El jefe de la Unidad de América Latina y Operaciones Regionales de la Comisión Europea, Jorge de la Caballería, visitó el país en el marco del Programa Indicativo Multianual 2021-2027, un sistema de cooperación entre la Unión Europea y Paraguay enfocado en impulsar temas como el medioambiente, la lucha contra las desigualdades y la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas. Sobre este último punto, y en charla con ÚH, el enviado de la Unión Europea (UE) expresó su profunda preocupación “por el alarmante” crecimiento del crimen organizado en nuestro país y la falta de voluntad política para hacerle frente. Expresó que Paraguay es uno de los países más desiguales de América Latina y enfatizó en la necesidad de fortalecer las instituciones.
–Con la pandemia se han incrementado la desigualdad, la pobreza, y la falta de trabajo. ¿Cómo puede la Unión Europea ayudar a reducir estas condiciones?
–Habría que hablar de América Latina, pero hay que decir que Paraguay es uno de los países más desiguales de América Latina. La desigualdad ha aumentado por el impacto del Covid porque a los problemas estructurales que existían, más fuerte le ha pegado. Porque lo que ha hecho es exacerbar, aumentar, multiplicar problemas previos, lo cual al salir de la pandemia los países que ya tenían problemas acumulados salieron peor parados por mucho que la Unión Europea tome medidas para paliarlos. Paraguay siguiendo los parámetros es uno de los países que tiene problemas estructurales que han venido arrastrando. La desigualdad es solo uno de los problemas, lo que pasa es que es el más hiriente.
–Cuanto más desigualdad hay, más se hace inestable un país…
–Hay muchísimos elementos, aparte del elemento ético, que están ligados al hecho de esas distancias entre distintas partes de la población. Nosotros lo tenemos muy claro, por eso nuestros dos sectores prioritarios son la desigualdad y el pacto verde. Hemos trabajado mucho con el tema de la educación, que está directamente ligado, porque la desigualdad es la consecuencia también de una fragilidad de una parte de la población que no tiene la mínima formación y luego no acceden a fuentes de trabajo, y tendrán menos oportunidades. Empujando a hacer un sistema de protección social importante se pueden paliar y proteger a los más vulnerables.
–¿Y de qué manera podría nuestro país tener un sistema de protección social?
–Para nosotros es evidente que la gran ventaja que tiene este país es que cuenta con una central hidroeléctrica, si quiere tener un sistema de protección social y buen sistema de educación tendrá que tener más impuestos de los que tiene ahora, no hay otra solución, no es un tema de ideología, es un tema de buena administración, hay que administrar el Estado como se administra una empresa.
–¿Qué medidas más drásticas y eficientes se pueden aplicar con respecto al cuidado del medioambiente?
–Deforestación. Lo sabe cualquiera. América Latina aporta como pulmón del mundo más de lo que contamina. Pero es el continente del mundo con más población urbana que contamina mucho. Lo que se está desarrollando en Europa es la economía circular, sustentable que permita crecer. La deforestación es un tema que estamos preparando. Europa lo primero que ha hecho con el pacto verde es decir: nosotros nos aplicamos a nosotros mismos lo que decimos. Es decir, nos hemos fijado un objetivo. Y todos los esfuerzos se han fijado para llegar a un horizonte en el que nos vamos a descarbonizar. Una de las primeras cosas que hay que hacer es que el pacto verde no conlleva en un costo, que seamos menos rentable. En realidad se puede crecer, hacer un buen negocio. Una agricultura más orgánica. Paraguay tiene el gran maná que es la gran represa, y hay energía renovable.
–¿Preocupa a la UE el fuerte avance del crimen organizado en nuestro país?
–Nos preocupa muchísimo la cuestión de la seguridad. El crecimiento y creación de empleos va de la mano de la seguridad. La concepción europea de la seguridad es muy diferente a la de otros países socios del Paraguay.
–¿En qué sentido?
–En el sentido de que nosotros vemos la seguridad como algo ligado a los DDHH. Para nosotros es seguridad luchar contra el crimen organizado, temas de droga, pero también para la trata de personas. La seguridad también es eso. La seguridad relacionada con la droga nos preocupa bastante porque ha evolucionado en este país de manera muy preocupante. Es alarmante. Lo que empieza a transitar en Europa no es un proceso repentino, todo este crimen se organiza desde hace mucho tiempo, pero a través del Covid y esta situación, el crimen organizado ha sacado ventaja.
–¿De qué manera la UE puede ayudar a combatir este flagelo que mueve fortunas y se adentró en las instituciones del Estado?
–El crimen es global, todo se ha globalizado y siempre van por delante. No solo es un interés de Paraguay porque se ha visto cómo el crimen ha aumentado en sus fronteras, sino está directamente ligado con la seguridad de Europa, de Brasil, que tiene el mismo interés que no se meta ese cáncer dentro de esos países vecinos, y como la naturaleza del crimen es transnacional y además han utilizado el Covid para sacarle ventaja, ponemos a disposición programas que utilizamos a fondo para darle a Paraguay nuestra experiencia de políticas públicas para formar su policía, crear redes de datos, ofrecer una buena legislación, aconsejar con los errores que hemos cometido, dar experiencia a través de policías europeos, traer a policías suecos, españoles, para dar capacitación.
–¿Qué se debe hacer para frenar las finanzas del crimen organizado?
–Capacitar a la Policía y sobre todo darle toda la información que hay alrededor. El crimen es cada vez más transnacional y global, y entonces lo que hemos comprobado en Europa es la interconexión de la policía, las redes. Actualmente, un policía alemán, un policía español o un policía luxemburgués comparten la información sobre criminalidad como si estuvieran en el mismo país, son hiperreactivos, ya no le sirve al criminal irse a Francia para esconderse de la policía de Italia como ha ocurrido siempre.
–¿Eso tiene que ver mucho con los recursos tecnológicos con los que podría contar el país?
–La tecnología también, pero al final no es lo más caro ni lo más complejo. Son instrumentos que permiten hacer muchas cosas, pero está ligado a las bases de datos comunes, porque si mete una información, pero no la comparte o si no le puede analizar porque se presenta con lenguaje diferente no voy a poder hacer rápido. Tengo que hacerlo de la manera que todos entendamos, hay que trabajar en redes latinas y compartir con la europea, y así el crimen lo va a tener mucho más difícil. Eso hoy no existe y la tecnología está disponible.
–¿Por qué no existe?
–Es la decisión política, la confianza de compartir y llegar a un tratado.
–¿Qué proyectos tiene pensados la UE para poder hacer frente al crimen organizado en Latinoamérica?
–Actualmente estamos trabajando para crear Ameripol. Es muy parecido a Europol, una policía compartida en Europa que no quiere decir que haya policías europeos en cada país. Pero las dos trabajan en red con los mismos criterios. América Latina está ratificando un tratado para que las policías de Bolivia, Brasil y Paraguay puedan trabajar de la misma manera. Para conectar las bases de datos europeas y latinas van a pegar bien duro a muchas mafias que se benefician de la falta de conexión y de entendimiento. En Europa hace mucho que ya no es así y las fronteras internas desaparecen. Si no se refuerzan esas fronteras externas, el criminal podrá moverse tranquilamente. Es una experiencia muy útil para América Latina. Es un tratado que debe entrar en rigor.
–¿Cuál es el camino que encontró la UE para minimizar al máximo el costo de la corrupción tanto judicial como política en favor del crimen organizado?
–Todo lo que son buenas prácticas; por ejemplo, la incautación de bienes. Hace años, la legislación que consiste en incautar al criminal y a su familia todos los bienes le hace mucho más daño que incluso penas perpetuas. Porque era un negocio quedarse en la cárcel mientras su familia es millonaria. Si se le incautan sus bienes no le va a interesar delinquir, porque aparte se recuperará ese dinero para financiar más comisarías.
–Si bien la narcopolítica no es nueva en el escenario político paraguayo, en los últimos años se ha recrudecido esta situación. ¿Cuál es el camino para salir?
–Donde hay poder evidentemente hay corrupción potencial, pero eso también ocurre en Europa, la diferencia radica en los medios que tengas para atacarla y la capacidad que tengas para perseguir al criminal. Hay países mejor organizados que utilizan instrumentos más eficaces. Si además en Paraguay la institucionalidad es floja y la lacra de la corrupción se incrusta va a ser un horror y de hecho ya lo vemos. El asunto es que se debe luchar contra la corrupción mejorando la Policía, mejorar la relación de la Policía con lo Judicial y mejorar lo Judicial con lo penitenciario. Se puede tener un muy buen Poder Judicial, pero una Policía corrupta. Y la droga compra voluntades políticas con sumas enormes. Hay que atacar de raíz. Cuanto más flojo es el Estado, más se le va incrustar esa lacra.
–Usted visitó la zona de la Triple Frontera. Desde hace años, la zona es considerada un punto caliente de actividades ilícitas. ¿Cuál fue la impresión que se llevó?
–Todo parte de una premisa y es que el desarrollo de Foz y de Ciudad del Este depende de que la frontera esté abierta y que sea muy fluida. Las fronteras son zonas de desarrollo y también de crimen. Entonces que sea permeable para las cosas buenas y ese flujo enriquezca a todos, pero si eso no se gestiona bien es un coladero sin control. El verdadero reto es saber qué técnicas utilizar para permitir la circulación, pero que a los cuerpos del Estado se les dé los instrumentos para que tengan información sobre actividades ilícitas. Hay que tomar también la decisión política.
–Todas las instituciones de nuestro país en vez de fortalecerse, se debilitan. ¿Qué factores cree usted que influyen para que eso suceda?
–Hablamos de desigualdades, educación, seguridad. Todo eso se está haciendo, pero obviamente cuando se habla de seguridad hablamos de gobernanza y de instituciones. No se pueden dar prestaciones al ciudadano si no se moderniza la administración. Y la administración por definición necesita estar formada y tener las finanzas que la sustentan; si no, no le puede uno prestar servicio al ciudadano, eso aquí o en Roma es la misma regla. Incluso en sociedades más avanzadas como Europa, la institucionalidad puede tener sus idas y venidas, deteriorarse por la corrupción, mejorarla, es un proceso complicado, pero sin una administración, sin gobernanza y estabilidad política, no se puede hacer que un país crezca adecuadamente. Yo veo una necesidad de reforzar las instituciones, de reforzar la gobernanza. La cosa pública no puede ser en este país el pariente pobre. El sector privado es un aliado importantísimo. El dinero público no puede ser el único motor de cambio.
–La ola de violencia se acentúa ante la vulnerabilidad y la complicidad de las instituciones del Estado y el crimen organizado goza de impunidad. Hoy día se busca enjuiciar a la fiscala general del Estado. ¿Cuál es su percepción?
–Lo vi en las noticias. Nadie se escapa. Tan corrupto puede ser un presidente de la República como un juez o un policía. El tema es tener una administración con los medios suficientes, los salarios adecuados y la formación adecuada. Evitar tentaciones. Y atacar las raíces y la consecuencia. Tienes que dar medios, controlarlos y caiga quien caiga. Pero en algunos países está más politizado. Todos los casos existen y en el fondo es un trabajo del conjunto del ciclo, no es independiente a la Policía. Hay que trabajar todo al mismo tiempo. No se puede atacar solo la Justicia.
–¿Por qué no se firma el acuerdo UE-Mercosur? ¿Qué detalles siguen dilatando el acuerdo?
–Los intereses de todos los políticos son distintos, aunque es una política comunitaria, al final la ratificación lo hacen los Estados. A la hora de ratificar los tratados, los tiempos políticos son importantes. De todas maneras, con o sin acuerdo, siempre hay cooperación. Cada país seguramente va a ratificar cuando sea necesario.
–Rusia y Ucrania mantienen en vilo al mundo porque al parecer soplan vientos de guerra. ¿Cuál es la posición de la UE con relación a este conflicto?
–El conflicto no me compete. Eso compete al servicio exterior europeo. Pero es muy preocupante, la solución de conflictos jamás puede pasar por una guerra, tiene que ser discutida y eso es lo que promueve el servicio exterior europeo por los medios más justos y transparentes posibles. Es un tema realmente muy complejo que requiere un fuerte análisis.
El narcotráfico nos preocupa bastante porque ha evolucionado en este país de manera muy preocupante; cuanto más flojo es el Estado, más se le va a incrustar esa lacra.
Si además en Paraguay la institucionalidad es floja y la lacra de la corrupción se incrusta, va a ser un horror y de hecho ya lo vemos.
Perfil
Jorge de la Caballería es desde julio del 2017 el jefe de Unidad responsable para la Coordinación del Desarrollo en América Latina y el Caribe en la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo.
Previamente fue nombrado jefe de Unidad para la Coordinación del Desarrollo en el Sur y Sureste Asiático en la Dirección de Asia, Asia Central, Medio Oriente / Golfo y en el 2008 ocupó el puesto igualmente de jefe de Unidad para los Programas Multipaís en la Dirección Europea, Mediterráneo Meridional, Medio Oriente y Política de Vecindad. Pasó 8 años en las delegaciones de la UE en Marruecos y en Roma como primer consejero.
Unión Europea renovó cooperación de USD 51 millones
En el marco de cooperación entre la Unión Europea (UE) y nuestro país a través del programa Indicativo Multianual 2021-2027, esta organización realizó una donación de USD 51 millones no reembolsables para proyectos.
El programa está enfocado en impulsar dos prioridades claves, como la economía verde y resiliente para preservar la biodiversidad y los bosques, y promover modelos de producción sostenible para una economía eficiente en el uso de los recursos y más competitiva.
Otra prioridad es la lucha contra las desigualdades para generar un impacto transformador y construir una sociedad más inclusiva para todos. Con enfoque en minimizar la exclusión escolar, lograr mayor integración laboral y reducir la violencia de género.
Además se incluyen medidas de apoyo buscando fortalecer a la sociedad civil y a los mecanismos de cooperación.
El plan se divide en dos periodos; para el primero 2021-2024 se acordaron USD 51 millones de cooperación no reembolsable. Para la segunda fase que cubre el periodo 2025-2027 habrá otra donación cuyo monto se definirá más adelante.
“Lo que hacemos es programar conjuntamente con el Servicio Exterior de la Unión Europea y con el equipo de la delegación los programas que decidimos con la parte paraguaya. Trabajamos fundamentalmente con los ministerios y también seriamente con la sociedad civil, el sector privado e instituciones financieras, los interlocutores de la Unión Europea son variados. Normalmente la cooperación europea es a largo plazo, funciona por siete años que corresponde al presupuesto europeo, normalmente en estos periodos siempre venimos”, informó Jorge de la Caballería, comisionado de la Unión Europea.
Paraguay, además, seguirá beneficiándose de programas regionales de la UE para América Latina en áreas como la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, la gestión integral de fronteras y el fortalecimiento de la Justicia.
La Unión Europea se compromete a brindar apoyo a las prioridades definidas en consulta con las autoridades de Paraguay, sector privado, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales.
Las prioridades acordadas se implementarán en asociación con los Estados miembros de la Unión Europea, informó De la Caballería.
La delegación europea mantuvo reuniones con autoridades de nuestro país, como el canciller Euclides Acevedo y visitaron la Triple Frontera.