Ecuador cuenta con 210.000 hectáreas de banano registradas oficialmente, indica Roboam Gavilánez, subsecretario de Producción Agrícola del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Sin embargo, sigue un proceso de regularización tras los decretos emitidos por el gobierno de Lenín Moreno y del actual presidente de la República, Guillermo Lasso.
Gavilánez recalca que no hay permisos para banano convencional y que solo se dan para los cultivos orgánicos de la fruta.
Asegura, sin dar una fecha exacta, que este año se realizará un censo nacional agropecuario, una demanda del sector durante las últimas dos décadas, ya que el último se hizo en 2000, hace 22 años.
¿De qué forma controlan que se cumpla la disposición de prohibir la expansión de los sembríos de banano?
En una ley del 2004 sobre el tema bananero se prohibió para defender la producción bananera y al productor. El orden de los factores no altera el producto. El Ministerio de Agricultura está consciente de que hay rubros importantes en el país en los cuales tenemos la obligación y la obligatoriedad de tener un control de siembra, a más de eso, el control del ciclo vegetativo del cultivo. El tema del banano es muy delicado porque es un rubro que entrega al país alrededor de $ 4.200 millones anuales, además genera 1‘880.000 plazas de trabajo semanales. Esta subsecretaría hace el control justamente para apoyar al productor, al comercializador de la fruta, y en este caso, lo más importante es la imagen del país. Seguimos manteniendo el primer puesto a nivel mundial en producción y exportación.
Pero el expresidente de la República Lenín Moreno estableció una excepción que conllevó a la legalización de las extensiones de los sembríos de banano, un proceso que continúa.
No podemos desmayar en el control de la siembra, de la producción de calidad. No hay permiso para sembrar banano convencional. Hay permiso para siembra de banano orgánico porque ese es un rubro interesante para nosotros. Ecuador tiene alrededor de 280.000 hectáreas de banano, estamos cuantificando, preparando una especie de censo a nivel agropecuario porque necesitamos tener datos más exactos a la realidad que vive el mapa agropecuario del Ecuador.
¿Entonces no hay un proceso de legalizar más hectáreas de banano?
Creo que en ese análisis estamos. Hay una cosa que se vuelve interesante. Esta Subsecretaría y el Ministerio, dirigido por el ingeniero Pedro Álava, estamos tratando de educar al ecuatoriano a que consuma banano. Las escuelas y colegios no participan de un desayuno escolar incluyendo en la mesa un banano, es muy poco lo que se hace en ese aspecto. Ahora el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) estamos promocionando ese tema. En el mismo caso, como bananero que soy, el agricultor, el campesino no tiene el concepto claro de lo que significa comer un banano o dos al día. Estamos reeducando, enseñando al agricultor, al campesino de que el banano no solo se come como guineo maduro, sino que tiene otros rubros utilizables en la cocina ecuatoriana. Se puede hacer caldo de bola de guineo verde, el repe. El mismo caso del bolón con guineo verde de queso o chicharrón.
Con esto indica que hay una producción de guineo que no se aprovecha.
Por eso le digo que estamos involucrados en que todo el país consuma banano. Las garantías para la salud comiendo banano son buenas. El tema corazón, se lo digo como experiencia personal, con uno o dos que consumo me mantiene en excelente estado de salud. Por eso impulsamos a que el banano se consuma en todas las escuelas, jardines, colegios y llegar hasta la universidad.
En agosto del 2020, José Grunauer, director de posicionamiento de musáceas del Ministerio de Agricultura, dijo en entrevista con este Diario que en el país había 176.000 hectáreas registradas de banano y que hasta 35.000 eran sembríos informales, lo que sumaría 211.000. ¿Cuántas hay registradas en la actualidad?
Ahora hay alrededor de 210.000 hectáreas oficialmente sembradas. Pero estamos tratando de hacer un proceso de reinspección para saber con exactitud cuántas hectáreas de banano tiene el Ecuador. Estamos impulsando con la ayuda y dirección del ministro Álava el tema del censo agropecuario, lo que es fundamental.
No se hace desde el 2000 y es una demanda que se ha postergado.
Por eso es que ahora nosotros estamos dando el verdadero impulso. Si Dios lo permite, en este año daremos inicio al censo agropecuario. Si no se conoce cuántas hectáreas de arroz, de banano, cacao, maíz, lamentablemente no estamos haciendo bien el trabajo.
Se aplican normativas y políticas a ciegas sin conocer con exactitud el área sembrada establecida cada año mediante encuestas.
Eso es lo que no queremos hacer nosotros porque respecto al crédito que otorga BanEcuador, llegará un momento en que con el censo agropecuario, a través de sus resultados, se podrá analizar qué cantidad de dinero se necesita para otorgar crédito al agricultor.
El control debe ser más eficiente, pero también hay que capacitar al agricultor en herramientas para que escoja de mejor forma lo que siembra y cómo lo hace.
El proyecto Piater se encarga de hacer una especie de censo para hablar con cierta exactitud del hectareaje sembrado, de los cultivos que se están sembrando, de los nuevos que se impulsan a la siembra porque no solo es el sembrado, el tema va más allá. La comercialización de esos rubros se vuelve interesante. Lo que queremos es que al agricultor, productor, sembrador, saque beneficios rentables de lo que está haciendo con el suelo.
La problemática eterna es que no les pagan el precio mínimo de sustentación que se acuerda y establece el Gobierno central en el caso del maíz, el arroz y el banano.
Ahora hay una triangulación interesante. Entre el productor, BanEcuador y el Ministerio de Agricultura. Hoy el agricultor, podemos decirlo con la tranquilidad y el respeto que se merece el país, está recibiendo de parte de nosotros la ayuda necesaria. Si bien es cierto que no tenemos la cantidad de técnicos para abarcar los millones de hectáreas que se siembran, sí tenemos la capacidad de poder ir reorientando la nueva política agropecuaria. Para nosotros, es interesante la educación dentro del mapa agropecuario del Ecuador. Facultades como Agronomía, Medicina Veterinaria tienen que insertarse en la nueva política de desarrollo rural.
Una de las tendencias es que los campesinos repiten la siembra que fue rentable para sus vecinos, pero al llegar la cosecha hay una sobreproducción y no les terminan pagando el precio establecido.
Eso es cierto. Esto involucra un verdadero proceso educativo. En esa parte no solo juega un papel importante el Ministerio de Agricultura y Ganadería, también las universidades. Como catedrático de 40 años, estamos entrando a las universidades para enseñarles lo que significa el mapa agropecuario del Ecuador. Hay muchas cosas que hacer, una de las grandes falencias de este mapa es la comercialización, almacenamiento. El país necesita almacenamiento, secado y esa es la propuesta que hacemos con el ministro Álava al presidente (de la República, Guillermo) Lasso. Lo que pasa es que también el presupuesto del MAG es insignificante para lo mucho que se tiene que hacer en el mapa agropecuario del Ecuador.
¿Qué otro sembrío tiene la prohibición de expandirse aparte del banano?
El cáñamo tiene una restricción porque si no se controla piden permiso para usarlo en lo medicinal, pero es familia de la marihuana y son rubros del que debemos tener un control muy serio. Para el tema del cáñamo hay un reglamento. Personalmente he ido a hacer la inspección y hemos verificado, les caemos de sorpresa.
¿La expansión de la palma africana no está prohibida?
La pudrición del cuello de la palma ha afectado tanto que definitivamente ha mermado la cantidad de hectareaje, pero no obstante, se ejerce un verdadero control sobre la palma aceitera. Hay muchas cosas que se están haciendo, que desgraciadamente no se hacían anteriormente y eso está retrasando el verdadero desarrollo del mapa agropecuario del Ecuador.
¿El mapa agropecuario del Ecuador ya está terminado?
Estamos haciendo una verdadera reinspección del tema. Este Gobierno le ha dado el verdadero nombre de mapa agropecuario del Ecuador. Estamos con proyectos como RENAGRO, que levanta información en el sector agropecuario del país. Hoy se hacen las cosas 100 % técnicas, estamos en un gran porcentaje de aproximarnos a la verdadera realidad que necesita el mapa agropecuario. Es importante la participación de las universidades. Estamos asistiendo con seminarios al campesino. La mujer y el niño campesino tienen prioridad. Estamos integrando a la sociedad ecuatoriana, al ser humano campesino de nuestro país.
¿Cuándo tendrán listo el mapa agropecuario del Ecuador?
En el caminar, en el andar. Vamos caminando con seminarios, invitando al campesino, a la mujer, al niño a enseñarles siembra, cómo se administra el préstamo que da BanEcuador. El campesino cree que el crédito que entrega la banca pública lo puede utilizar y en vez de aplicar para desarrollar el cultivo va y se compra el televisor o una moto, por ejemplo. Esa mentalidad la estamos cambiando. Te puedes comprar ambos, pero con lo que produce el campo porque este dinero te lo presta el país para que siembres, para que lleves el ciclo vegetativo del cultivo. En el momento que pones insecticidas, herbicidas, fungicidas, urea, lo fertilizas, te va a rendir el campo, con eso puedes comprar el carro o el televisor. Hacemos una verdadera educación en el manejo del crédito, de la asistencia técnica, de la siembra, de la cosecha.
¿En el mapa agropecuario del Ecuador tendremos con exactitud el hectareaje sembrado para cada rubro y el número de agricultores?
Hacia allá vamos. Ya usted puede ingresar y pedir cuántas hectáreas de banano hay sembradas en la provincia de Los Ríos, en un sector de Catarama del cantón Urdaneta y ese dato tendremos. Se dará cuenta de cómo vamos ingresando a la tecnología, al campesino, al agricultor para que el país conozca la verdadera realidad del mapa agropecuario del Ecuador.
¿Los agricultores deben pedir permiso también para hacer cultivos de ciclo corto como arroz o maíz?
No, usted puede sembrar las hectáreas que quiera. Llegará un momento en que el Ministerio de Agricultura tendrá que normalizar cierta siembra para evitar una competencia no saludable para el productor.
¿Evitar la sobreproducción?
Exactamente, ese es otro dato importante. Estamos tratando de ver cómo hacemos, por ejemplo, un intercambio. Enviar un barco con banano a Polonia o Rusia, hacer un trueque, y ellos nos dan urea. Eso es beneficioso porque vamos a bajar los costos de fertilización y de producción para el pequeño productor.
¿Esto no se ha hecho?
Tengo experiencia en eso. Lo hicimos, llevamos banano, estábamos con (el empresario) Isidro Romero en una sociedad y nos dio resultados. Sí se puede, lo que pasa es que tenemos que buscar los mecanismos, en este caso, relaciones exteriores, las embajadas y ver cómo están nuestras relaciones con China. Estas ideas que damos es porque creemos que se pueden hacer. No hay nada que nos impida llenar un barco con banano cada semana y traer insecticidas, herbicidas, fertilizantes. Así se abaratan los costos de producción.
¿Pero cuál sería el papel del Estado porque el banano que se envía sería de plantaciones privadas?
Como Ministerio tengo que supervisar que la fruta que se envía a esos mercados tiene que ir en buen estado. Si se envía un banano muy maduro, putrefacto, se dañará la imagen del Ecuador; tendremos controles estrictos.
¿Sería también garantizar que los fertilizantes, los herbicidas que se traigan se vendan a un valor más reducido?
Al traer urea polaca o rusa, que son de excelente calidad, ya no la venderán a $ 50, sino a $ 20 o $ 25; mire el margen que hay, entonces el beneficio es para todo el país. Son insumos que se necesitan cada semana en el campo para fertilizar. (I)