Raúl González “El Matemático” recuerda como si fuera ayer la marca que logró en Los Ángeles en 1984, cuando obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos: 3 horas 47 minutos 26 segundos.
Ese día marcó su vida, pero tiene otros recuerdos igual de significativos que su trayectoria como atleta.
Con especial cariño, Raúl González rememora sus entrenamientos en el Estadio Raymundo “Chico” Rivera, espacio que celebra 60 años de vida este 2022.
“Ganar una medalla olímpica es el máximo anhelo de un atleta de alto rendimiento, definitivamente marcó mi vida. Pero no olvido que las primeras competencias fueron como estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León”, compartió vía telefónica.
Atleta universitario de excelencia
Actualmente, Raúl González Rodríguez “El Matemático” es asesor de la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados, por lo que está establecido en la Ciudad de México. De manera paralela, es entrenador de atletas con miras a los Juegos Olímpicos de Paris 2024.
Sobre su relación con la UANL, el marchista tiene anécdotas que le resultan entrañables. En 1969, ingresó a la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM), de ahí el apodo que utilizó como atleta y como es reconocido a nivel internacional.
“Al entrar a la facultad me contacté con el profesor Daniel Garza Moreno, quien fue mi entrenador en la Universidad cuando empecé en la marcha; y recuerdo que nuestra pista estaba trazada alrededor del campo de americano.
Posteriormente, todos los atletas que representábamos a la Universidad, cerca de 30 alumnos, nos dimos a la tarea de hacer la pista, de darle forma a la pista, acarreando tierra con carretillas y tener al menos una pista de tierra y ahí entrenábamos”.
“El Matemático” nació en China, Nuevo León. Las necesidades que padecía su familia los obligó a salir del Estado y buscar empleo en Río Bravo, Tamaulipas.
“Viví cinco años en la frontera. Nos trasladamos en la época de las pizcas de algodón, ¿los motivos? Buscar subsistir, toda la familia de nosotros nos fuimos a buscar otra fuente de trabajo para poder sobrevivir; ya luego regresé y me inscribo en esta Universidad”, agregó.
El medallista olímpico comparte que en los inicios de su carrera como estudiante y atleta de la UANL nunca lo desanimó el hecho de entrenar en las condiciones que tenía la pista.
De ninguna manera me desanimé, al contrario, era con lo que podíamos disponer en esa época, en ese tiempo, y aunque fuera así, lo que queríamos era sobresalir y obtener cosas importantes, primero para la Universidad, después para el estado de Nuevo León y después para el país.
“Siempre me da mucha emoción verlo y hoy aún más. Como Presidente de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) en los años noventa, pude entregar apoyos económicos para construir la primera pista de material sintético en este estadio”, continuó.
González Rodríguez reconoce que gracias a esa inversión, hoy el Estadio Raymundo “Chico” Rivera le ha permitido a nuevas generaciones empezar su sueño en condiciones muy distintas a las que enfrentó como atleta.
¿Qué reflexiones le provocan este 60 aniversario del estadio en el que inició su carrera como atleta?, se le cuestionó.
Cada vez que estoy en ese estadio me da mucha emoción. Primero porque fui partícipe de ese grupo de estudiantes que construyó la primera pista de tierra. En esa pista gané mi primer campeonato pre nacional, que me valió para participar en el Campeonato Nacional Juvenil y ganar.
“A principios de los noventa fue que pudimos construir ya una pista de carácter internacional, con todas las especificaciones requeridas por la Federación Internacional, una pista de sintético, que fue la primera que se construyó fuera de la Ciudad de México.
“Y para mí fue una enorme satisfacción que en la pista donde me inicié, tuviera la oportunidad de convertir en una pista internacional”, concluyó.