La vuelta a la normalidad, tras la pandemia de coronavirus, es algo que se ha abordado desde numerosos sectores. Antes de la llegada del SARS-CoV-2 las mascarillas tenían un uso básicamente en entornos sanitarios, la distancia de seguridad solo existía en carretera y el lavado de manos era meramente un tema de higiene básica.
¿Volveremos a ella algún día? Una experta tiene claro que no. “El mundo anterior al 2020 ya no existe. Podemos desearlo, pero simplemente ya no está”. Son las palabras de la directora de la Unidad de Investigación Clínica Operativa del University College London, Christina Pagel. De esta forma, intenta concienciar de que una vuelta a lo que conocíamos antes se antoja muy complicado.
Pagel se explica en un hilo de Twiter, al respecto de las preguntas que recibe sobre una futura vuelta a la normalidad o “como era antes”. En un primer momento, expresa que ese mundo anterior a 2020 no existe. “Es posible que queramos que exista, pero simplemente no existe“. La respuesta a por qué no volveremos a esa antigua normalidad es que se ha añadido “una enfermedad a nuestra población, más infecciosa y grave que la gripe”.
THREAD: I keep being asked when we can go “back to normal” or “like it was before”. My personal thoughts:
We’ve added a new disease to our population, more infectious and more severe than flu.
The world pre 2020 no longer exists – we may want it to, but it just doesn’t. 1/13
— Prof. Christina Pagel (@chrischirp) February 10, 2022
Prosigue diciendo que “podríamos actuar como solíamos, y aceptar que millones de personas van a enfermar una o dos veces al año. Interrupciones de educación, negocios, y poco a poco una población más enferma, como parece ser el plan de Reino Unido y Estados Unidos. Eso no es la antigua normalidad, es peor“, asegura. En su escrito, señala la eficacia de las vacunas, aunque esta inmunidad se acaba desvaneciendo con el paso del tiempo. “Ómicron ha demostrado que los altos niveles de anticuerpos no son una garantía contra los altos niveles de enfermedades y trastornos”.
Una normalidad ‘mejorada’
Christina Pagel, ya que es imposible volver atrás y cambiar la historia, cree necesario hacer una serie de cambios para adaptar lo que antes era la normalidad. Algo que podría hacerse, explica con todo lo aprendido durante estos dos años de pandemia. Como primer punto de sus ‘mejoras’, está la inversión para “hacer que el aire interior se parezca lo más posible al aire libre“. En este punto destaca que un aire interior más limpio ayudará a otras enfermedades que se transmiten por el aire.
El segundo punto versa sobre las vacunas, la importancia de que lleguen cuanto antes a todo el mundo y que se desarrollen nuevas con mayor duración de los anticuerpos y adaptadas a las diferentes variantes. Sobre las nuevas versiones del virus, invita a la vigilancia de futuras variantes que puedan surgir y otras enfermedades infecciosas. Igualmente, estudiar el llamado COVID persistente, invertir en tratamientos clínicos, así como cuidar los sistemas de salud.
7. There *will* still be future surges. We need to have a plan to deal with these surges – as we do for other diseases.
A plan which is supported by the rapid outbreak identification & rapid understanding of virulence & transmission we’ve learned to do so well in the UK! 9/13
— Prof. Christina Pagel (@chrischirp) February 10, 2022
Futuros brotes
En esta evolución de la pandemia, asegura, “habrá todavía aumentos repentinos en el futuro. Necesitamos tener un plan para hacer frente a estos, como ocurre con otras enfermedades”, precisa. Y en este plan, según indica, se debe apostar por la rápida detección de los brotes y la comprensión de la virulencia y transmisión existente.
En este plan, además, tienen cabida los test a gran escala (de forma temporal, en función del momento), el uso de mascarillas en interiores y “solamente si la amenaza es seria (nueva variante), otras medidas, como pruebas específicas, rastreo o aislamiento”. Lo que de ninguna forma debe incluirse, según la experta del University College London, son los confinamientos nacionales. “Representan un fallo en los sistemas de salud, negarse al aprendizaje de vivir con la COVID es el mayor riesgo para futuros cierres”.
Por último, llama a intentar una reducción de las desigualdades en todas las materias: salud, vivienda, trabajo, educación, etc. “Esto nos hará más resistentes y reducirá la mala salud y la muerte por COVID y otras enfermedades. El mundo es diferente ahora. Actuar como si no fuera así, lo que el Reino Unido parece decidido a hacer, puede sentirse bien a corto plazo, pero dará como resultado una nueva normalidad peor que la anterior“, concluye.