A los 16 años, Donovan Carrillo saltó a la fama abruptamente. No fue por sus gráciles movimientos sobre la pista de hielo, fue por la homofobia que también rayaba en la ignorancia.
Carrillo, patinador mexicano, recibió la peor cara de las redes sociales por competir con la canción de “Hasta que te conocí” de Juan Gabriel. El joven quería honrar a su madre, fiel escucha del músico, en 2016. Le dijeron que eso no era varonil, que era “un gay” y una artillería de insultos.
El deportista mexicano dio una lección de tolerancia. “Me enfurece que vean la palabra gay como una burla o un insulto a mi esfuerzo”, escribió en esos años. El suceso fue un motor para que el esbelto atleta no renunciara a meterse a unos Juegos Olímpicos de Invierno. En 2022 está a punto de debutar en unos.
Carrillo, de Zapopan, Jalisco, y de 22 años, no claudicó. Ni siquiera por el hecho de que en México no hay instalaciones de alto rendimiento dedicadas a los patinadores sobre hielo. El joven, potenciado por su talento y la perseverancia de sus padres, empezó a entrenar en las pistas heladas de los centros comerciales. A los 12 años dejó Guadalajara para mudarse a León, Guanajuato, para vivir solo y entrenar.
“Mis visitas con él eran cada semana. Cada que lo veía en la pista, me abrazaba y lloraba. Los dos llorábamos. Me regresaba llorando en el autobús, sabía que me necesitaba porque era todavía un niño”, cuenta a EL PAÍS Diana Suazo, madre del deportista.
En el hielo de la arena ICE Sport Center Carillo entrenaba aún cuando la pista estaba abierta para el público en general, es decir, tenía que practicar sus rutinas mientras había grupos de amigos intentando no perder el equilibrio.
“Siempre ha habido comentarios homofóbicos en contra de mi hijo. Hay gente que no tiene la cultura del deporte, no entienden el patinaje artístico”, dijo su padre, Adolfo Daniel Carrillo. “Había gente que nos cuestionaba: ¿Por qué llevan a su hijo a un deporte de niñas? A palabras necias, oídos sordos. Tuvimos que hablar con Donovan para decirle que cada quien hace lo que le gusta”, cuenta la mamá.
La adrenalina de tener unas cuchillas en los pies y deslizarse sobre el hielo a toda velocidad, sin perder el equilibrio, hechizó al joven. Tras el boom de 2016 con tintes de Juan Gabriel, Carrillo peleó para meterse a los Juegos Olímpicos de Invierno. “Le doy tantas gracias a Juan Gabriel, mi ídolo, que nos ayudó de esta manera con su canción”, menciona la señora Suazo. En abril de 2021 logró su pase a la competencia de élite tras competir en el Campeonato Mundial en Estocolmo, Suecia. Terminó en el lugar 20, oro puro para un país que no se especializa en el deporte invernal. México no tenía un patinador en unos Juegos en más de 30 años.
“Al ser mis primeros Juegos de Invierno lo que me quiero traer es experiencia como deportista, el tener la oportunidad de competir en la máxima justa de competencias es algo que te marca y, por ello, mi principal objetivo es lograr mis mejores presentaciones”, contó Carrillo a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).