La pelea por aprobar la cobranza delegada de los créditos de nómina de millones de mexicanos que reciben un sueldo formal, ya sea en la iniciativa privada o en el sector público que se dio en estos días en la Cámara de Diputados fue de pena ajena; más allá de cuidar y proteger los intereses de millones de trabajadores con algo tan sagrado como es el sueldo votaron por todo lo contrario, aunque al menos en este intento parece que fallaron ya que el mismo Presidente, dijo que lo echaría para atrás.
Sin embargo, sobre el tema de los créditos de nómina hay mucho por hacer para evitar que millones de trabajadores en estados y municipios, principalmente, sigan siendo víctima de abusos de empresas que coludidas con los funcionarios otorguen créditos con tasas de interés abusivas, todo porque los trabajadores no reciben toda la información de cuánto realmente les cobran; hay desde luego colusión con funcionarios públicos en todos los niveles, y lo peor es que muchas veces les descuentan el crédito y las empresas no reciben ese dinero (porque lo “jinetean” en esas dependencias) y los trabajadores sin deberla son mandados con reporte negativo al buró de crédito por no pagar un crédito que sí pagaron. Historias de este tipo abundan en todo el país y siguen sin que nadie les ponga un alto, que nadie castigue a funcionarios que hacen eso; los legisladores deberían enfocarse en regular a esas empresas.
La propuesta avalada por los diputados, como bien dijo la Condusef y la Asociación de Bancos de México (ABM) debe revisarse bien y a detalle.
Hasta el momento, la Condusef fue más clara y reconoció que el CAT promedio que ofrecen las Sofomes no reguladas, conocidas como nomineras, exceden las tasas de interés que por créditos de nómina o créditos personales ofrecen otros agentes del sistema financiero mexicano, por ejemplo los bancos, sin que tenga justificación alguna lo que cobran.
Son varios puntos a revisarse por el peligro que puede suponer como el que se aprobó la posibilidad de refinanciar los adeudos de los trabajadores acreditados, lo cual podría generar que el costo de los créditos se incremente y resulte exorbitante, ya que se trata de una nueva obligación, explicó la Condusef.
Si bien, la ABM fue más neutral en sus comentarios, lo cierto es que es un tema que de aprobarse tal cual pone un piso disparejo a la industria, además de que no soluciona el problema de que muchos trabajadores se sobreendeudan a tasas de interés leoninas; no se sanciona a quienes están detrás de este “jugoso” negocio en las entidades estatales, municipales o universidades públicas que se “alían” o crean sus empresas para ser el “servicio” de crédito de nómina a los trabajadores, y una larga lista de peros que la misma Secretaría de Hacienda advirtió a los legisladores y que no hicieron caso y aprobaron; aunque parece que al menos este mal intento de “legislar” terminó en este capítulo.
Por cierto, hablando de créditos de nómina, interesante el análisis realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que tiene en la banca registrados 4.8 millones de créditos, de los cuales el 43.2 por ciento de estos créditos fueron otorgados a mujeres durante el 2021, esto es, de cada 100 pesos 42 fueron para mujeres; el dato a destacar es que mientras la morosidad en mujeres fue de solo 1.8 por ciento, en los hombres fue de 2.7 por ciento; ojalá pronto algún banco se atreva a poner tasas diferenciadas, tal y como ley ya lo permite la a las mujeres trabajadores que muestran puntualidad en sus pagos. Por lo pronto, la moneda esta en el aire.