El Gobierno de Querétaro ha informado este lunes de que ya han sido dados de alta 19 de los 26 heridos tras la batalla campal del sábado en el estadio Corregidora. Sin embargo, cinco personas siguen delicadas y una en estado grave. “Es increíble que no haya muertos, literal se ven inertes los cuerpos, sin embargo, mi responsabilidad es decir la verdad”, comentó el gobernador Mauricio Kuri. “Los datos oficiales indican que hasta el momento no tenemos fallecidos. Entiendo que las imágenes son perturbadoras. Lamentablemente se han difundido imágenes en redes sobre las que se afirmaba que habían fallecido”, agregó. Su mensaje se refería a que Facebook y Twitter se han llenado de bulos sobre los sucesos y mostraban, en su lugar, imágenes que habían ocurrido en la tragedia de Egipto de 2012 o incluso episodios de violencia en Argentina.
Lo que ha levantado la indignación es que la Fiscalía aún no ha detenido a nadie. La principal razón, según han justificado las autoridades, es que el proceso de investigación sigue abierto. Horas más tarde, Kuri mencionó que tienen identificados a más de 30 sospechosos, según contó al diario Milenio. Los mismos aficionados de Querétaro y Atlas han reunido fotografías y vídeos de los agresores que atacaron sin remordimiento y con el rostro al descubierto. “La enseñanza que nos deja esto es no dejar de moralizar a México, de insistir en que solo siendo buenos podemos ser felices, de que la felicidad no es la riqueza, sino estar bien con nosotros mismos y con el prójimo”, se limitó a comentar Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, después de dos días sin ofrecer un mensaje ni condena al respecto. En la primera mitad de su mandato han ocurrido más de 105.000 asesinatos y más de 90.000 personas desaparecidas. Una espiral de violencia que golpea y golpea a México.
Todos los dueños de los 18 clubes mexicanos se reunirán este martes para presentar medidas urgentes para que el negocio del fútbol continúe y acorralar a los aficionados radicales. Desde las oficinas de la Liga mexicana han asegurado que se jugará la jornada el próximo fin de semana que coincide con el mayor clásico del país entre las Chivas y el América, aunque buscarán impedir el ingreso de las barras bravas y, a medio plazo, credencializar a los aficionados. En los últimos partidos de la selección mexicana se impulsó una medida para pedirle a los hinchas registrarse a través de una plataforma de la Federación con sus datos personales y luego presentar un código QR en las puertas del estadio para que les dejaran pasar. La medida se impulsó principalmente para erradicar los gritos homófobos en las tribunas.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.