Bueno sería que los candidatos hagan la tarea desde ya. Reciben un país con alta inflación y violencia, y una sensación de que es mejor irse a Ucrania
Por: Ronald Messino
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En medio de un movido inicio de semana la realidad del país salta entre las tonterías de los mal llamados influenciadores, los altos precios de los alimentos que dan muestras de especulación en algunos sectores y el siempre naufragante espectro político del país.
Hoy quiero dedicar unas cortas palabras (con tono profético) a todos los candidatos que aspiran un puesto en la casa de Nariño; específicamente en darles una alarma para que casos como “más empleo, menos impuestos” no se vuelvan a repetir.
También es una advertencia para usted señor votante, con el objetivo que se informe en función de propuestas más allá de su tinte político, es decir más allá de candidatos, así que aquí vamos.
- Asistencialismo “con lo que no cuesta se hace fiesta”. Es claro que un país tan desigual como Colombia donde se “abudinean” un porcentaje nada despreciable de los recursos públicos la necesidad de ayudar a los más necesitados es imperativo, sin embargo, debemos ser realistas, una política asistencial en modo de subsidios es inviable ya que realmente no está solucionando el problema. Los subsidios deben ser condicionados a los beneficiarios que lo utilicen para mejorar, por ejemplo, Familias en Acción debería ser condicionado a que esas familias se capaciten en creación de negocios o educación para buscar un empleo y limitado a que se observen resultados sino debe ser destinado prioritariamente a quien si muestre señas de evolución. Auxilios educativos condicionados a rendimiento académico pensaría que 12 semestres (10 normales y 2 para sufragar algún traspiés) son suficientes para terminar una carrera de 5 años. Auxilios a empresas, condicionados a generación de empleo e innovación de productos y procesos que realmente hagan al país competitivo, dejar de sacar materias primas y empezar a sacar productos transformados. El dinero no es para regalar es para reproducirlo e invertirlo.
- Hacer la tarea: muchos candidatos parece que se han concentrado en hacer campaña, pero realmente a pocos (casi que me atrevo a decir a ninguno) le he escuchado relatar cómo va a encontrar el Estado si llega a ser presidente y cómo van a enfrentar la papa caliente que les deja el amigo de los impuestos bajos. Qué bueno sería que empezaran a hacer la tarea desde ahora, recuerden que reciben un país con alta inflación, aumento desmedido de la violencia e inseguridad y con una sensación de que es mejor irse a Ucrania porque como están las cosas acá, allá todo se nota más tranquilo. Ya no podrán decir “yo no sabía” si no puede con el puesto por favor no se postule al mismo. Ya hemos tenido suficientes ineptos en el poder.
- Criminalidad: Escuche a un amable viejito hablar de una ciudad cárcel como propuesta de campaña, inmediatamente las voces de a favor y en contra se hicieron sonar. Más allá de eso, la esencia de la idea es buena; pero es buena si vamos a meter ahí a todos no solo para que se resocialicen sino que con trabajo paguen lo robado o reparen a sus víctimas.
- Reforma judicial anticorrupción: La corrupción en Colombia debe llevar a una pena máxima equiparable con el homicidio; ¿realmente son tan inocentes en pensar que la corrupción no mata? Veamos eso en la Guajira, en Buenaventura y casi que podríamos encontrar ejemplos en todo el país. Acá un tema para los gurús del derecho y próximo presidente. Es una iniciativa de ley necesaria a toda forma.
- Reforma a la educación: Los tiempos en que una persona educada se limitaba al conocimiento de materias básicas han pasado. Nuestros estudiantes necesitan fortalecer la capacidad de análisis, solución de problemas y educación financiera (y no me refiero a las inútiles clases de “emprendimiento” de algunos colegios) que los convierta en personas pensantes, responsables y con una sana capacidad de administrar finanzas. Esa mentalidad es la que nos ha llevado al todo vale que nos tiene arruinados y con una clase política tramposa e indiferente que ve a los demás con desprecio y aires de grandeza (sino observen la forma de hablar y el lenguaje corporal de algunos congresistas, bachilleres congresistas, arribistas congresistas y lame botas congresistas). Son personas que ven a la gente del común como peor es nada, no se engañe, muy seguramente usted está pensando en votar por alguien que no lo recibiría en la oficina y lo haría sacar a punta de descargas eléctricas si con eso necesitar parquear su carro.
Creo que por ahora con esos 5 puntos tienen de donde sacar material de campaña, ojalá no se quede en promesas porque recuerden los tiempos van cambiando y tarde o temprano las personas se van a cansar, observen la historia, han empezado revoluciones por muchos menos que eso y la tensión se siente en todas partes.