países, especialmente en aquellos donde la negociación sindical centralizada todavía es frecuente, con el fin de obtener una comprensión más holística de cómo las prácticas de gestión interactúan con las instituciones del mercado de trabajo”, señala el estudio
Asimismo, los investigadores informan de que han encontrado evidencias de la tendencia a reducir los sueldos, pero no han conseguido identificar qué prácticas cambiaron los ejecutivos ni cómo éstas afectaron a los salarios.
Imagen | Helen Cramer