La semana pasada intercambié algunas opiniones con un grupo de amigos sobre ciertas preocupaciones que hay en el ambiente en cuanto a la situación social, política y económica de Guatemala. Todos los que estábamos en la discusión somos personas a quienes nos preocupa la pobreza y la falta de oportunidades de muchos guatemaltecos. Todos quisiéramos tener un país donde el nivel de vida de todos sea mucho mejor.
Entre los comentarios salió a relucir la mala información que a veces se maneja en redes sociales. Muchas noticias falsas que confunden a la gente. Sin embargo, en este punto lo que queda hacer es investigar y no compartir cualquier cosa sino lo que uno tiene la certeza de que la fuente es seria. Mientras más libertad de prensa y expresión exista, más oportunidades tendrá la gente de defenderse de los abusos de los gobiernos. Lo menciono porque alguien, con buena fe, sugería más control de los medios de comunicación y del internet, lo cual es un disparate y le expliqué la razón por la cual debemos alejar al gobierno de los medios y del internet. Y es que la prensa y la fluidez con que la gente pueda expresarse y comunicarse es un freno importante ante los gobiernos que se quieren volver totalitarios.
En cuanto al tema político y económico, hablamos de nuestros vecinos hondureños. Esto tenía asustados a varios de mis amigos. En el caso de Honduras, ahora que tomó posesión Xiomara Castro vimos un discurso totalmente populista y estatista. Un tema importante surgió en nuestra discusión, se trata del ofrecimiento de electricidad gratis para todo aquel que consuma menos de 150 kW al mes. Al menos dijo quién lo pagaría, lo harán los altos consumidores, que asumirán un mayor precio para subsidiar a los que no pagarán. Y esto me recuerda la famosa frase del premio Nobel de Economía Milton Friedman: “No hay almuerzo gratis”. Pero, ojo, lo pagarán los que consumen más, lo cual significa que las empresas productivas dejarán de ser competitivas contra las empresas de otros países donde su energía es más barata. Sus productos se encarecerán y algunos negocios tendrán que incrementar sus precios. Algunos negocios cerrarán al no poder competir contra sus vecinos que tienen precios menores de energía eléctrica. El resultado será un incremento en el desempleo y en el precio de los productos que utilicen más energía eléctrica para su elaboración. Justo lo contrario que se pretende en general.
El populista es ignorante de la economía. Todo tiene un costo, y aunque la gente no lo vea. La educación, salud, electricidad, los comedores solidarios, y otros, son gratis para quienes reciben, pero le cuestan al resto de la sociedad. Implican un costo de oportunidad muy grande, ya que distorsionan la estructura de precios y la óptima asignación de escasos recursos. Otros tienen que pagar por ello. Con impuestos, con deuda, con inflación, con precios más altos en otros productos, etc. La conclusión es que nos cuidemos del populismo y los populistas que ofrecen cosas gratis sin tomar en cuenta las consecuencias de sus ofrecimientos. Son irresponsables al no hacer un análisis completo de cómo afectarán precisamente a los más pobres sus ofrecimientos populistas.
La charla fue larga y se tocaron muchos temas que no alcanzan para comentar en una sola columna de opinión. Llegamos a esta conclusión en cuanto al tema económico. El gobierno no crea riqueza. El populismo implica que el gobierno utiliza los escasos recursos de los guatemaltecos para redistribuirlos mal, beneficiando a unos pocos a expensas de la gran mayoría, y causando terribles distorsiones en la óptima asignación de los escasos recursos.