En Acapulco también hay Nadalovers. Se les identifica por las camisetas con el logotipo del corazón en forma de toro. Hay quienes ya lucen una camiseta roja, como la de la selección de fútbol, con el número 21 en la espalda. “Adoptamos a Nadal como nuestro ídolo al no tener tenistas mexicanos de su nivel”, contó a este diario Juan Ramón Vega, un aficionado de 43 años. Al mallorquín se le aprecia especialmente por jugar por primera vez en 2005 cuando tenía 18 años. A partir de ese momento, la raqueta del español se llenó de trofeos y laureles hasta el mágico número 21 de los Grand Slams. En la segunda ronda, Rafa Nadal se enfrentaba a Stefan Kozlov, un rival que se coló al torneo de última hora, y le doblegó (6-0 y 6-3) en una hora con 26 minutos.
Kozlov, de 24 años, tenía de frente a un Nadal que empieza a agarrar ritmo. El español rompía al estadounidense con su pegada tan difícil de contrarrestar. Nadal quiere ser ese bravo tenista que le ha forjado su trayectoria y así se le notaba con un primer set en el que quería reducir al mínimo sus errores. Su arrollador arranque del duelo era bien correspondido por las gradas con el grito de “¡Venga Rafa, México te ama!” Si el estadounidense quería picar flotada la bola, Nadal salía al paso para triturar su estrategia. No quería dar espacio a alguna proeza. Y es que Stefan Kozlov llegó de rebote al torneo tras la baja de uno de los participantes en México. E incluso estaba entrenando con Nadal. En su primer duelo chocó contra el búlgaro Grigor Dimitrov. Nadie apostaba por el estadounidense. Llevó el partido hasta el tercer set, pero el cuerpo ya no le respondía tan bien. Lleno de calambres apenas si podía replicar y, pese a todo, se quedó con lo que fue su mayor triunfo.
En el primer set, Nadal sacó el brazo para dejar en blanco a Kozlov (6-0). En el segundo, Kozlov buscó su revancha para ganarle un juego al mejor tenista español de la historia. Así lo consiguió en tres ocasiones nutrido de un impulso que el propio Nadal intuyó que podía amargarle un poco la noche en el segundo set a 27 grados y con una humedad de 78%. El estadounidense le plantó cara porque, si ya había echado a Dimitrov, por qué no a Nadal. El español sacó el mazo en la segunda parte del set final para asestarle el golpe final para el 6-3. Una clase exprés de Nadal que quizá olvidó impartir durante los entrenamientos con Kozlov. “La victoria me da la oportunidad de volver a jugar para vosotros”, comentó el ganador tras el encuentro.
El ruido del público mexicano ha comenzado a ser un problema para los tenistas que exigen concentración y se han topado con insultos a Kozlov al llamarle “el calambres”. Los llantos de bebés o los “¡te amo, Rafa!” que en vez de impulsarle, detenían los servicios de los deportistas. Nadal, sin rencores, se entregó y también las bolas de juego que incluso pateó y voló una hasta el campo de golf.
Daniil Medvedev tiene la posibilidad de quedarse con la oportunidad de ser el mejor tenista de la ATP. El ruso se comió al español en el primer set (6-1) sin dejarle oportunidad de replicar. La potencia fue clave para desmontar rápidamente el juego de Andújar. De paso también se llevaba los aplausos de un público que lo empieza a arropar. El segundo set no cambiaba el ritmo. La estrategia del ruso fue salir por todas. Andújar se llevó las palmas al ganar el primer juego en el que puso corazón en el saque. Ahí empezó a recuperarse para ganar otro game, pero ya el ruso tenía bien cerrada la serie con un último ace para el 6-2 en un duelo de una hora con tres minutos. “Tengo hambre de más”, advirtió el ruso tras el juego.
Pablo Andújar, de 36 años, quería dar otra campanada en su carrera. La más reciente la consiguió en el Roland Garros de 2021 cuando sacó de la primera ronda a Dominic Thiem, uno de los favoritos del torneo. Esta tarde en Acapulco intentó sacar los dientes frente al ruso que no claudica y que quiere curar la herida de Australia con la corona mexicana. Acapulco está dolido porque fue expulsado del torneo el alemán Alexander Zverev, uno de sus favoritos. La esperanza de un gran espectáculo de tenis queda en Nadal y Medvedev.
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