En este sentido, el canciller alemán Olaf Scholz recordó ayer que “Ucrania, Rusia, Francia y Alemania tienen el encargo conjunto de buscar una salida a la crisis. Eso es lo que estará en el centro de lo que hablaremos”.
Cabe tener en cuenta que Alemania depende en gran medida del gas ruso, y preocupa el cierre del grifo por parte de Moscú como represalia a las sanciones que se le impondrían en caso de conflicto.
De Moscú se espera “una urgente señal de desescalada”, mientras que de las autoridades ucranianas se especula sobre una posible recepción fría por la negativa de Alemania de proporcionar a Ucrania armas como sí hacen otros países europeos.
“De camino a Ucrania. Hoy en Kiev y mañana en Moscú mantendré conversaciones sobre la seria situación en la frontera con Ucrania. Es importante para mí expresar en Kiev nuestra continuada solidaridad y apoyo”, ha apelado el mandatario alemán a través de su cuenta de Twitter.
Scholz, que ya vuela hacia Ucrania, donde este lunes se encontrará con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido al Kremlin una “urgente señal” de desescalada en esta crisis.
“Nosotros, los ministros de Finanzas del G7, subrayamos nuestra disposición a actuar con rapidez y decisión para apoyar la economía ucraniana […] Cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania será respondida de forma rápida, coordinada y contundente”, han añadido.
Estos mismos mandatarios prometieron un apoyo rápido y decisivo de la economía de la antigua república soviética en el caso de que se de este fatídico escenario.
El Euro Stoxx, que recoge los principales valores continentales, caía más del 3% tres los primeros intercambios, una cifra que se repetía en Frankfurt, París o Madrid. La bolsa rusa perdía el 3,4%.
Estados Unidos es uno de estos países occidentales, pero le acompañan otros como Canadá y Australia. Otros han pedido a sus ciudadanos residentes en Ucrania que abandonen lo más pronto posible el país ante la escalada de tensión en la zona.
Algunas compañías aéreas cancelan o desvían sus vuelos al país europeo y algunos medios de Kíev publicaban que este lunes se podría cerrar el espacio aéreo ucraniano, añadiendo un elemento más de incertidumbre. Este escenario por ahora no se ha producido.
A pesar de que los ucranianos no lo ven con los mismos ojos, sí que están viendo cómo estas previsiones fatalistas les causan problemas, los más relevantes relacionados con su economía.
En cambio, los ucranianos siguen resistiendo estoicamente a la situación y el gobierno ucraniano, por su parte, no ve las mismas señales que EE.UU., tal y como explica Gonzalo Aragonés en las páginas de
La Vanguardia.
El país también ha establecido sistemas para estar en contacto con sus compatriotas que residen en Ucrania, con una línea telefónica destinada a ellos.
“Llamamos a Rusia y Ucrania a que mantengan conversaciones pacíficas. Expresamos nuestra disposición para acoger conversaciones entre los dos Gobiernos”, ha dicho en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzade.
“Por supuesto, en pro de la paz y para salvar las vidas de nuestros ciudadanos Ucrania está dispuesto a entrar en cualquier formato de diálogo con países y organizaciones internacionales”, ha dicho el portavoz.
Según Nikolenko, las palabras del embajador “han sido sacadas de contexto” y ha puesto de relieve que lo que Prystaiko mencionó fue el hecho de que las perspectivas de una membresía de Ucrania de la Alianza Atlántica están consagradas en la Constitución pero que Ucrania aún no es miembro de la misma ni de ninguna otra alianza de seguridad.
“Este camino no solo está consagrado en la Constitución, sino también ha sido adoptado con el pleno consentimiento del Gobierno y la sociedad”, ha recalcado.
Estas palabras han provocado la reacción de la presidencia ucraniana, que este lunes ha salido al paso para recordar que la vía euroatlántica para que la antigua república soviética se convierta en miembro de la Alianza Atlántica está consagrada en la Constitución del país y es una prioridad “incondicional”.
“Hay una gran claridad entre todos los que son aliados en la OTAN y la Unión Europea. Una cosa que es importante, entre todo lo demás, es que las conversaciones bilaterales que tenemos son como las declaraciones que hacemos cuando tomamos decisiones conjuntas en grandes conferencias”, ha defendido el político alemán.
Ante tales afirmaciones, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha declarado que Ucrania puede estar “segura” de que mostrarán “la necesaria solidaridad, como en el pasado”.
“En comparación con todos los demás países, Alemania es quien ha llevado la mayor ayuda financiera para la estabilización de Ucrania. Lo seguiremos haciendo y prestando nuestra contribución al mismo tiempo para que continúe esa doble estrategia”, ha dicho el mandatario alemán.
Por este motivo “es necesario ser claro y decir claramente que una agresión militar contra Ucrania que ponga en peligro su integridad territorial y soberanía conllevaría duras reacciones y sanciones que hemos preparado cuidadosamente con nuestros aliados en Europa y en la OTAN y que podemos hacer efectivas inmediatamente”.
La intención del mandatario alemán en ambas capitales es “aprovechar la oportunidad de hablar” para garantizar la paz pero advirtió que una invasión de Ucrania por parte de Rusia tendrá “duras sanciones”.
“Viajo mañana a Ucrania y hablo con el presidente Zelensky. Pasado a Moscú y hablo con el presidente Putin. En ambos casos se trata de ver cómo podemos garantizar la paz en Europa”, declaró en Berlín.
Los intentos de Johnson llegan en un momento delicado para el líder
tory en el Reino Unido, ante las críticas a su Gobierno por el escándalo de las fiestas celebradas por miembros gubernamentales en oficinas públicas y en Downing Street en los confinamientos. También destaca la necesidad del país de destacar en la política internacional tras su salida de la UE.
El Ejecutivo británico no ha querido desvelar con qué líderes departirá Johnson esta semana.
Sin embargo, el Ejecutivo cree que toda la información de que dispone apunta a que Moscú podría estar planeando una invasión “en cualquier momento”. Según la prensa local, el mandatario recibe información de responsables de servicios secretos a diario y trabaja con otros aliados mundiales para proporcionar más apoyo defensivo y económico a Kiev.
Uno de los mandatarios europeos que está manteniendo conversaciones para encauzar la crisis es el primer ministro británico, Boris Johnson, quien esta semana se encontrará con otros líderes mundiales para intentar que Rusia “se aparte del borde” de una guerra.
No obstante, ha exigido por escrito a la OTAN, entre otras varias demandas, que renuncie a cualquier otra expansión hacia el este, incluida Ucrania. Los miembros de la OTAN han rechazado la demanda.
Estos movimientos, además de la realización de maniobras militares en la zona, han despertado el recelo de los países occidentales, entre ellos Estados Unidos, que amenazan con una respuesta rápida y efectiva contra Rusia si se produce un ataque o una invasión de suelo ucraniano.
Putin afirma que los crecientes vínculos de Ucrania con la alianza podrían convertirla en una plataforma de lanzamiento de misiles de la OTAN dirigidos a Rusia y que el país debe establecer límites para evitarlo.
Recordemos que el ingreso de la antigua república soviética a la Alianza Atlántica es una de las causas por las que Moscú cree que se podría desencadenar un conflicto armado entre ambos países y los aliados. Rusia no quiere que la OTAN se siga expandiendo hacia el este.
“Podríamos, sobre todo si nos amenazan así, nos chantajean con ello y nos empujan a ello”, dijo Prystaiko cuando se le preguntó si Kiev podría cambiar su posición sobre dicho ingreso.
En el caso de confirmarse esta máxima, renunciar a entrar en la Alianza Atlántica sería una importante concesión a Moscú en respuesta a la acumulación de tropas rusas en sus fronteras.
El ministerio de Asuntos Exteriores de la ciudad-Estado asiática exhorta a sus ciudadanos a que salgan de la antigua república soviética en vuelos comerciales “mientras sea posible hacerlo”, según un comunicado divulgado la noche de este pasado domingo.
“Las tensiones han continuado aumentando en Ucrania y en la región, y, dada la situación, se recomienda a los singapurenses en Ucrania que abandonen el país cuanto antes en vuelos comerciales mientras sea posible hacerlo”, subraya el ministerio isleño.
La administración estadounidense urgió el pasado viernes a sus ciudadanos a abandonar el país al considerar que Rusia podía atacarlo en cualquier momento. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió ese mismo día del “riesgo real” de que estalle pronto “un conflicto armado”.
A partir de este mismo lunes 14 de febrero, gran parte del personal de la embajada nipona en Ucrania será evacuado y se mantendrá únicamente un servicio mínimo consular. “Priorizaremos la seguridad de nuestros nacionales y continuaremos comunicándonos de manera individual por correo y telefónicamente”, enfatizó el portavoz.
Tras Estados Unidos, otros países que han hecho este llamamiento es Japón. Las autoridades niponas han urgido a sus ciudadanos residentes en Ucrania a abandonar el país y evacuarán a gran parte del personal de la Embajada debido al aumento de tensión.
“Se urge a los ciudadanos japoneses a que se marchen del país utilizando los aviones comerciales, ya que se han suspendido algunos vuelos y existe la posibilidad de que se suspendan totalmente en los próximos días”, dijo el portavoz a los medios.
Estas partes corresponden a los territorios temporalmente ocupados de la República Autónoma de Crimea, anexionada por Rusia, y el este del país, donde existe el conflicto entre los separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano.
Según ha trasladado el Servicio Estatal de Aviación (UkSATSE) ucraniano en un comunicado, la zona del mar Negro es “potencialmente peligrosa”. El aviso se ha publicado para el periodo del 14 al 19 de febrero.
Ucrania anuncia esta medida después de que la semana pasada Rusia notificara a los pilotos que esta misma zona sería un área de espacio aéreo temporalmente peligrosa sobre el mar Negro precisamente para esas mismas fechas.
Por otro lado, Moscú alega tener el derecho soberano a emplazar tropas en cualquier punto de su territorio -en alusión a la acumulación de tropas en sus fronteras con la antigua república soviética- y denuncia a su vez el suministro masivo de armas a Ucrania por parte de Occidente.
Por aquel entonces, el Kremlin escribió también a todos los países miembros de la OSCE una carta para que se posicionen sobre qué entienden por seguridad indivisible en Europa.A pesar de todos los esfuerzos diplomáticos no se ha logrado una desescalada hasta el momento.
Fue entonces cuando Rusia empezó a acumular efectivos militares en las proximidades de sus fronteras con la antigua república soviética, hasta alcanzar la cifra de aproximadamente 100.000 soldados. Esta situación despertó el recelo de Occidente y de la propia Ucrania, que denunciaron preparativos para una invasión.
Esta exigencia se debe a que Moscú ha ignorado el ultimátum que tenía para responder de forma detallada sobre sus actividades militares cerca de la frontera con Ucrania.
Biden también indicó a Putin que si bien EE.UU. está preparado para la vía diplomática para resolver la crisis en Ucrania, se encuentra “igualmente preparado” para escenarios distintos a la diplomacia.
No obstante, Biden y Zelenski siguen apostando por la vía diplomática para resolver el conflicto y por la disuasión ante la acumulación de tropas rusas en las fronteras con Ucrania.
Durante la llamada, el mandatario estadounidense insistió en el compromiso de este país con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania ante un posible ataque ruso. Según ha informado la Casa Blanca, Biden ha trasladado a Zelenski que EE.UU. responderá de forma “rápida y decisiva” junto con sus aliados y socios a una agresión rusa en Ucrania.
El propia Sullivan, en otra entrevista, esta vez en el canal CBS, ha reiterado que en caso de que se declare una guerra entre Rusia y Ucrania, el presidente Joe Biden no tiene intención de enviar tropas estadounidenses a luchar contra los rusos.
“No podemos predecir el día de manera exacta, pero una invasión de Rusia a Ucrania podría empezar en cualquier momento, incluyendo la semana que ahora empieza”, ha indicado este asesor de la administración estadounidense en una entrevista en el canal CNN.
En las últimas horas Estados Unidos ha vuelto a alertar de la alta probabilidad de que se produzca un ataque de Rusia a Ucrania “muy pronto”. El encargado esta vez de asegurar el riesgo inminente en la zona ha sido el asesor de seguridad del gobierno estadounidense, Jake Sullivan.
Jake Sullivan, en una entrevista televisada, ha considerado que una invasión de Ucrania por parte de Rusia puede producirse “en cualquier momento”.