Seguir las noticias derivadas de temas climáticos no solo nos puede generar tristeza, frustración o preocupación. Desde hace tiempo la ciencia empezó a investigar cuáles son los efectos del cambio climático en nuestra salud mental.
Y si, la eco-ansiedad o estrés ambiental existe. Sucede en ese momento preciso cuando vemos la realidad en la que vivimos y las noticias, proyectamos nuestras vidas a futuro y esto nos genera una sensación de desaliento por los años venideros.
Una investigación publicada en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos PNAS y liderada por el investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Nick Obradovich, llegó a la conclusión de que las variaciones en el clima, la lluvia y la temperatura han hecho incrementar el número de consultas por trastornos mentales.
Si vamos a definir la ecoansiedad, se trata de un cúmulo de sentimientos como la angustia, la culpa y el miedo por el cambio climático, la persona se siente ansiosa, insegura, y culpable, llegando a creer que no puede hacer nada para cambiar la situación. Todo esto impacta en la salud física y mental.
Avaaz y la Universidad de Bath en Inglaterra realizó una encuesta donde se calculo cuál es el alcance que el estrés ambiental tiene a la población joven. Los resultados fueron claros: el 60% se sentía preocupado y más del 45% dijo sentirse afectado en su día a día. Cada cuatro de diez jóvenes hasta está reconsiderando la idea de tener familia por el cambio climático.
¿Qué podemos hacer?
Si bien los especialistas aclaran que la ecoansiedad no es un trastorno, el mismo puede afectar a la actividad diaria y a la toma de decisiones importantes, como por ejemplo: tener familia. Lo primero que se puede hacer es buscar un profesional para charlar sobre todos los pensamientos y preocupaciones que se tienen.
Reunirse con allegados o personas que estén atravesando por la misma situación de ansiedad y conversar sobre el tema puede ayudar a gestionar mejor las preocupaciones, entiendo que no es un problema individual, sino global.
Unirse a grupos ambientalistas, y realizar actividades para preservar mejor el medioambiente ayudará a la sensación de culpa, además de realizar una buena acción por el planeta.
Tomar decisiones y hábitos sustentables para el medio ambiente, pero por sobre todo realizarlo de manera amorosa, sin sobrecargarnos de información, sobre exigirnos no ayudará al estrés.
Contacta con la naturaleza, camina con los pies descalzos en el pasto, abraza un árbol, conectarse con el medio ambiente genera bien estar al cuerpo.