El gobernador de Sumi afirma que los civiles están saliendo de la ciudad por un corredor humanitario por tercer día consecutivo
Los civiles han comenzado este jueves a salir de la ciudad ucrania de Sumi (noreste del país) por tercer día consecutivo a través de un “corredor humanitario” tras acordar Rusia y Ucrania un alto el fuego local, según ha afirmado el gobernador regional. Varios miles de personas abandonaron la ciudad sitiada esta semana tras los altos el fuego acordados por Kiev y Moscú después de que las tropas de Vladímir Putin comenzaran la invasión del país europeo el 24 de febrero. La gente también está abandonando las localidades cercanas de Krasnopillya y Trostyanets, según el gobernador, Dmitro Yivitskii. “Las caravanas [de evacuación] se van. ¡Se ha acordado el alto el fuego!”, ha explicado.
La vice primera ministra ucrania, Iryna Verechtchouk, ha afirmadoque se han acordado siete corredores humanitarios para evacuar civiles y para que lleguen suministros básicos a ciudades sitiadas este jueves. Sin embargo, los intentos por permitir a la población escapar de urbes bombardeadas han tenido un resultado desigual en los últimos días. Ayer, por ejemplo, solo funcionaron dos de los seis corredores humanitarios que tenían previsto estar en vigor entre las 9.00 y las 21.00 hora local. El miércoles también pudieron escapar civiles de Sumi, donde una bomba mató a 22 personas, según las autoridades ucranias. Desde la localidad de Enerhodar, donde está la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por las fuerzas rusas, que mantienen retenidos a sus empleados, un convoy de refugiados, compuesto sobre todo por mujeres y niños, también consiguió abandonar la ciudad, según las autoridades ucranias.
Sin embargo, fracasó el alto el fuego para evacuar civiles de Borodyanka a Kiev, de Izium a Lozova, de Volnovaja a Pokrovsk y de Mariupol a Zaporiyia. En Mariupol (sureste), precisamente, la situación es acuciante. Esta urbe de unos 440.000 habitantes con salida al mar de Azov no tiene agua, electricidad, calefacción, cobertura de telefonía móvil ni prácticamente alimentos desde hace días. El alcalde, Vadim Boichenko, aseguró esta semana que los niños de la ciudad empiezan a fallecer por deshidratación. Con miles de civiles atrapados en ella, Rusia bombardeó ayer una maternidad y un hospital infantil. El ataque, según el Ayuntamiento, ha dejado tres muertos, entre ellos una niña, y 17 personas heridas.
Mariupol es clave para Rusia, pues le permitiría establecer un corredor desde las repúblicas separatistas del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014 tras un referéndum que la comunidad internacional no reconoce. Además, la localidad es la última gran ciudad en manos ucranias con salida al mar de Azov. (Reuters y EL PAÍS)