Zapopan.- Una enorme sonrisa delata la comodidad que Emma Raducanu está viviendo en su primera visita a Guadalajara. La joven de 19 años, campeona de un Grand Slam (US Open 2021), es la sensación del WTA 250 de Zapopan en su tercera edición de existencia, rodeada por los reflectores de ser la mejor sembrada y una de las principales promesas del tenis mundial. Pero su vínculo se hace todavía más fuerte cuando en la ceremonia del sorteo del draw, le preguntaron quién es su director de torneo favorito, a lo que ella respondió: “Tengo que decir que Gus junior”.
Gus junior es el hijo de Gustavo Santoscoy, el director titular del Abierto de Zapopan y quien ha involucrado a toda su familia en cuestiones de gestión y organización. Los Santoscoy caminan con tranquilidad por todos los rincones del Centro Panamericano de Tenis de Guadalajara, pero no dejan de ver en dónde hay posibilidades de mejora.
“Me defino como un ilusionista, veo las cosas y me pongo a desarrollarlas, no paro, siempre estoy inventando cosas. Aunque muchas no me salen, de 10 no me salen nueve, siempre me pongo objetivos muy altos, siempre he sido un idealista de buscar más y siempre me exijo mucho, ese es uno de mis defectos, porque no me pongo límites”, se define a sí mismo Gustavo Santoscoy en entrevista con El Economista.
La organización de un torneo WTA 250 involucra diversos temas: desde la gestión de más de 300 personas en labores operativas hasta un pago aproximado de un millón de dólares como fee para poder ser ciudad sede. Son acciones que Santoscoy ha liderado gracias a su experiencia empresarial.
“Mi primer modo de vida es la hotelería, en cuestión de la administración y operación de hoteles, donde manejas a mucho personal, inversionistas, dueños de hoteles, de ahí es el tema que he desarrollado en los últimos 15 años y de ahí agarro experiencia para tener este manejo de empresarios y operación con gobiernos dentro del deporte. Lo que aprendí en la hotelería, manejando desarrollos turísticos, es lo que enfoco ahora para el tenis”.
En el currículum de Santoscoy destaca el haber sido director corporativo de Golf Resorts de Grupo Vidanta en ciudades como Acapulco, Cancún, Los Cabos o Puerto Vallarta, incluyendo instalaciones reconocidas en Latinoamérica como The Grand Mayan o Grand Luxxe. También llegó a ser gerente general del Karibana Beach Golf Resorts en Cartagena, Colombia, y desde 2015 es socio manager de Trust Hospitality en México, una compañía que coordina hoteles independientes.
En cuanto al tenis, explica que es una pasión desde la infancia que comenzó cuando tenía 12 años y entonces fue jugador de un torneo nacional en Monterrey. A los 21 dejó de jugar y a los 23 empezó su carrera como director de un club, la cual dejó a los 30. Tiempo después ha comenzado con su rol de organizador de torneos, trayendo a México algunos de categoría ‘challenge’, ‘futures’ o de exhibición, pero su estrella es el Abierto de Zapopan.
“Siempre he estado organizando eventos, de experiencia ya son muchos años y ahora (con el WTA 250) es la culminación de todos esos años con eventos de este tipo. Me siento contento porque, si bien me gusta mucho el deporte, el poder crear este tipo de eventos me llena más de satisfacción porque apoyamos al desarrollo y damos oportunidad a las jugadoras mexicanas”.
En cuestión económica, además del fee dirigido a WTA, hay un prize money total de 239,477 dólares. Para ello, Santoscoy refiere que la presencia de los sponsors y las relaciones gubernamentales son las que hacen que los torneos sean posibles, no la venta de boletos.
“A mí me competen todas las gestiones con patrocinios, las relaciones con la WTA, análisis con jugadoras, cuestionamientos, porque los torneos tienen que ser financiados con los sponsors y es en eso donde uno tiene que trabajar. Si esperas hacer este tipo de eventos por ingresos de taquillas o recursos propios, los torneos no tienen ninguna permanencia, aquí lo que hay que buscar es que los sponsors faciliten la organización de este tipo de eventos”.
Para la edición 2022, el Abierto de Zapopan cuenta con 15 patrocinadores: Akron, Caliente y Amstel Ultra (principales), Mex Covery, Jack Daniels, Red Cola, Ford Jalisco, Free Motion, Jaloma, Electrolit, Inteligis, Tucané, Imagen Radio, el Gobierno de Guadalajara y el de Zapopan.
Con la experiencia de tres ediciones del WTA 250 (2019, 2021 y 2022), así como una sorpresiva sede para las WTA Finals 2021, Santoscoy visualiza todavía una carrera larga como organizador de eventos tenísticos hasta alcanzar su meta de tener un Masters 1000.
“No tengo límites de nada, sabemos que empezamos con un WTA 125, ahora tenemos el 250, sigue el 500 y un 1000. Mi punto máximo es un Masters 1000 y no pararé hasta tener uno, que el Abierto de Zapopan sea uno de los nueve más grandes torneos del mundo (…) Admiro a todo el que hace eventos de tenis porque debes estar un poco loco para meterte a hacer este tipo de eventos, no es fácil, involucras muchas acciones e intereses a nivel mundial. Admiro a aquel que crece sus torneos a base de esfuerzos, sponsors y sinergias”.
—¿Cuál es el legado que le gustaría dejar a la familia Santoscoy en el tenis mexicano?
“Que los torneos que estamos haciendo ayuden a tener mejores tenistas, en lo personal puedo tener muchos objetivos y puedo ser exitoso en la organización, pero creo que el legado que puedes dejar es que el tenis de México vuelva a los niveles que todos esperamos y definitivamente que alguna mexicana, a raíz de los torneos que tenemos, pueda acceder a lo mejor del ranking, eso sería lo mejor porque permearía a todo el país y todos los tenistas”.