Los non-fungible tokens (NFT) son uno de los temas ms comentados en la industria del videojuego. Ubisoft o Konami han apostado fuerte por ellos pese a las crticas en redes sociales, mientras que otras compaas –Team17, GSC Game World– han descartado sus planes por la presin de fans e incluso desarrolladores. La tienda de PC itch.io los rechaz, como Steam. Square Enix se posicion a favor de la tecnologa blockchain aunque por el momento no se ha traducido en productos; ahora el productor y director de Final Fantasy XIV, Naoki Yoshida, ha asegurado que los NFT no llegarn al MMORPG de la compaa, aunque no los rechaza frontalmente.
Durante una emisin dedicada a Final Fantasy XIV y los planes de futuro, entre los que se incluye una mejora de los grficos, Yoshida trat el tema de los NFT y cmo podran formar parte de los videojuegos -y de Square Enix-.
“Basndonos en cmo est diseado Final Fantasy XIV, no tenemos intencin de incorporar ningn elemento NFT en este momento. Si alguien est preocupado por ello, puedo decir claramente que en este momento no tenemos ninguna intencin de incorporarlos en el juego”, una declaracin que fue repetida en ms ocasiones durante el programa: “No habr NFTs en Final Fantasy XIV, no os preocupis”.
El concepto de los NFT es bueno, reconoce el productor
Yoshida conoce el mensaje oficial del director ejecutivo de la compaa, Yosuke Matsuda, quien los defini como una tendencia que se impondra en el futuro, y en el streaming coment que la declaracin haba recibido “muchas reacciones” de la comunidad, sobre todo entre jugadores occidentales. Sin embargo el productor admite curiosidad sobre los NFT y los juegos fuera de Final Fantasy XIV.
“Creo que el vehculo [los NFT] podra ser algo que hiciesen el concepto de los videojuegos un poco ms interesante. Dicho esto, necesitaramos un juego diseado especficamente para adaptarse al concepto de los NFT”. Yoshida se refiere a la posibilidad de conseguir, comprar o vender objetos virtuales en un mercado que identifica al dueo de estos bienes. Ubisoft ha sido una de las primeras grandes editoras en ponerlos en marcha, aunque el resultado no es demasiado bueno porque se enfrenta a la oposicin de los detractores, que lo califican de una enorme estafa que adems tiene un impacto medioambiental.