Enseñar educación financiera a los más pequeños del hogar, incluso cuando aún no tienen capacidad para manejar el dinero en su día a día puede presentar importantes ventajas para su futuro. Según el contable y CEO de la empresa de servicios financieros Aquilance, Ken Eyler, estas estrategias les puede ayudar a desarrollar hábitos sanos y una relación positiva con sus ahorros que les perdurará toda la vida. El experto lleva más de 31 años asesorando a las familias con mayor nivel de ingresos en sus decisiones económicas y en todo este tiempo ha podido ver como cientos de niños crecían junto a grandes fortunas.
En su opinión, lo ideal es comenzar a enseñarlas a una edad temprana, es decir, alrededor de los 5 o 6 años. “Cuando lleguen a los 11 años y comiencen la etapa de la adolescencia, tendrán la suficiente experiencia para saber cómo funciona el dinero en la sociedad” explica en CNBC Make It. Gracias a ello, puedes descubrir cómo pueden utilizar el dinero como una herramienta en su día a día y cuáles son las mejores maneras de ahorrarlo. Es precisamente en estas edades cuando los niños comienzan a demandar algunas monedas para comprar productos que desean o incluso ganan un pequeño sueldo por tareas simples. Para el contable la clave está en hablarles de tres conceptos esenciales:
1. Ahorros
En primer lugar, cualquier familia debe sentar las bases del dinero hablando a sus hijos la importancia del ahorro. Eyler explica que en su infancia sus propios padres tenían reglas muy claras sobre cómo podía gastar la paga que le daban. La estrategia consistía en dividir la cantidad que recibía en tres tercios, uno de ellos debía dirigirse a la hucha de ahorros, otro a gastos y el último destinarlo a algo productivo. Gracias a ello aprendió a gestionar su propio dinero de manera muy eficiente.
2. Impuestos
Cuando son más mayores un tema que deben conocer son los impuestos. No solo la obligación de pagarlos, también las razones y beneficios que hay detrás de ello, como puede ser la educación o la sanidad pública. “Si los niños aprenden sobre impuestos cuando son pequeños esto puede ayudarlos a evitar sorpresas desagradables una vez que comiencen a ganar su propio dinero”, señala Eyler.
3. Bancos
Todo lo que tenga que ver con los bancos, como la diferencia entre las tarjetas de crédito y las de débito, las cuentas de ahorro, las inversiones o las comisiones pueden ser muy útiles para los niños. Si afianzan estos conceptos básicos, les resultará mucho más sencillo en el futuro acudir a un banco y evitar engaños. El experto sugiere a los padres guiar a sus hijos sobre el uso de las diferentes cuentas o los límites impuestos con el crédito. Un método útil puede ser enseñarles algunos gastos que se relacionen con ellos, como pueden ser las clases extraescolares o el precio de la última cena en familia. Gracias a ello podrán conocer más a fondo el coste de la vida.