Hace un año atrás, la cadena francesa Accor anunció a través de una conferencia global la apertura de un nuevo hotel en Rosario. El gigante del negocio hotelero, que ya cuenta con el Pullman en el complejo City Center, terminó en aquel entonces de confirmar sus planes para desembarcar con un hotel de la marca Mercure en la esquina de Bv. Rondeau y J. B. Justo, en el corazón del barrio de Arroyito. Sin embargo, y pese a que el proyecto se publicita en redes sociales y páginas de turismo, la habilitación del emprendimiento sigue trabada en el Concejo.
El conflicto viene de larga data. La empresa Aldic, del empresario Alberto Di Carlo, reconocida por la construcción de los barrios residenciales abiertos de la localidad de Roldán, Tierra de Sueños 1, 2 y 3, levantó en 2010 la llamada “Torre shopping”, un condo hotel sobre Bv. Rondeau y J. B. Justo, frente al Portal Rosario. Pero el emprendimiento entró en un cono de sombras cuando se constató que la construcción superaba la altura permitida en esa zona de la ciudad (casi el doble de lo establecido por el Código Urbano). El tema terminó en un litigio judicial en 2013, por iniciativa de la concejala Fernanda Gigliani que apuntó contra la Dirección de Obras Particulares -cuya titular terminó desplazada del área- por haber habilitado esa construcción en evidente falta.
Más de una década después, la “Torre shopping” nunca pudo ver la luz, y quienes participaron del proyecto como inversores cursaron juicios y demandas por estafa y perjuicio económico ocasionado. A cambio, en lugar de departamentos, la desarrolladora ofrece como resarcimiento a los damnificados -que aportaban a un fideicomiso de viviendas-, un porcentaje de las ganancias que deje el hotel, en algunos casos loteos en el Gran Rosario o bien sumas económicas con el fin de destrabar el asunto. Es que fue el propio intendente Pablo Javkin quien afirmó a fines del año pasado que hasta que la empresa no acuerde con todos, no tendrá final de obra.
El hotel Mercure Rosario ya tiene hasta perfil preinstalado en Booking.
“Las irregularidades arrancaron desde el momento mismo en el que pidieron el permiso de obra y siguen hasta hoy que la cadena Mercure está queriendo explotar una unidad que es propiedad de un tercero y que éste debe escriturar. Si no cesan con este tipo de acciones se van a transformar en partícipes”, describió a Punto biz Carlos Sánchez Locke, abogado que lleva adelante en la Justicia cuatro casos de inversores que participaron del fideicomiso y reclaman poder escriturar. Lo cierto es que el panorama está lejos de despejarse para la firma hotelera, dado que recientemente un fallo judicial condenó a la desarrolladora a escriturar e indemnizar por daños y perjuicios a los perjudicados que sumarían más de una veintena.
Sin embargo, llamativamente el Mercure Rosario empezó en las últimas semanas a sumar actividad en redes sociales oficiales de la marca, ya cuenta con página web y hasta dio de alta un perfil en el portal de reservas hoteleras Booking.com. “Todavía no acordaron con todas las personas estafadas, y en algunos casos están muy lejos de hacerlo. Está claro que para poder iniciar cualquier trámite de habilitación primero deben cerrar ese capítulo judicial. Así que no veo un escenario en el que el expediente vaya a ingresar en el Concejo en el corto plazo”, explicó a Fernanda Gigliani, concejala del Frente de Todos.
En esa torre se proyectaban originalmente 240 departamentos, de los cuales la mitad son inversores y el otro cincuenta por ciento eran para la empresa constructora Aldic. De unos 25 damnificados que hasta fin del año pasado mantenían litigio con la firma desarrolladora, hoy hay 10 en juicio mientras el resto terminó acordando compensaciones económicas o terrenos en las afueras de Rosario.