Gastón Parisier es uno de los emprendedores de mayor renombre de la Argentina. Es cofundador y CEO de Bigbox y también cofundador de Flybondi. Creó Bigbox hace más de 10 años, y hace poco la compañía abrió oficinas en España.
En este nuevo capítulo de Data de Negocios, el podcast de negocios del ITBA, el empresario y egresado de Ingeniería Industrial del ITBA, contó parte de su experiencia con Bigbox y explicó de qué manera la tecnología puede cambiar la matriz de su negocio.
Los orígenes de Bigbox
“Bigbox nació en 2009 como un proyecto postestudiantil, como graduado del ITBA. Empezó como la solución a un problema. Yo estaba cansado de regalar siempre objetos, de pasear por el shopping y entrar a comprar algo. Me molestaba especialmente que todos los regalos vinieran acompañados de la frase ‘si no te gusta, lo podés cambiar’. Eso, sumado a que en mi familia ya acostumbrábamos a regalarnos experiencias, dio inicio a Bigbox.” relata Parisier sobre los primeros pasos de la compañía.
“Después vino el momento de empezar a pensar las cajas, las diferentes experiencias que se iban a ofrecer. Posteriormente me asocié con dos personas, que eran amigos y en noviembre del 2009 ya lanzamos la compañía”, así concluyó la etapa inicial de una innovadora empresa que ahora ha extendido su influencia a otros países.
En el proceso de creación de un negocio, siempre hay cosas planificadas pero también hay planes que se resuelven sobre la marcha. El equilibrio entre planificación y creatividad o resolución es importante para poder alcanzar los objetivos.
Parisier asegura que “hay un elemento central que viene a romper las planificaciones a largo plazo: la evolución de la tecnología. Esta es muy rápida y eso hace que una proyección a 5 años sea imposible porque posiblemente ese avance cambie tu negocio como lo conocés hoy”.
“Sin embargo, nosotros sí habíamos pensado y planeado concentrarnos en el mercado corporativo y teníamos un objetivo de cantidad de clientes pero el resto fue sobre la marcha. Muchas de las cosas que tenemos hoy, ni las imaginábamos”, indicó.
Si bien Bigbox es una compañía que digitalizó muchos de sus servicios, ofrece experiencias en el mundo físico y también posee puntos de venta presenciales. Por eso, la pandemia también tuvo consecuencias sobre la compañía. “El primer desafío tuvo que ver con resolver las experiencias. Al cerrar bares, restaurantes y demás tuvimos que salir a pensar miles de experiencias nuevas pero ahora desde casa. Llegamos a mandar hasta sesiones de spa a domicilio. Pusimos mucho esfuerzo en mantener el espíritu de regalar vivo y en algún punto fue bueno, porque sentimos que muchos de estos placeres en casa van a quedar”.
La llegada de Bigbox a Europa
En cuanto a la comercialización en shoppings, Parisier sostiene que “gran parte de ese volumen migró a digital pero además, lo que creció enormemente fue la venta corporativa. Al no tener más sus oficinas con juegos, cafeterías y demás experiencias que les regalaban a sus equipos, ahora tuvieron que innovar en cosas que se pudieran hacer en casa para motivarlos”.
Este crecimiento en el mundo corporativo fue lo que motivó que ahora la empresa amplíe su mercado a España. Este descubrimiento del regalo empresarial representa una gran oportunidad para la compañía. En Europa, este tipo de servicios ya existen, por eso Parisier admite que allí los objetivos son distintos. Mientras que en Sudamérica, Bigbox es una empresa evangelizadora en la temática, en el viejo continente el rol será totalmente diferente.
Cuando define a Bigbox, su cofundador dice que se trata de una compañía que nació en el mundo físico, del retail, pero que hace algunos años inició su proceso de digitalización. Sin embargo, Parisi explica: “el canal de comercialización digital no te hace una empresa de tecnología, pero nosotros hace dos años empezamos realmente el camino a ser una empresa de tecnología porque nuestros productos principales están empezando a ser herramientas tecnológicas que empoderan los distintos articuladores a nuestros negocios. Hoy ya estamos creando soluciones de tecnología para hoteles, restaurantes, spas o nuestros clientes corporativas. Lo importante acá es el software que utilizamos para eso”.
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Una de las herramientas digitales en pleno auge es el Big Data y la inteligencia de negocios, en este sentido Gastón reconoce: “este tema es el que me quita el sueño. Hoy nuestro desafío es convertir ese espíritu de regalar y descubrir nuevas vivencias en una herramienta generadora para mejorar los índices en esos universos. Todo esto se puede mejorar con lo que se puede medir, en este caso es la data. En nuestro rubro, la gastronomía y la hospitalidad pueden medir por platos por ejemplo, pero no pueden saber el comportamiento personalizado de sus clientes. Por eso ahí hay mucho valor para agregar, pero para hacerlo nosotros tenemos que seguir siendo la empresa comercializadora y tener el adn tecnológico para pensar productos que fortalezcan a nuestros proveedores”.
Con la experiencia de Bigbox se puede trazar el recorrido de una empresa cuyo origen fue un proyecto de emprendedores que, buscando resolver un problema, crearon una solución con un volumen de negocio enorme. Su éxito se puede deber a la creatividad de sus fundadores pero también, sin dudas, al crecimiento potencial que le ofrecen las nuevas tecnologías.