El presidente estadounidense Joe Biden se dirige el miércoles a Europa para consultar con aliados sobre maneras de evitar que la invasión rusa de Ucrania degenere en una catástrofe aun peor.
En un viaje de cuatro días que lo llevará a Bruselas y Varsovia, Biden pondrá a prueba su capacidad de navegar la peor crisis en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Crecen los temores de que Rusia pueda recurrir a armas químicas o nucleares si sus fuerzas se ven empantanadas ante la feroz resistencia ucraniana e incapaces de lograr una victoria relámpago.
“Creo que esa es una amenaza real”, declaró Biden a reporteros en la Casa Blanca antes de partir, en referencia a la posibilidad de que Rusia use armas químicas.
La situación humanitaria está empeorando también. Millones de refugiados ucranianos han huido de su país, la mayoría hacia Polonia, y la guerra ha amenazado las cosechas de trigo y cebada ucranianas, provocando temores de hambre en zonas pobres del mundo.
Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional de Biden, dijo que el mandatario coordinará con sus aliados sobre nueva asistencia militar para Ucrania y nuevas sanciones contra Rusia.
Una posibilidad que Biden contempla es imponer sanciones a cientos de miembros de la Duma Estatal, la cámara baja del Parlamento ruso, dijo una fuente oficial que pidió permanecer anónima al no estar autorizada para hablar del tema. La fuente enfatizó que no se ha tomado una decisión definitiva y que las nuevas sanciones serán anunciadas en coordinación con los países aliados.
Sullivan añadió que Biden está elaborando planes para afianzar las defensas de otros países de Europa oriental que temen una mayor agresión rusa. Biden, por otra parte, está tratando de hacer que Europa dependa menos de la energía rusa.
“Esta guerra no acabará ni pronto ni fácil”, enfatizó Sullivan en una sesión con reporteros el martes en la Casa Blanca. “Estos últimos meses, Occidente ha estado unido. El presidente está viajando a Europa para asegurarse de que sigamos unidos”.
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Vanessa Gera contribuyó con esta nota desde Varsovia.