En un país donde no existe nieve, Sarah Schleper representará a México en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, China 2022. La nacida en Colorado, Estados Unidos, no es una novata en la disciplina de esquí alpino, pues ha competido en al menos cinco juegos olímpicos con la bandera norteamericana, desde Nagano, Japón en 1998, hasta Vancouver, Canadá en 2010.
Por amor a su familia, la atleta de 43 años de edad vestirá por segunda vez los colores de la nación mexicana; anteriormente lo hizo en Pyeongchang, Corea del Sur en 2018. Schleper se retiró de las competencias en 2011, pero un detonante cambió el destino de su carrera atlética.
En 2007 consumó su matrimonio con Federico Gaxiola, un joven mexicano que posteriormente le ayudó a obtener la nacionalidad mexicana. Con el nacimiento de sus hijos, también mexicanos, el panorama para Sarah tuvo un cambio significativo. Lasse y Resi, nombres de críos, le hicieron salir del retiro y regresar a los descensos en esquís.
Las justas invernales han carecido de difusión en la nación azteca, claro está, muy pocos atletas pueden desarrollarse en los deportes donde el frío y las nevadas son necesarias para entrenar. Serán cuatro deportistas mexicanos que conformen la delegación mexicana en los juegos de invierno de Beijing: Sarah Schleper y Rodolfo Dickson en esquí alpino, Jonathan Soto en esquí de fondo y Donovan Carrillo en patinaje artístico.
Tres de esos atletas han tenido que valerse por sí mismos, pues únicamente Carrillo recibió el apoyo del gobierno mexicano para los costos que requiere solventar un deportista de ese tipo.
Hasta cierto punto, el rechazo, quizá, por no haber nacido en México, es una diferencia que ha sentido Sarah para recibir un sostén de parte de la CONADE. Su español es fluido, su acento hace notar que tiene ascendencia alemana y estadounidense, pero que casi a la mitad de su vida decidió representar la bandera tricolor.
Vuelos de avión, hoteles, traslado, equipo, entrenadores y boletos para los torneos son algunos de los gastos en los que invierte Schleper: “Es un deporte caro, se gasta mucho y muy rápido. Mi familia y amigos me han apoyado porque recientemente perdí un patrocinador”, aseguró.
La pasión que siente por México va más allá de haber nacido dentro de la república. El representar a su país la ha llevado a pensar en estar en los Juegos Olímpicos de Italia en 2026, a los 47 años, junto al mayor de sus hijos, quien también entrena junto a ella y a otros deportistas en Colorado.
¿Cambiar al poderoso Estados Unidos por México? La potencia mundial del deporte es la nación al norte de América. La respuesta no está ligada a la fama, la gloria o las estadísticas. Sarah expresó que la mudanza se debió a la maternidad, ya que con EEUU la competencia es diaria, mientras que en la delegación mexicana la exigencia es menor y así puede cuidar de sus hijos.
La competencia por los primeros lugares para Schleper ha quedado en segundo plano, ahora intenta mostrar al mundo que, en un país donde no existe la nieve y las bajas temperaturas en los estados del norte son los únicos que pueden brindarle un escenario parecido al de los juegos olímpicos invernales, existen atletas que buscan marcar un parteaguas en la historia del deporte mexicano.
Los logros de Sarah han sido un séptimo lugar en 2005 cuando compitió en el Mundial de Santa Catarina, Italia, en la modalidad de eslalon. Ese mismo año, conquistó en Suiza un primer lugar de la misma prueba.
En 2006, en los Juegos Olímpicos de Turín 2006, pudo colocarse entre las primeras diez del esquí alpino. Sin antes dejar de lado el oro obtenido en slalom gigante de Aspen 2017. En los JJOO de 2018, quedó en el lugar 39 cuando descendió con un tiempo de 1:27.93 segundos.
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