No sé si será la pandemia que estamos padeciendo y nos está dejando algo mustios, el escaso sentido de Estado que apreciamos en nuestros políticos, el temor a que Rusia invada Ucrania, el aumento preocupante de las desigualdades sociales derivadas de la pandemia, la degradación del medio ambiente o la pérdida de valores de la sociedad. Pero el caso es que, de un tiempo a esta parte, las noticias que más me interesan se refieren a los avances de la medicina. El que más me ha impactado, últimamente, ha sido la experimentación que ha realizado un hospital suizo con tres personas parapléjicas por accidentes de moto, que habían perdido la movilidad en extremidades inferiores y tronco, que se han vuelto a poner en pie y a caminar tras someterse a una intervención quirúrgica que ha incorporado un implante electrónico que ha hecho posible que la médula espinal vincule el cerebro a las extremidades inferiores. Me imagino la alegría que han debido sentir las personas que se encuentran en una situación similar cuando han visto las imágenes por televisión, ya que se les abre una vía de esperanza de volver a caminar algún día. Supone, sin duda, un enorme avance de la ciencia médica.
Javier Cordero Ruiz. Madrid
Contaminación acústica
Tengo 80 años y los ruidos me aturden. Me aturde, sobre todo, la gran cantidad de motos que circulan por Barcelona. Muchas producen más de 150 decibelios. Cuando yo trabajaba en la SEAT, en la sección de prensas grandes todo el mundo debía llevar casco porque allí se producían más de 80 decibelios. En países más civilizados hay partidos que este tema lo llevan en su programa. También producen mucho ruido los vehículos de la limpieza del Ayuntamiento. Precisamente ayer recibí una notificación en la que se alardeaba de la cantidad de vehículos eléctricos que había adquirido el Ayuntamiento. Cuando veo una moto eléctrica me dan ganas de dar un abrazo al conductor. Además, el Ayuntamiento debería dotar a la Guardia Urbana con sonómetros para sancionar las motos más ruidosas.
Juan Porras Porras. Barcelona
Es inhumano
Mi madre de 77 años está sola en el hospital. Le han hecho una cirugía oncológica. El protocolo covid nos impide verla y la insensibilidad de los médicos saber su estado de salud. No se informa a los familiares si el paciente está consciente. ¿Qué nivel de lucidez puede tener una persona de casi 80 años sola, desorientada, mareada, somnolienta y aterrada? ¿Cuánta jerga médica es capaz de asimilar y entender en esa circunstancia? Desconozco si la causa de nuestra incertidumbre y preocupación es la pandemia, los recortes o la falta de empatía. Solo sé que es inhumano, indignante y tremendamente triste.
Fátima Gil Gascón. Madrid
Reforma laboral
Tras el espectáculo al que asistimos en la votación de la reforma laboral, a muchos ciudadanos nos quedó meridianamente claro qué formaciones políticas están empeñadas en contribuir al enfrentamiento y a la quiebra de la convivencia social. Que sindicatos, patronal y Gobierno se pusieran de acuerdo en cómo establecer las relaciones laborales significa, pura y llanamente, que la sociedad civil está comprometida en sacar a España adelante, aprovechando las oportunidades que nos brindan los fondos europeos. Y eso en España pocas veces ha ocurrido.
María Luisa Viedma Moro. Torrelavega (Cantabria)