Los ajolotes liberados la semana pasada en Xochimilco están vivos, sin embargo, no hay manera de rastrearlos porque no les fueron colocados chips, precisó Manuel Rodríguez, presidente de la Cooperativa Michmani, en cuyo centro ecoturístico fueron depositados.
En entrevista con este diario descartó la posibilidad de rastrearlos, ya que cada chip cuesta entre 50 y mil 250 pesos y la cooperativa no cuenta con recursos. Para dar seguimiento a su evolución, dijo, son pescados y luego dejados en libertad. Además, indicó que fueron menos de dos mil los animales liberados en esas aguas.
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El biólogo de la UNAM, Luis Zambrano, uno de los críticos al llamado Ajolotón de la semana pasada -donde alcaldes de Morena liberaron simbólicamente a estos anfibios-, se manifestó en contra de la liberación masiva de esta especie, porque es una de las soluciones más burdas para solucionar un problema ambiental, lo cual de ninguna manera es bueno ni sano, al contrario, genera dificultades.
Luis Zambrano, en entrevista con El Sol de México aclaró que sus opiniones no deben ser tomadas como algo anti o a favor de un partido político y comentó que no fue buena la realización del Ajolotón, porque en el sitio donde los anfibios fueron dejados en libertad, ya hay otros animales de su especie que son silvestres y meter más ajolotes en un sistema muy deteriorado representa un problema, porque los ponen a competir.
Como segundo punto advirtió que ese animal no puede sobrevivir si no está restaurado su hogar. “Entonces, antes de liberar ajolotes, antes que pensar en protocolos para liberar ajolotes, tenemos que restaurar su hogar y eso es restaurar Xochimilco”, subrayó.
Dio a conocer que la Universidad Nacional Autónoma de México trabaja, desde hace cinco años, en un programa junto con la alcaldía Xochimilco y la Secretaría de la Cultura federal llamado “Chinampa Resurge”, cuya finalidad es restaurar el hábitat de los ajolotes.
Explicó que el programa consiste en que los chinamperos forman refugios alrededor de sus sembradíos en el que no permiten la entrada de carpas y tilapias, además colocan un filtro con especies de algas para mejorar la calidad del agua. “Así son las restauraciones, no son como las liberaciones, de aventar ajolotes”.