Miami, 8 feb (EFE).- El arqueólogo Jorge Zamanillo asumirá este año “la trascendental” labor de organizar “a partir de cero” la historia de los latinos en EE.UU., tras su nombramiento como fundador y director del Museo Nacional del Latino Estadounidense del Instituto Smithsoniano, en Washington.
De origen cubano, Zamanillo fue designado el viernes pasado como la cabeza del mayor museo nacional que representará a los “más de 60 millones de hispanos de Estados Unidos” y del que está todo por hacer, menos su aprobación en el Congreso y el “apoyo” del Centro Latino del Smithsonian.
En entrevista con Efe el museólogo subraya que se trata de un trabajo al que muchas personas le tienen “miedo” porque carece aún del edificio, los recursos, las colecciones, el diseño e incluso las entrevistas con las muy diversas comunidades hispanas.
Como muchos líderes latinos que han participado en las discusiones preliminares, Zamanillo sabe que el parque central o “Mall” de Washington, en inmediaciones de la Casa Blanca y el Capitolio, es el “preferido” para la construcción del museo, pero es una decisión que depende de muchas agencias federales, dice.
“La presencia en el Mall es todo, usted va a Washington y ve todos los museos ahí, si no estás en el Mall es posible que muchas personas piensen que no son tan importantes, que no están en el mismo nivel que los otros”, expresa.
El experto, nacido en Nueva York hace 52 años, señala que su prioridad en el nuevo cargo será hacer la “conexión” de “la lucha y la resiliencia para sobrevivir en este país” de las diferentes nacionalidades de la comunidad hispana para que todos se identifique en un mismo museo.
“Debe tener la historia general de los latinos en Estados Unidos, pero lo que yo estoy buscando son las cosas que tenemos en común entre los latinos porque todos somos diferentes, somos diferentes países, diferentes ancestros, pero siempre hay algo que nos conecta”, explica.
“Es lo que hace a la gente reconocer que tienen cosas en común: la música, el arte, la comida, y ahí es donde tú ves que los latinos estamos todos relacionados”, agrega.
Recuerda que desde estudiante tuvo fascinación por los museos y se sintió mal cuando no se vio representado, ni vio nada de los latinos, ni de la inmigración en los museos de Washington.
“Uno se siente menos importante porque no ve su historia ahí”, enfatiza.
Subraya que los museo fallaron en representar a los latinos, pero que un primer paso para subsanarlo este año es la inauguración, “en el verano”, de la Galería Latina de la Familia Molina.
Esta exhibición, que cubre más de 400 metros cuadrados en el Museo Nacional de Historia Americana, “va empezar a introducir el tema para los próximos diez años hasta que abra el museo”, indica.
Para Zamanillo el reto ahora es recopilar la historia de los latinos incluso desde los nativos mexicanos.
Señala que la fundación en 1565 por parte de españoles de la ciudad de San Agustín (Florida), la primera que se fundó en el país, marca un importante periodo histórico para los hispanos en la nación.
Sin embargo dice que los latinos han estado en el país por más tiempo.
“Muchos no saben que no solamente son 500 años de historia de cuando llegaron los europeos aquí. Son miles de años. El territorio mexicano era parte de Norteamérica y muchos latinos tiene conexiones indígenas”, enfatiza.
MIAMI UN BUEN ENTRENAMIENTO
Zamanillo, quien ha trabajado durante 21 años en el Museo de Historia de Miami, los últimos 6 como su director, dice que esta labor en una comunidad hispana será esencial para el nuevo cargo que asumirá el próximo mayo.
Cree que ese puesto pesó en su nombramiento, porque ya conoce “que una comunidad puede ser tan diversa”.
Explica que cuando comenzó a trabajar allí se dio cuenta de que muchos museos tenían el “problema” de contar las historias de los hispanos desde el punto de vista anglosajón.
El arqueólogo, que estudio en la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee y la de Leicester (Inglaterra), por otro lado lamenta la demora que tuvo concretar un museo, el cual espera poder inaugurar en unos “10 a 12 años”.
La iniciativa fue finalmente aprobada en el presupuesto del Congreso en diciembre de 2020, después de 16 años de la presentación de la primera iniciativa al respecto.
El proyecto incluyó también la creación de otro museo, el de la mujer, lo cual, dice Zamanillo, hace “más difícil” la ubicación del museo en el “Mall” porque ya no hay mucho espacio disponible.
El arqueólogo dice además que otro de los desafíos será recaudar en donaciones privadas la mitad de más de “700 a 800 millones de dólares” que costará el museo, ya que la otra parte son recursos destinados por el Congreso de EE.UU.