El objetivo más popular de las negociaciones internacionales para proteger la biodiviseridad es preservar al menos 30% del planeta para 2030, pero alcanzar un acuerdo sobre un porcentaje no es suficiente, advierten participantes en las conversaciones.
Delegaciones del mundo entero se reunieron hasta el martes en Ginebra, para llegar a un acuerdo sobre la protección de la biodiversidad que será adoptado más adelante por la COP15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
Las ONG esperan que ayude a poner fin a la destrucción de la naturaleza, después de que los países hayan incumplido sus compromisos durante la última década.
Una coalición de más de 90 naciones quiere proteger al menos un tercio de la tierra y los océanos para 2030, un objetivo denominado 30×30 e incluido en el texto negociado.
“El mundo entero está convencido que proteger la naturaleza es clave para el futuro del planeta, incluso las grandes empresas y la industria”, recoge Trevor Sandwith, director del Centro de acciones de protección de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Un objetivo numérico es “fácil de alcanzar y de medir”, pero es solo una parte de la ecuación, agrega. El acuerdo que se adopte en Kunming, China, debe garantizar también que las zonas protegidas se gestionen de forma eficaz y equitativa.
Pueblos indígenas
El tema es particularmente sensible para los pueblos indígenas, que luchan para proteger sus tierras ancestrales y sus modos de vida.
Las comunidades indígenas viven en territorios que albergan el 80% de la biodiversidad restante de la Tierra, según un reciente informe de los expertos en clima de la ONU (IPCC).
En 2020, el 17% de los territorios terrestres y el 7% de las zonas marítimas y costeras estaban protegidos. El objetivo inicial era de 17% y 10%.
Para alcanzar el 30%, las delegaciones apuestan por “otras medidas de conservación eficaces y equitativas”, incluyendo zonas con actividades humanas compatibles con la protección de la naturaleza.
Esto abre la puerta a la inclusión de tierras gestionadas y pertenecientes a los pueblos indígenas. Pero tras años de marginalización y de desplazamiento forzado, sus representantes quieren asegurarse que sus comunidades tendrán la palabra.
Si la mayoría apoya el objetivo 30×30, su adopción “no será sencilla”, advierte un delegado de un país del norte.
Sudáfrica y China, país anfitrión de la COP15, están nerviosos por ello, dice. “Soy optimista, pero aún queda trabajo por hacer”, añade.
La decisión de India de apoyar ese objetivo podría pesar en la balanza.
“La protección [de la naturaleza] solo se produce cuando se proporciona a las especies un espacio para vivir”, dijo a la AFP en Ginebra Vinod Mathur, presidente de la Autoridad Nacional de Biodiversidad de la India.
India protegió un 22% de su territorio gracias a parques nacionales y reservas para los tigres. Aumentar estos espacios protegidos sería “muy difícil” debido a una fuerte competencia por las tierras, explica Vinod Mathur.
100%
La sesión de negociaciones en Ginebra termina el martes sin que se haya negociado en detalle el objetivo de 30×30.
Pero más allá del porcentaje, hay que centrarse en la calidad de los territorios protegidos, insiste Heather Bingham, que dirige la iniciativa Planeta protegida.
“Es un gran reto: sabemos bastante bien dónde están las zonas protegidas, pero no su eficacia”, añade. El uso de datos satélites podría cambiar esta situación.
Para Linda Krueger, de la ONG Nature Conservancy, las nuevas áreas protegidas tendrán que pasar una prueba. “Tenemos que ver si la biodiversidad se mantiene o mejora allí”, dice.
El objetivo de proteger al menos el 30% del planeta no debe desbaratar los esfuerzos necesarios para preservar la naturaleza en otros lugares, aumentando los espacios verdes en las ciudades o reduciendo los pesticidas en la agricultura.
“Necesitamos el 100%, ya hemos perdido demasiada naturaleza”, añade. (I)