Spotify podría ofrecer muy pronto NFTs relacionados con la música. No quiere quedarse fuera de esta nueva tendencia por temor a perder artistas, y temas musicales.
La música en streaming no pasa por un buen momento. Al menos desde el punto de vista de los artistas. Hay una nueva rebelión en marcha por el tema de los pagos de las plataformas de streaming, y los NFT se han convertido en un escollo para Spotify y compañía.
Convertidas ya en mayoritarias, casi en un monopolio, porque han matado las ventas físicas y las ventas de derechos a las televisiones, las plataformas de streaming son víctimas de su propio éxito. Netflix gastó 17.000 millones de dólares en 2021 para producir nuevas series y películas, y pese a ello los suscriptores han aumentado por debajo de lo esperado.
Algo similar ocurre con la música. Spotify y compañía cada vez tienen más reproducciones, lo que obliga a pagar más a los músicos, pero los suscriptores no crecen al ritmo necesario, y la competencia es cada vez mayor.
Así que solo hay dos soluciones: o subir cuotas (lo hacen cada pocos meses), o reducir lo que pagan a los músicos.
Esto es especialmente doloroso para la música indie, porque el algortimo de Spotify da prioridad a la música más escuchada, y son los artistas más famosos lo que siempre están en portada.
Hace unas semanas fue noticia, una banda llamada The Pocket Gods, que ha subido a Spotify un álbum con 1.000 canciones de 30 segundos de duración. Es una forma de protestar porque Spotify paga una miseria por cada reproducción y solo se necesitan 30 segundos de reproducción para cobrar. Así que sale más rentable sacar solo canciones de 30 segundos.
Mark Christopher Lee, el líder del grupo, explica que Spotify paga tan solo 0,002 euros por cada reproducción de una canción. Es decir, se necesitan 500 reproducciones para ganar 1 euro.
Si quieres sacar un sueldo mínimo para poder comer, pongamos 1.500 euros, necesitas que tu música genere 750.000 reproducciones.
Muy pocos grupos pueden vivir del streaming, por eso han vuelto las miradas a otra fuente de ingresos: los NFT.
Músicos como Kings of Leon y Grimes han vendido NFT de su música. Los grandes sellos discográficos Warner y Universal se han asociado a proyectos de NFT, entre ellos una banda virtual con personajes del Bored Ape Yacht Club, según explica Financial Times.
En Bloomberg, el artista indie Iman Europe describe cómo la venta de NFTs con su música se ha convertido en su nuevo modo de vida: “Con Spotify tan solo ganaba 300 euros a pesar de tener más de 4 millones de reproducciones. Ahora, gano 60.000 euros“.
Los NFT permiten vender activos digitales (ficheros de música, imágenes, videos, documentos, etc.) con una especie de “certificado de autenticidad”, porque se asocian a una clave única registrada en una blockchain de una criptomoneda. Tienes una explicación más larga en este vídeo:
Muchos artistas indie están comenzando a vender variaciones y personalizaciones de tus temas musicales, incluso canciones y partituras como NFTs, y eso les resulta más rentable que los céntimos que les paga el streaming por las reproducciones.
Spotify y compañía temen que comiencen a surgir plataformas de compraventa de NFTs musicales al margen de ellas, y los artistas comiencen a emigrar allí. Ya sea por convicción o por obligación, tienen que entrar en el negocio NFT sí o sí.
Por eso, según cuenta Financial Times, Spotify ha puesto dos ofertas de trabajo relacionadas con la Web3, que es una una forma global de llamar a la internet basada en la blockchain, las criptomonedas, y los NFT.
Nadie sabe si esto es flor de un día, o el coleccionismo digital ha llegado para quedarse. Pero plataformas como Spotify, Instagram o Twitter no quieren arriesgarse a quedarse fuera.